Escribe Mercedes Trimarchi, legisladora electa por Izquierda Socialista/FIT Unidad
El #8M2023 no fue una fecha más dentro del calendario feminista. Fue una jornada de lucha en la que decenas de miles nos movilizamos contra la violencia patriarcal, la discriminación laboral, por la separación de las iglesias del Estado y por la efectiva implementación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) entre otras demandas. Reclamos que centralmente son dirigidos a los gobiernos, que con sus políticas de ajuste son responsables de nuestro empobrecimiento.
También fue una demostración de fuerza para los representantes de la reacción eclesiástica y patriarcal como los antiderechos de Milei. Las fotos aéreas de ambas plazas (Congreso y Plaza de Mayo) colmadas de gente muestra que el movimiento feminista sigue de pie y dispuesto a dar pelea frente a cualquier ataque conservador que afecte nuestras conquistas conseguidas con la movilización.
¿Por qué hubo dos marchas en Buenos Aires?
Si bien en algunas provincias las convocatorias al #8M ya venían siendo divididas, en CABA es la primera vez que se dan dos movilizaciones. Una encabezada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto (CABA) junto a las organizaciones feministas independientes, familiares de víctimas de femicidios y trans-travesticidios, sindicatos combativos y el Frente de Izquierda-Unidad que se encolumnó hacia la Plaza de Mayo y la otra, convocada por el Frente de Todos, un sector de las periodistas Ni una Menos y la burocracia sindical que se dirigió al Congreso.
Tal como escribimos en la nota publicada el 7/3/23 en la página web de Izquierda Socialista: “Esta división en la movilización del #8M es un hecho nuevo que responde a las diferencias políticas que se vienen desarrollando dentro del movimiento feminista producto de la coptación de un sector de las organizamos de mujeres y disidencias por parte del gobierno peronista del Frente de Todos, Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio Massa.” La institucionalización de un sector del feminismo popular junto a sus referentes, que hoy son funcionarias del gobierno ajustador, es uno de los factores fundamentales de la división.
También lo es el debate acerca del carácter de la jornada. Porque en el marco de la huelga internacional feminista, definir qué tipo de acción necesitamos las mujeres y disidencias para visibilizar nuestros reclamos fue crucial. El paro es nuestra herramienta histórica de lucha, como parte de la clase trabajadora y en Argentina las centrales sindicales como la CGT y las CTA no convocaron a la huelga, dejando a miles de trabajadoras sindicalizadas sin la posibilidad de parar. Eso sí, en algunos organismos del Estado se otorgó asueto a las trabajadoras mujeres para no dejar de ser “políticamente correcto”. El asueto no es huelga, la medida pierde fuerza, se impone desde arriba y se patrocina desde los escritorios del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.
Los desafíos del feminismo socialista
El movimiento feminista es un movimiento amplio y heterogéneo que centralmente pelea por los derechos de las mujeres y disidencias. En él intervienen las corrientes políticas con sus respectivas tácticas y estrategias. Así por ejemplo, en la #MareaVerde confluimos diferentes organizaciones en la lucha por el derecho al aborto. Pelea que nos mantenía unidas en las calles a pesar de nuestras diferentes estrategias.
Desde Isadora y Disidencias en Lucha junto a Izquierda Socialista/FIT Unidad somos parte del feminismo socialista. Enfrentamos todas las injusticias del capitalismo patriarcal. Nos mantenemos en estado de alerta y movilización frente a cualquier amenaza que intente arrebatar nuestras conquistas pero con un norte claro: peleamos por un gobierno de la clase trabajadora que siente las bases de una sociedad socialista, sin opresión patriarcal ni explotación capitalista. Te invitamos a organizarte junto a nosotras y nosotres.