Escribe Raquel Osorio

La muerte de un trabajador, recolector de residuos, y un listado de reivindicaciones no atendidas fueron los detonantes de un fuerte paro de municipales en Posadas, Misiones, nucleados en el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Posadas (Soemp). El conflicto destapó la precarización y los bajos salarios que imponen los gobiernos “renovadores” provincial y municipal (alianza peronista/radical, que se jacta de liderar un proyecto misionerista). Un triunfo parcial que fortalece a los trabajadores posadeños.

El pasado martes 21 de junio, a partir de las 20, los trabajadores municipales iniciaron un paro. Con piquetes en la Ruta 12 (Base de Servicios Públicos El Zaimán), y cortes de calles en inmediaciones del edificio municipal y restantes bases municipales en la ciudad, exigieron mejoras en las condiciones laborales, pase a planta permanente de personal contratado y aumento salarial, “Le pedimos aumento y nos dieron cinco mil pesos en cuotas, es una vergüenza” declaraba un delegado.

El miércoles, con una orden judicial que determinaba el desalojo de la base El Zaimán, para liberar la circulación de camiones recolectores de residuos, la policía directamente reprimió con balas de goma a los trabajadores que se hallaban en asamblea permanente, quienes resistieron a la embestida policial. La circulación viral de imágenes de los municipales lesionados potenció la simpatía y el apoyo al conflicto por parte de la población.

Un sector de delegados rechazó la conciliación, y exigió que las negociaciones se llevaran adelante en el sindicato garantizando no reprimir a los operarios que se encontraban en ese momento en las bases. El jueves 23 los empleados municipales levantaron el paro y  finalmente acataron la conciliación obligatoria. El Soemp, la fuerza de la lucha y el repudio generalizado a la represión hizo que se llegará a un acuerdo con una serie de mejoras, quedando fuera las relativas a la seguridad laboral. Según expresó Daniel Porto, secretario general del sindicato, un número importante de trabajadores contratados pasará a planta permanente de a grupos de cinco y teniendo en cuenta la antigüedad en un lapso de seis meses.

El detonante del conflicto fue la trágica muerte, el pasado 15 de junio, de Maximiliano Villalba, un “corredor” de veintiséis años que mientras desempeñaba su tarea como recolector de residuos fue aplastado por el camión. Maximiliano tenía siete años de antigüedad y estaba contratado sin relación de dependencia, por lo que la ART no le cubrió la indemnización.

Los municipales de Posadas desempeñan sus funciones en tres grandes grupos: sin relación de dependencia, con relación y planta permanente. Los del primer grupo, que llegarían a 3.000, cobran en negro, por lo que no tienen aportes jubilatorios ni obra social, y como vimos, con una ART que no cubre todos los riesgos. Les renuevan el contrato cada tres meses. Los que están bajo relación de dependencia cobran en blanco y por lo tanto les realizan el aporte jubilatorio, tienen obra social y les dan tickets que pueden canjear en ciertos comercios. Renuevan su contrato cada año. Por último, están los de planta permanente que son los mejor remunerados. Dependiendo de la categoría llegan a los 90.000/95.000 pesos, esta suma es incluyendo los tickets, que representan, en todos los casos, 20.000 pesos.

Estamos describiendo una estructura de trabajo totalmente precaria y de bajos salarios que ya le costó la vida a tareferos (recolectores de yerba), empleados de Luz y Fuerza, de la construcción y hoy a un “municipal”. Sin embargo, el intendente Stellato con total cinismo participó en la Cumbre de las Américas y expuso sobre el “desarrollo sustentable y la transformación de las ciudades inteligentes, la modernidad y la gestión”. Luego de esta pedante intervención y de regreso a la realidad, el paro lo chocó como un tren de frente.

Contra la represión del intendente Stelatto y la demonización de los trabajadores por parte de la prensa afín al gobierno, no se pudo esconder la legitimidad de sus reclamos, la precarización ni los bajos salarios que padecen.

La lucha de los municipales de Posadas es la muestra de que ese es el único camino para la conquista de derechos, aun los más elementales. Aunque degradado por la burocracia, fue un triunfo que fortalece a los trabajadores.