Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad
“Es imprescindible el rol del Estado para prevenir y dar tranquilidad. Un Estado presente en salud es la mejor manera de cuidar a todos”, dijo recientemente el presidente Alberto Fernández en cadena nacional. “Habrá un Estado presente que no los abandonará nunca más”, les decía a los jubilados en un discurso de enero de este año. Varias veces también se lo escuchó hablar de “reconfigurar el rol del Estado” para beneficiar a los más vulnerables. Pero con el tema de la vacuna el gobierno está haciendo lo opuesto. Porque en vez de intervenir, como se lo estamos reclamando desde numerosas organizaciones de médicos, científicos y desde la izquierda para evitar que se sigan yendo las vacunas que se producen en nuestro país, el gobierno usa al Estado para encubrir el negocio privado entre Hugo Sigman, Carlos Slim y la multinacional AstraZeneca. El gobierno habla contra el neoliberalismo y “la pandemia de Macri” y termina haciendo más o menos lo mismo que hubiera hecho un gobierno de los CEOs.
Alberto Fernández dijo que la vacuna tiene que ser un “bien público global”, incluso la Argentina es firmante junto a 99 países, encabezados por India y Sudáfrica, de un pedido a la Organización Mundial de Comercio para que libere las patentes para producir masivamente la vacuna. Entonces que actúe en consecuencia.
¿Cómo puede ser que el Frente de Todos haga gala de un doble discurso hablando del rol del Estado mientras es cómplice y protector de ese negocio capitalista con la vacuna? ¿Cómo que no puede intervenir para evitar que las dosis se vayan afuera y se envasen en la Argentina en los laboratorios públicos que podrían hacerlo? ¿Cómo puede ser que, en plena segunda ola, no se haya siquiera centralizado el sistema de salud para hacer frente a los mayores contagios y evitar más muertes como sí lo ha hecho el gobierno conservador de Irlanda?
No le estamos reclamando al gobierno medidas de izquierda, sino que cumpla con lo que dice. Lo más lógico es que, si habla de un mayor rol del Estado, tome las medidas que están a su alcance para que haya vacunas para el pueblo trabajador.
Ocurre que estos gobiernos, denominados “nacionales y populares”, ya gobernaron en Latinoamérica y han puesto al Estado para salvar las ganancias capitalistas de bancos y multinacionales, no al servicio de las mayorías populares. Un ejemplo es que el peronismo en el poder no reestatizó las empresas privatizadas y sigue pagando una deuda externa usuraria y fraudulenta. Con lo cual ratificamos que para hacer lo opuesto habrá que conquistar un gobierno de los trabajadores y la izquierda, como lo peleamos desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad.