Escribe Claudio Funes
Los salarios registrados (con aportes a la Seguridad Social) vienen perdiendo poder adquisitivo en relación a la inflación desde hace cuatro años. Veamos:
• En 2018, el salario aumentó el 30,6% y la inflación interanual fue del 47,6%: pérdida 11,5%.
• En 2019, la suba salarial fue de 44,4% y la inflación del 53,8%: pérdida del 6,1%.
• En 2020, los salarios subieron 34,9% y la suba de los precios el 36,1%: pérdida 0,8%.
• En 2021, la suba salarial fue del 53,4% contra una inflación del 50,9%: ganancia 1,66%.
La pérdida salarial acumulada de los últimos cuatro años fue del 20%.
Mientras los trabajadores pierden, las grandes patronales y multinacionales se llenan sus bolsillos. El grupo Arcor (alimenticia) registró un fuerte salto en sus ganancias durante 2021: alcanzaron los 19.918 millones de pesos (aproximadamente 184 millones de dólares al tipo de cambio oficial), frente a los 5.441,8 millones de pesos del ejercicio anterior.
Por su parte, la banca privada obtuvo ganancias netas por más de 133.000 millones de pesos. Performance que mejorará en 2022 gracias a la suba de tasas de interés acordada entre el gobierno y el FMI.
Las empresas del sector oleaginoso-cerealero establecieron un récord histórico. Liquidaron exportaciones por casi 33.000 millones de dólares. Se hicieron de fabulosas ganancias ya que la rentabilidad en algunos casos supera el 40%, aun descontando las retenciones de las que tanto se quejan.
Durante 2021 los fabricantes de autos y las concesionarias obtuvieron márgenes de rentabilidad récord, debido a la baja oferta de cero kilómetro y los consiguientes sobreprecios. No hay datos públicos sobre los márgenes, pero según detallaron fuentes de la industria, la rentabilidad por cada unidad vendida en la Argentina es superior a la que se logra en cualquier país de la región. Ganaron más vendiendo menos.
Hay más datos que nos ilustran. Según la Cuenta Generación de Ingresos e Insumo de Mano de Obra del Indec, la masa salarial retrocedió del 48% del Producto Bruto Interno (la riqueza total que produce un país) al 43,1%. Con respecto a 2017 la caída es aún mayor: del 51,8% al 43,1%. Mientras la ganancia de los grandes empresarios se incrementó del 46,4% del PBI al 54,3% entre 2017 y 2021.
Estas ganancias empresariales no “derraman” en nuevos puestos de trabajo en blanco, aunque Alberto Fernández proclame lo contrario. El empleo total creció en el tercer trimestre de 2021 respecto a igual período de 2020, el 8%. Pero si observa solo el empleo asalariado, que creció 7%, se podrá distinguir que, de esa masa, el de los no registrados aumentó 18,8%, mientras el de los registrados lo hizo solo el 2,4%. Es decir, lo que más aumentó en este período es el trabajo precario o en negro.
En síntesis: con el gobierno del Frente de Todos aumentan las ganancias de los empresarios y el trabajo informal, y bajan los salarios.