Escribe Adolfo Santos
En 2018, el entonces candidato a presidente Alberto Fernández declaraba: “Vamos a dejar de pagar los intereses de las Leliq (letras de liquidez del Banco Central) que la Argentina está pagando todos los días y con eso vamos a dar aumento a los jubilados”. Pasados cuatro años, no solo los jubilados no recibieron los aumentos prometidos, sino que el dinero destinado al pago de los especuladores con estas letras de liquidez alcanza cifras astronómicas.
Las Leliq son títulos que emite el Banco Central y los vende a los demás bancos, ofreciéndoles jugosos intereses, para recaudar pesos. De esa forma, trata de evitar que el dinero se vaya al dólar, retira plata de circulación para enfriar la economía y bajar la inflación. En la práctica acaba encareciendo el crédito. Porque, justamente para que esos papeles sean atractivos, ofrece altas tasas de interés a los banqueros.
Pasados cuatro años, el presidente peronista Alberto Fernández, que criticaba al gobierno de Macri por ofrecer tasas obscenas por las letras del Central, no solo continúa emitiendo esos títulos sino que paga el doble de intereses a los bancos. En 2018, se pagaban 56.944 millones de pesos mensuales por los intereses de las Leliq. En 2022, el gobierno del Frente de Todos paga 401.000 millones de pesos por ese concepto. Ese es uno de los motivos por los que no hay “heladeras llenas” y mucho menos mejora de haberes para las y los jubilados.
Como el gobierno anterior, el peronismo continúa cuidando los intereses de los banqueros y no de los jubilados y trabajadores en general. En septiembre, la fórmula de ajuste por movilidad (sacando la suma fija) va a producir una pérdida de casi el 16% de los haberes jubilatorios mientras los banqueros continúan llevándosela en pala. Con las actuales tasas de interés, el desembolso del gobierno para la bicicleta de las letras representa el 130% de lo que se destina mensualmente para jubilaciones.
Es un escándalo que una de las más duras variantes del ajuste para pagarle al sistema financiero recaiga sobre los jubilados. Exigimos un inmediato aumento para el sector que cubra el costo de la canasta del jubilado calculada por la Defensoría de la Tercera Edad al 30 de junio en 107.000 pesos (con gastos de vivienda). Para eso no solo se debe dejar de emitir y pagar las Leliq, sino que se debe romper con el FMI y suspender el pago de la inmoral deuda externa.