Escribe José Castillo
Alrededor de cinco millones de hogares del área de CABA y el Gran Buenos Aires están empezando a recibir sus boletas de luz y gas con la quita total del subsidio, tal como reclama el FMI.
En el caso de la electricidad, una boleta promedio que hace un año estaba en 2.000 pesos ahora abonará 11.000, con un incremento del 500%. Para el gas, se calcula que el incremento será de 179%.
El Frente de Todos repite así, en el final de su mandato, lo que hizo el macrismo durante su gobierno, elimina los subsidios a las empresas privatizadas, pero les garantiza a estas la continuidad de sus superganancias, a costa del bolsillo del usuario.
Edenor y Edesur, empresas que acumulan miles de denuncias por apagones, pésima calidad del servicio y un permanente no cumplimiento de las inversiones mínimas que están en los propios pliegos de la concesión, son una vez más premiados con estos tarifazos.
Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad volvemos a insistir, ¡esto no va más! La única salida pasa por la rescisión de todos los contratos a las empresas de servicios públicos privatizados y su reestatización, pasando a funcionar gestionadas por sus propios trabajadores y usuarios. Sólo así se podrán brindar servicios con la calidad adecuada y con tarifas sociales para quiénes las necesiten.