Escribe Mercedes de Mendieta, legisladora CABA, Izquierda Socialista/FIT Unidad
Las trabajadoras y los trabajadores autoconvocados de la empresa Garbarino siguen en plan de lucha ante la falta de cobro de sus salarios, adeudados desde el mes de abril, y por la incertidumbre sobre el futuro de sus fuentes de trabajo. Son más de 4.500 empleadas/os en todo el país que denuncian que el empresario Carlos Rosales, quien compró la empresa el año pasado, está produciendo un vaciamiento que significaría miles de despidos y cierres de sucursales en todo el país. Rosales tiene negocios en el club San Lorenzo de Almagro, en aseguradoras y en radio Continental, donde también hay despidos y suspensiones desde que se inició la pandemia.
Las trabajadoras y los trabajadores denuncian que la empresa cuenta con la complicidad del Ministerio de Trabajo nacional y la burocracia sindical del Sindicato de Comercio, de Cavalieri, que no solo no se pone a la cabeza de la lucha, sino que los delegados ligados a la conducción generan miedo entre los trabajadores advirtiendo que quienes se movilicen podrían ser despedidos.
Pero el miedo ya no los detiene, la bronca crece y las acciones impulsadas por las y los autoconvocados son cada vez más masivas. Entre las medidas más destacadas, la semana pasada más de cuatrocientos trabajadores se movilizaron hacia Plaza de Mayo para llevar sus reclamos al gobierno de Fernández. Plan de lucha que continuó este lunes con una masiva concentración en el Ministerio de Trabajo nacional para exigir que el gobierno del Frente de Todos deje su doble discurso y obligue a la patronal a pagar los sueldos, los aportes jubilatorios y de la obra social adeudados. En particular, denunciaron el caso de Soledad Barzola, de 41 años, que transcurre un embarazo de riesgo y le negaron la atención por tener la obra social impaga desde junio de 2020.
Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad venimos acompañando las acciones de los trabajadores que agradecen nuestro apoyo y nos señalan que la izquierda es la única que está presente mientras crece el desencanto con el gobierno peronista de Fernández. Sigamos respaldando esta pelea por el pago de los salarios y contra el vaciamiento de Garbarino.