Escribe Mariano Barba
El jueves 14 de julio decenas de miles de desocupados convocados por la Unidad Piquetera marcharon por el centro de Buenos Aires y en otras plazas del país reclamando un bono de 20.000 pesos, la elevación del salario mínimo a 100.000 pesos y la ampliación de la asistencia social. Marcharon hasta Plaza de Mayo, se establecieron en ese lugar durante gran parte del día y solicitaron a la vez ser atendidos por la nueva ministra de Economía. Participaron de la misma la veintena de organizaciones que conforman la Unidad Piquetera, entre las que están el Polo Obrero y el Movimiento Sin Trabajo Teresa Vive, integrantes del FIT Unidad. De forma paralela y simultánea los movimientos sociales que integran el Frente de Todos encabezados por la UTEP de Juan Grabois realizaron una protesta frente al Congreso de la Nación para exigir que aprueben una ley que imponga el Salario Básico Universal de 14.000 pesos, propuesta con la cual tenemos una polémica. Y en la jornada del 14 se hicieron presentes en la marcha piquetera combativa. Tal es la gravedad de la crisis que los defensores del gobierno están obligados a acercarse a los reclamos de los movimientos piqueteros combativos.
Por una solución de fondo
Además de apoyar el reclamo inmediato como lo es el bono de 20.000 pesos exigido por la Unidad Piquetera para paliar hoy la lacerante miseria y contrarrestar algo la inflación, y la universalización de los planes sociales, desde Izquierda Socialista impulsamos soluciones de fondo porque de lo contrario la miseria y la desocupación seguirán creciendo. No compartimos el proyecto de Salario Básico Universal presentado en mayo de este año por los tres diputados nacionales de Patria Grande que ascendería a un monto mensual de 14.000 pesos, el cuál sólo servirá para consolidar la pobreza. Lo mismo decimos sobre el otro proyecto impulsado por Cristina Kirchner (ver página 4). Más allá del nombre que adquiera lo que importa es que el monto no sea de indigencia. Decimos que bien podría haber un Seguro al Desempleado que tendría que ser con un monto de 100.000 pesos para no caer bajo la línea de pobreza en camino de lograr el valor de la canasta familiar.
Solo una salida de fondo puede generar los millones de puestos de trabajo genuinos que se necesitan. Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad proponemos (como lo hicimos con el proyecto de ley de la diputada Schlotthauer y del diputado Giordano) la construcción de 500.000 viviendas populares que darían ocupación a dos millones de desocupados. Es decir, trabajo genuino. La construcción de obras públicas como escuelas y hospitales, también incrementarían la ocupación genuina.
¿De dónde sacar los fondos? Del no pago de la deuda externa al FMI y a los usureros privados. Es la única propuesta realista que este gobierno no está dispuesto a aplicar porque ha delineado un mayor ajuste para cumplir con el FMI.