Escribe Claudio Funes
El 20 y 21 de abril se realizó la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado en la ciudad de Andorra, de la cual participó Alberto Fernández en forma virtual.
Destacó que “la región necesita una justicia social de las vacunas. El saldo actual nos demuestra que la innovación inclusiva no es moneda corriente, los resultados de la comunidad científica internacional no se han distribuido de manera equitativa, la distribución universal de las vacunas tiene rol clave en la pandemia”.
¿Qué solución propuso?: “Hay que trabajar un sistema que, reconociendo las patentes, promueva activamente un sistema efectivo de concesión de licencias que garantice la oferta global de vacunas maximizando la posibilidad de producción en cada parte del planeta”.
Esta es la solución “nacional y popular” de Alberto Fernández que cuida el negocio cuasi-mafioso de las multinacionales farmacéuticas.
Recordemos que en octubre de 2020 India y Sudáfrica presentaron una propuesta ante la Organización Mundial de Comercio para suspender temporalmente los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas, medicamentos y tecnologías contra el Covid-19 mientras dure la pandemia. El gobierno argentino tuvo una activa participación en promover ese pedido. Hoy Alberto Fernández dice otra cosa. ¿En qué quedamos?