Jul 06, 2024 Last Updated 8:25 PM, Jul 5, 2024

Una LEY para RE-FUNDIR el país


Escribe Mónica Schlotthauer, diputada nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Entre gallos y medianoche, la Cámara de Diputados acabó aprobando la Ley Bases con la complicidad de PRO, la UCR, el bloque de Pichetto, la Coalición Cívica y los partidos provinciales. Un paquete de leyes anti obreras que beneficia a los grandes empresarios, a las multinacionales del saqueo. Fue un “pacto de gobernabilidad” de Milei con los partidos patronales para que siga con su plan motosierra como lo pide el Fondo Monetario.

Se trata de un paquete de leyes regresivas, por eso la bancada del Frente de Izquierda no tuvo ninguna duda en rechazar de plano todos los artículos del paquete fiscal y de la Ley Bases. No hay nada de nuevo en este proyecto del ultraderechista Milei, son medidas reaccionarias que ya se aplicaron en los años ´90 con Menem y el Partido Justicialista y fracasaron. Dejaron un ejército de desocupados y las empresas del estado fueron entregadas por monedas a manos privadas. Privatizaciones que nos llevaron a tragedias anunciadas, como la masacre de Once con 52 muertos y 700 heridos, al vaciamiento de Aerolíneas Argentinas o la destrucción de YPF. Políticas que lejos de llevarnos al primer mundo como nos prometían, nos hundieron en la desocupación y la miseria.

Por eso cada vez que este proyecto fue al Congreso, el gobierno de Milei tuvo que montar un descomunal operativo represivo, única forma de pasar medidas que son rechazadas por las y los trabajadores, jubilados y sectores populares, como las facultades delegadas otorgadas a un presidente que dice que quiere destruir el Estado. Que propone una reforma anti laboral, que vuelve con el impuesto al salario, que ofrece privatizaciones como la del ferrocarril y otros servicios esenciales, mientras por otro lado le otorga enormes privilegios a las grandes multinacionales.

El RIGI un proyecto a la medida de las multinacionales

El Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) es uno de los aspectos más nefastos del proyecto. Es uno de los puntos centrales de la propuesta de Milei que incentiva inversiones en minería, petróleo, gas y probablemente agroindustria mediante políticas de exención impositiva, fiscal y aduanera por un período de treinta años. Una política que proyecta un país que se consolide como productor primario, con escasa contratación de mano de obra y con carta blanca para que las multinacionales determinen los negocios sin control del estado. Una ley que no solo es anti obrera y anti popular, sino que pretende callar la boca a los pueblos que reclaman contra los desastres ambientales y la contaminación del agua producida por megaminería extractivista.

Es una ley que nace manchada por la corrupción de toma y daca de Milei con sectores de parlamentarios y gobernadores. En el senado el proyecto pasó con compra de votos a cambio de embajadas, con promesas de favorecimientos y con partidas especiales a los gobernadores que consiguieron los votos favorables. Un negocio en el que entraron gobernadores peronistas de Unión por la Patria como Jaldo de Tucumán o Jalil de Catamarca. Fue lamentable el papel del peronismo en su conjunto que se limitó a criticar estas leyes por inconstitucionales para terminar diciendo que se postula para “restituir” todo lo que se está perdiendo con Milei si gana las elecciones en 2027.

Una vergüenza, porque su política es dejar correr el brutal ajuste de Milei pensando en las próximas elecciones mientras se suceden decenas de miles de despidos, tenemos jubilaciones de hambre, se ataca y destruye la educación y la cultura y se entrega el patrimonio y las riquezas del subsuelo a las grandes multinacionales. Tampoco la CGT llamó a movilizar contra la votación en el Congreso ni le dio continuidad al plan de lucha con 36 horas de paro para enfrentar estas medidas reaccionarias, demostrando su complicidad con los partidos patronales para que no les toquen las cajas sindicales. Solo el sindicalismo combativo y la izquierda enfrentamos de forma consecuente las políticas del gobierno.

La Ley Bases se votó pero la lucha continúa

Los partidos patronales demoraron seis meses para aprobar la primera ley del gobierno ultraderechista de Milei. Eso fue así, porque durante todo ese tiempo la resistencia a las medidas del plan motosierra fue muy grande. En este corto tiempo se realizaron importantes movilizaciones, dos paros generales e infinidad de huelgas por sectores contra los ataques del gobierno que inhibían a los políticos patronales a votar estos proyectos sin pagar las consecuencias. Finalmente, la “oposición amiga”, acabó aprobando el proyecto a cambio de favores.

Ningún artículo de esta ley nos beneficia, al contrario, con esta política, la tendencia es a que se profundice el desempleo, la desinversión de proyectos sociales, la pérdida salarial y jubilatoria y que aumente la miseria. Desde nuestra bancada de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad y desde el sindicalismo combativo, te convocamos a continuar la lucha por nuestros derechos y a exigirle a la CGT y las CTA un verdadero plan de lucha para derrotar el plan motosierra de Milei y el FMI.

Desde su bancada, Monica Schlotthauer promueve la campaña Salvemos al Tren

 

 

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