Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI

A tres semanas del inicio de la invasión a Ucrania, el imperialismo ruso intensifica sus ataques, bombardeando incluso zonas residenciales, como en Mariúpol y otras ciudades, causando miles de muertos, heridos y una enorme devastación. Tres millones de ucranianos y ucranianas, familias completas, se han refugiado en países europeos. Pese a estos ataques genocidas, la heroica resistencia del pueblo ucraniano ha impedido hasta ahora que puedan tomar la capital Kiev y otras grandes ciudades.

La principal excusa de Putín y de sus defensores en el mundo es que la invasión de Ucrania es “para defender a Rusia” de la OTAN y Estados Unidos. Pero esto es falso. No hay hoy ninguna guerra interimperialista de Rusia con Estados Unidos o la OTAN.
El motivo de la invasión es que Rusia es parte de la crisis económica del capitalismo mundial y vive un gran retroceso económico y descontento popular. Y con la invasión pretende fortalecer el imperialismo ruso con el dominio de Ucrania.  

En los ´90 se restauró el capitalismo en Rusia y la zona de influencia de la antigua URSS. En Rusia se entregó la propiedad de petroleras, gasíferas, bancos y otras empresas, que eran estatales, al grupo de oligarcas amigos de Putín, y se descargó un brutal ajuste económico contra los trabajadores.

Putín aspira a reconstruir el antiguo imperio de los zares. Por eso dijo públicamente que Ucrania no existía como país y que “Lenín se equivocó” al darle derecho a la autodeterminación e independencia en la revolución rusa de 1917.
Hay que recordar que Putín ya anexó Crimea en 2014 (que era parte de Ucrania), intervino militarmente en Siria para apoyar al dictador Al Assad, envió tropas este año a Kazajistán para apoyar a su gobierno contra la protesta popular, y antes con intervenciones militares en Georgia y Chechenia, ya dio pasos muy importantes para consolidar el imperialismo ruso.

¡Viva la resistencia popular ucraniana!

Todo indica que Putín esperaba tomar fácilmente Kiev (capital de Ucrania de cuatro millones de habitantes) e instalar un gobierno títere en pocos días. Pero hasta ahora los invasores fueron frenados por una heroica resistencia popular. Por eso Rusia apela a refuerzos, contratando a miles de mercenarios, muchos de los cuales ya actuaron en Siria a favor del carnicero Al Assad.

Las tropas rusas podrían llegar a tomar Kiev, como ya tomaron la ciudad de Jersón (300.000 habitantes) al sur de Ucrania. Pero lo más probable es que, aún en ese caso, la resistencia popular continúe. En la propia Jersón, ahora ocupada por los rusos, una ciudad mayoritariamente de lengua rusa (idioma de un 30% de los ucranianos), hay manifestaciones de protesta de miles de personas contra la ocupación rusa.

Solidaridad internacional

Se está extendiendo un amplio movimiento internacional de solidaridad con el pueblo ucraniano, contra los invasores y contra la guerra.

En Rusia, declaraciones de sindicatos y miles de manifestantes en las calles se oponen a la invasión desde los primeros días. Miles fueron reprimidos y encarcelados. Putín promulgó una ley que prohíbe manifestaciones callejeras y hablar de “invasión”, con penas de quince años de cárcel.
También se movilizaron centenares de miles de personas en diversos países europeos, se pronunciaron centenares de sindicatos y organizaciones populares de todo el mundo y obreros portuarios de Gran Bretaña, Holanda y Estados Unidos declararon que no trabajarán con buques provenientes de Rusia.

Este movimiento internacional, junto a la resistencia del pueblo ucraniano, son claves para derrotar al imperialismo ruso y obligar a los invasores a retirarse de Ucrania.

¡No a la OTAN ni a los pactos militares con Estados Unidos!

La OTAN es la alianza militar de Estados Unidos y los países imperialistas europeos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, España, Portugal, Italia, Holanda y Bélgica. En los últimos treinta años, se  extendió al este de Europa integrando a los países que restauraron el capitalismo, Polonia, Rumania, Bulgaria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Lituania, Letonia, Estonia, ex Yugoslavia, que son hoy países semicoloniales de la Unión Europea.

Estados Unidos y los países imperialistas que integran la OTAN son responsables de decenas de invasiones, bombardeos, y tienen centenares de bases militares en todo el mundo (entre ellas la de Gran Bretaña en Malvinas). La OTAN es el brazo militar del imperialismo de Estados Unidos y Europa para sostener su dominación en el mundo.   

Estados Unidos tuvo en el 2021 un gasto en armas de 780 mil millones de dólares. Gran Bretaña, Alemania y Francia bordean los 60 mil millones cada una. Estados Unidos y sus aliados sostienen a Israel como enclave imperialista para mantener la ocupación de Palestina y dominar Medio Oriente.

En ninguna parte del mundo Estados Unidos y los imperialistas europeos con su OTAN defendieron la independencia, libertad y autodeterminación de ningún pueblo. Tampoco están defendiendo al pueblo ucraniano.
Por eso luchamos por la disolución de la OTAN y en cada país por la ruptura con la OTAN y de todos los pactos militares con Estados Unidos y países imperialistas europeos.

La lucha contra los invasores y por la independencia de Ucrania

En Ucrania también se restauró el capitalismo y sus oligarcas se adueñaron de la antigua propiedad estatal y se asociaron a multinacionales europeas y yanquis, provocando un gran retroceso en la economía popular. También el gobierno capitalista de Zelensky solicitó unirse a la OTAN, supuestamente para defenderse de Rusia. Los hechos han demostrado hoy que la OTAN no defiende a Ucrania.

Por eso no confiamos en el gobierno de Zelensky. Sólo un gobierno del pueblo trabajador ucraniano podrá lograr una real independencia, terminar con el dominio de las multinacionales y oligarcas, y la recuperación de la economía popular.
Ahora la pelea concreta pasa por derrotar la invasión de Putin y Rusia. Es una pelea difícil, por la superioridad militar del invasor.

Pero mientras se mantenga la resistencia popular, la lucha va a seguir abierta y nosotros, como luchadores antiimperialistas y socialistas, seguiremos estando en el campo militar de Ucrania llamando a la solidaridad de trabajadoras, trabajadores y pueblos en todo el mundo.