Escribe Guillermo Sánchez Porta
Una verdadera rebelión docente estalló en Salta, junto a trabajadores de la salud, estatales y estudiantes. Rechazan la “recomposición salarial” del gobierno peronista de Gustavo Sáenz, que fue aceptada una vez más por la burocracia sindical. El paro, movilizaciones y cortes llamados por los Autoconvocados de Salta son enormes y ponen en jaque al gobierno provincial. Hay que unir ya las provincias en lucha.
No es la primera vez que los “autoconvocados” llaman a paros desbordando a los sindicatos de base de Ctera, UDA, CEA y demás burocracias provinciales. Hace años que la historia se repite: el gobierno de Sáenz pacta salarios miserables a la baja en paritaria, los burócratas aliados aceptan y la docencia se reorganiza autoconvocándose y luchando. Varias veces, como este año de nuevo, lograron que el gobierno los citara a ellos para negociar. Pero primero hacen tremendos paros y movilizaciones. El 25 de mayo el gobierno comenzó la represión a los cortes parciales de ruta. Días después directamente reprimieron con palos, balas de goma y detenciones a más de veinte docentes que estuvieron incomunicados, impidiendo el ingreso de abogados y organismos de derechos humanos. El gobernador salió a desmentir lo que los videos mostraban, diciendo que “no hubo represión” y que sólo se utilizaron “armas y balas de juguete como las que usan nuestros hijos”. ¡Caradura!
Multitudinaria movilización, gobierno represor jaqueado
Los concejales y diputados provinciales fueron escrachados por sus sueldos de más de un millón de pesos. Muchos hicieron declaraciones contra la docencia, absolutamente repudiables. La jueza Zunino, a cargo de ordenar la represión, se justificó diciendo que acusaba a los docentes de “secuestro extorsivo a la población” por realizar cortes de ruta y movilizaciones y que debían “aceptar las penas por sus delitos”. ¡Así criminaliza la protesta social el gobierno de Sáenz! Es la misma jueza que absolvió a todos los funcionarios denunciados por casos de corrupción, estafa al estado y vínculos con el narcotráfico.
La respuesta social fue una impactante movilización docente de unas veinte cuadras por la capital de Salta, donde sumaron a trabajadores de salud, estatales, vecinos y estudiantes secundarios. A la noche el gobernador Sáenz citó a los autoconvocados a la gobernación a renegociar. Entraron delegados representantes de los veintitrés departamentos para llevar propuestas de salida al conflicto. Mientras autoridades de educación los recibían, el gobernador y varios ministros salían en los medios denunciando a la docencia y diciendo que “no había un peso más para salarios”, que “entienden que no alcanzan, pero son los más altos del país” (mentiras, ¡están debajo de la línea de pobreza!) y que si daban más aumentos debían “irse y cerrar el Grand Bourg” (la Casa de gobierno salteña).
En la reunión, los funcionarios ofrecieron seguir la negociación el martes 30 a las 9 horas, si se levantaban los cortes. Los Autoconvocados definieron seguir el paro indeterminado, levantar los cortes a espera de las nuevas propuestas. La nueva reunión nunca se hizo, por lo que desde las 10 horas volvieron a cortar las rutas en toda la provincia. Este miércoles 31 habrá una nueva movilización provincial que se anuncia multitudinaria.
¡Mientras tanto, la burocracia de Ctera está batiendo sus propios récords de traiciones, sin llamar a un paro nacional ni a ninguna medida, ni siquiera por la brutal represión!
Llamamos a darle todo el apoyo a la docencia salteña. Llevar a todos los sindicatos el reclamo de converger en un paro interprovincial con movilizaciones en todo el país y una marcha federal, en apoyo a Salta, a las provincias en lucha y por salarios, presupuesto e infraestructura escolar. ¡Basta de ajuste a la docencia! Plata para salarios y educación, no para el FMI.