Escribe José Castillo
Esta semana el gobierno de Alberto Fernández le hará dos nuevos pagos al FMI: uno por 692 millones de dólares y otro por 710 millones. En conjunto, más de 1.400 millones de dólares. Dinero que, como hemos explicado montones de veces, podría ser aplicado para resolver las más urgentes necesidades populares. Al tipo de cambio que se le reconoce a los especuladores (Contado con Liqui o Mep, o sea 380 pesos por dólar) son 532.000 millones de pesos. Según el portal Reporte Económico, el costo de construcción de una vivienda social es de 10 millones de pesos, por lo que estamos diciendo que lo pagado solo en esta semana al FMI equivale a 53.200 viviendas. A cuatro trabajadores por vivienda, se pudieran haber generado más de 200.000 puestos de trabajo genuino.
Desde que asumió el gobierno del Frente de Todos, con este pago se llevarán abonados al Fondo más de 6.000 millones de dólares solo en concepto de intereses. Esto quiere decir que todavía no se ha cancelado ni un peso de los 45.000 millones que se adeudan de capital.
El acuerdo firmado en marzo pasado por el entonces todavía ministro Martín Guzmán exige el cumplimiento de un durísimo y creciente ajuste (achicar el déficit a 2,5% del PBI en 2022, a 1,9% en 2023 y a 0,9% en 2024). En contrapartida, durante el recién finalizado 2022, el FMI envió una masa de dinero equivalente a los vencimientos de ese año. Esto ya no sucederá en 2023. Ahora, además de cumplir con las pautas de ajuste arriba mencionadas, habrá que abonar intereses por 3.500 millones de dólares de más que todos los desembolsos del Fondo en el año. Y todo esto sin hablar de la montaña impagable que se viene para 2024 y 2025. Se trata de la mejor demostración de que no hay salida si seguimos con los pagos de deuda y el acuerdo con el FMI.