Escribe Mercedes de Mendieta, legisladora porteña por Izquierda Socialista / FIT Unidad
El PRO y sus aliados (UCR, PS y otros) se juegan a votar este jueves en la Legislatura Porteña un presupuesto 2023 de ajuste. Bajo la presentación de ser un presupuesto que “ordena la finanzas públicas” y que prevé un “déficit cero y desaceleración de la economía”, el gobierno de Larreta busca postularse para la disputa presidencial en la interna de Juntos por el Cambio y de cara al imperialismo yanqui como un gran aplicador de un plan de austeridad.
Mientras tanto, el Frente de Todos critica a Larreta por no traer a los ministros a explicar sus partidas para el 2023, y los recortes en el presupuesto de la Ciudad, que ellos mismos aplican a nivel nacional. Es que si bien en la Ciudad de Buenos Aires juegan de oposición, vienen de votar en el Congreso Nacional con un sector de Juntos por el Cambio un presupuesto de ajuste acordado por Massa con el FMI en Estados Unidos, dónde lo único que aumenta son los servicios de la deuda externa en un 109%. Los liberfachos de Milei, por su parte, critican a Juntos por el Cambio por no imponer un mayor ajuste. Solo el Frente de Izquierda-Unidad enfrenta el saqueo que estos presupuestos imponen sobre el conjunto de la clase trabajadora, las mujeres y disidencias y la juventud.
Veamos en lo concreto. Mientras los impuestos como el ABL y las patentes se actualizarán de manera mensual en base a la inflación, los aumentos salariales de trabajadoras y trabajadores no tendrán el mismo criterio. Mientras, las consultoras ya analizan una inflación de casi 90%. Nuevamente iremos a un año de grandes luchas por el salario, como ocurre actualmente con la #MareaBlanca de residentes y concurrentes de los hospitales públicos que pelean contra la miseria salarial. Y esto no es todo, mientras Larreta y el PRO dicen estar por la baja de impuestos, donde gobiernan mantienen el escandaloso impuesto del 1,2% sobre los consumos de tarjetas de crédito, que muches trabajadores utilizamos para ir al supermercado porque no llegamos a fin de mes.
Quedan claras las prioridades: el presupuesto que más viene subiendo en la era PRO es el de seguridad, mientras la lucha de docentes y les pibis secundarios viene poniendo en evidencia el vaciamiento de la educación pública. Sin embargo, desde que Larreta gobierna la Ciudad se pasó de un 22,8 en 2015 al 16,8% para el año que viene. En lo que respecta al problema habitacional, el presupuesto del IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad que, por ejemplo, tiene a cargo las urbanizaciones de los barrios populares) baja del 1,1 al 0,9% del total. A la vez, será el presupuesto más bajo de la historia en cultura, representando solo el 1,5% del total.
Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad llamamos a movilizarnos a la legislatura el día de su tratamiento, en el marco del paro docente de Ademys y otros gremios y de la #MareaBlanca, contra este nuevo presupuesto de ajuste.