Escribe Mercedes Trimarchi, legisladora porteña electa Izquierda Socialista/FIT Unidad
El pasado 22 de marzo se cumplieron 150 años del nacimiento de Julieta Lanteri y Google le dedicó su doodle (diseño que decora la página principal del buscador) en homenaje a la médica y referente feminista que marcó un hito en la lucha por la conquista de los derechos de las mujeres en nuestro país.
Lanteri es reconocida por ser la primera mujer en votar en Argentina y en América Latina, así como ser la primera en ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Lanteri nació en Italia, en 1873. Fue la segunda hija de un matrimonio de clase media que, en busca de nuevos horizontes, se trasladó a Buenos Aires en 1879. En 1886 fue la primera mujer egresada del Colegio Nacional de La Plata. Luego, ingresó a la Facultad de Medicina de la UBA pese a que no estaba permitido que cursen allí mujeres. Sin embargo, tras presentar un recurso ante el decano, logró su incorporación y se recibió de farmacéutica en 1898. Ocho años después, en 1906, culminó sus estudios de medicina.
En 1910 obtuvo formalmente la ciudadanía argentina. Al año siguiente, la municipalidad de Buenos Aires llamó a los ciudadanos residentes que “ejercieran una profesión liberal y paguen impuestos”, con la finalidad de renovar y actualizar los datos del padrón electoral para las inminentes elecciones de concejales. Al no especificar si incluía a hombres o mujeres Julieta se contactó con la Justicia Electoral y les realizó el pedido de votar. Pese a algunas objeciones, el juez aprobó la petición y, de esa manera, lo logró. Recordemos que el voto femenino en nuestro país recién se aprobó en 1947, treinta y seis años después de que por primera vez votara Lanteri. Después de este acontecimiento, el Concejo Deliberante de la ciudad sancionó una ordenanza que prohibía explícitamente el voto femenino.
En 1919 se acercó a la Junta Electoral y se postuló como candidata a diputada (porque las mujeres no podían votar, pero nada impedía formalmente que fueran candidatas). Sostuvo que: “La Constitución emplea la designación genérica de ciudadano sin excluir a las personas de mi sexo. La ley electoral no cita a la mujer en ninguna de sus excepciones”. Una vez más, le dieron la razón y obtuvo el 1% de votos, todos de hombres ya que las mujeres aún no podían votar.
En el marco de la primera ola de luchas feministas (fines del siglo XIX y principios del XX) Lantieri junto a otras referentes encabezaron en nuestro país, a la par de la lucha por el derecho al sufragio universal, la pelea por mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras contra la carestía de la vida. A su vez, exigían el derecho al divorcio y terminar con el poder de la Iglesia. En 1922 Lantieri escribió: “Arden fogatas de emancipación femenina, venciendo rancios prejuicios y dejando de implorar sus derechos. Éstos no se mendigan, se conquistan”. Frase que tiene plena vigencia para las luchas feministas actuales.