Escribe José Castillo, candidato a diputado nacional CABA, por Izquierda Socialista/FIT Unidad
“Zurdos”, “comunistas”, “socialistas”, en tono de insulto Milei se la pasa etiquetando así a todo el mundo. Para contraponerlo con la supuesta “libertad” que dice defender. Ni el “socialismo” del que habla Milei es tal, ni su libertad tiene nada que ver con aquella a la que aspiran los jóvenes, las mujeres, las disidencias y el pueblo trabajador en general.
El colmo llegó el fin de semana pasado. “Zurdo de mierda” terminó llamando Milei al jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. El tema daría para reírse si no fuera por la peligrosidad de que el discurso ultraderechista de Milei convenza a un sector juvenil, harto con razón de los partidos tradicionales que siempre nos gobernaron.
¿El gobierno de Alberto Fernández y Cristina es de izquierda?
Tildar de “zurdo” a Rodríguez Larreta es tan ridículo que no cabe ni responderle. Pero sí nos interesa analizar otro de los epítetos de Milei: que el actual gobierno del Frente de Todos sería “socialista”. Porque encontramos simpatizantes del kirchnerismo que consideran que se trata de una fuerza política no diríamos “socialista”, pero sí al menos progresista.
Nosotros somos contundentes: no hay nada de esto en el actual gobierno, ni en Alberto Fernández ni en Cristina. Gobiernan para los acreedores externos y el FMI, los salarios se pulverizan y caen las jubilaciones. Milei se aprovecha de la bronca creciente y endilga a todo eso el mote de “socialista”. Pero no es otra cosa que capitalismo, y del peor, prebendario, corrupto y semicolonizado por el imperialismo.
Milei argumenta que el gobierno tiene relaciones de amistad con Cuba o Venezuela. Que, para el candidato libertario serían los grandes “ejemplos” de qué es el socialismo. Nuevamente: eso no tiene nada que ver con el socialismo. Son dictaduras capitalistas, que hambrean a sus pueblos, los reprimen y, algo que no dice Milei, permiten el saqueo de sus riquezas por las grandes multinacionales, las mismas que el candidato de Avanza Libertad admira. Amalgamar eso con el socialismo es una curiosa coincidencia de Milei con Maduro o los dirigentes castristas.
El socialismo y la libertad
El verdadero socialismo, el que pregonamos desde el Frente de Izquierda Unidad no tiene nada que ver con lo que dice Milei. Nuestro socialismo plantea que gobiernen los trabajadores, que el pueblo pague menos impuestos (y los empresarios más), que los salarios y jubilaciones crezcan, que haya salud y educación de calidad. Que las empresas privatizadas se reestaticen, pero no para que las maneje un burócrata, sino para que las gestionen los propios trabajadores. Que cada jóven, cada mujer, sea libre de construir su propio proyecto de vida, y no se vea frustrado por la superexplotación, el desempleo o la miseria.
Nada de esto tiene el proyecto de Milei. Su “libertad” es para los empresarios, para que ellos puedan ganar más, despedir a gusto y no paguen impuestos. Para el pueblo trabajador la única libertad que les ofrece Milei es la de morirse de hambre.
Para Milei el calentamiento global y la crisis ambiental es un invento de los “comunistas”. Lo mismo la lucha contra el machismo, la violencia de género y la misoginia. Su “libertad” se acaba cuando se le plantea el derecho de las mujeres a disponer de su propio cuerpo. Ahí sí Milei exige la presencia del “Estado” para que reprima ese derecho. Milei es machista, misógino, homofóbico, negador de la crisis climática y pro-dictadura. Declara que su “modelo” es el de Menem y Cavallo. Su proyecto es fascista, de ultraderecha. Sólo puede imponerse por medio de una feroz represión. Por eso lleva entre sus candidatos a confesos admiradores de los genocidas de la dictadura.
No podemos dejar que haya jóvenes que, odiando a los partidos tradicionales, opten por Avanza Libertad. Porque además es un fraude: cuando llegue el momento de votar el acuerdo con el FMI, Milei lo hará junto con los políticos del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, a los que hoy denosta.
El Frente de Izquierda Unidad te dice que la “libertad”, a la que todos aspiramos, sólo será realidad cuando gobernemos los trabajadores, cuando comencemos a construir el socialismo. ¡Nosotros defendemos la libertad para el pueblo trabajador, para las mujeres, para las disidencias, para los jóvenes! El único y verdadero voto de ruptura no puede ir a los ultrarreaccionarios: la salida es el Frente de Izquierda Unidad, lista 1A.