Escribe Pili Barbas, candidata a legisladora porteña por Izquierda Socialista /FIT Unidad
El día 12 de agosto del 2021 se cumplió el bicentenario de la Universidad de Buenos Aires. Como parte de la misma queremos resaltar cuáles son los cimientos en los cuales se forma, que al día de hoy, ante tantos intentos de avance y ajuste de todos los gobiernos de turno, sigue siendo una de las universidades más importantes de Latinoamérica
El lema “200 años formando futuro”, con el cual celebran las autoridades con el rector Barbieri a la cabeza, parece simplista si pensamos que ellos no reconocen las luchas que se dieron en tantos años de historia para que la Universidad de Buenos Aires sea hoy lo que es. Y sobre todo, carece de perspectivas de los desafíos que tenemos, para defender y para construir una universidad verdaderamente democrática que esté al servicio del pueblo trabajador.
La gratuidad en la universidad y el cogobierno universitario (con representación de docentes, graduadxs y estudiantes) en el consejo superior y consejos directivos, fueron conquistas que se dieron en el marco de movilizaciones y grandes peleas que dio el movimiento estudiantil junto a muchos docentes.
Varias de ellas, también coincidieron con el ascenso y fueron dadas en conjunto con las movilizaciones del movimiento obrero, como lo fue en la Reforma Universitaria de 1918 en Córdoba, que traería para la Universidad de Buenos Aires, unos años después, un aire de luchas que permitieron la autonomía y el cogobierno universitario.
Los grandes logros pedagógicos, culturales y científicos que se pueden reconocer en nuestra universidad junto a las conquistas democráticas estuvieron llenas de contradicciones y conflictos. La UBA en todos estos años, en lo educativo y cultural fue una caja de resonancia de las luchas de nuestro país.
Los años más oscuros y trágicos tuvieron su peso en nuestra universidad, con cientos de estudiantes y docentes desaparecidxs por la dictadura genocida. Años antes, la Noche de los Bastones Largos, había provocado no sólo la represión, sino también el desmantelamiento de numerosos grupos de investigación y la pérdida para el país de más de mil docentes.
Más acá en el tiempo, con el gobierno de Menem se dio el puntapié de uno de los cambios de orientación más significativos en la historia de la UBA. En sintonía con la política imperialista impulsada por el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio se promulgó la Ley de Educación Superior (LES), resistida por toda la comunidad educativa, que al dia de hoy ningún gobierno, ni el Kirchnerismo, ni Macri, ni Alberto Fernandez dieron vuelta atras. Y donde grandes multinacionales se empezaron a involucrar en los planes de estudios y posgrados.
En su bicentenario podemos decir entonces que nuestra universidad, se sostiene por años de luchas y resistencias. Que sigue de pie, ante un ahogo presupuestario que se profundiza año tras año, que se ve reflejado en los miles de docentes ad honorem, en los edificios que se caen a pedazos, en la gran deserción estudiantil por no otorgar dispositivos para estudiar durante la pandemia, en el recorte de becas y en históricamente incumplido derecho de un boleto educativo.
Como parte de la Universidad de Buenos Aires tenemos grandes desafíos. Este aniversario debe celebrarse sin olvidarse del pasado, conscientes de que las conquistas logradas fueron el fruto de luchas, y que esa es la perspectiva para conquistar una universidad democrática, gratuita y de calidad para todxs.
Será una pelea del próximo período poder recuperar la FUBA, hoy en manos de la Franja Morada, y la conducción de los centros de estudiantes, para poder tener las herramientas que permitan organizar al movimiento estudiantil ante todos estos desafíos.