Escribe Adolfo Santos
El acuerdo entre el ministro de Economía Sergio Massa y un grupo de grandes gremios para negociar las paritarias, teniendo como referencia una inflación anual de 60% y encima en dos cuotas semestrales de 30%, es una nueva traición de la burocracia sindical. Aunque algunos sectores de la CGT trataron de minimizar este nefasto entendimiento con el gobierno del Frente de Todos, la UTA, bancarios, textiles, Smata, Comercio, Sanidad, Uocra y los estatales de UPCN, estarían dispuestos a negociar salarios a partir de esta premisa.
No hay nada de nuevo en el papel patronal de una dirigencia sindical enquistada en los sindicatos desde hace décadas. Lejos de preocuparse por el empobrecimiento creciente de los asalariados, se sienta a negociar con el gobierno responsable de una inflación anual que ronda el 100%, que pretende colocar el salario y las jubilaciones como una de las principales variantes del ajuste. Una dirigencia sindical al servicio de los intereses patronales y del gobierno peronista.
Aunque algunos sectores del sindicalismo tratan de desmarcarse de este acuerdo, todos terminan jugando para el gobierno del Frente de Todos. Como declaró la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, “Hay buena voluntad de los gremialistas para trabajar con esos parámetros. Es nuestra tarea lograr este acuerdo […] les pedimos que trabajemos todos juntos para una reducción de la nominalidad (de los salarios) porque creemos que es factible poder reducir la inflación”. Mentira, es el viejo y repetido verso de que reduciendo los salarios se puede contener la inflación.
No podemos aceptar este acuerdo entre la burocracia y el ministro Massa, como no aceptamos la imposición de techos salariales en años anteriores. Atentos a las negociaciones paritarias, debemos exigir asambleas de base para discutir planes de lucha, para conquistar aumentos que superen la inflación, exigiendo cláusula gatillo para los reajustes y rechazando los aumentos en cuotas. Por otro lado, tenemos que luchar por nuevas direcciones sindicales, independientes de los patrones y de los gobiernos, que prioricen la democracia sindical y la lucha como métodos de conquista. Es el ejemplo que nos dejan las conducciones del Plenario del Sindicalismo Combativo como los ferroviarios del Sarmiento, los del neumático del Sutna, las direcciones Multicolor en docentes, entre otros sectores sindicales que debemos fortalecer para superar a la traidora burocracia sindical.