La cúpula de la CGT repudió la represión en Jujuy y se declaró en “estado de alerta”. Pero no tomó ninguna medida en apoyo. Una nueva capitulación de esta burocracia sindical peronista y de su vocero Héctor Daer, quien dijo que la central tomará “las medidas necesarias de acuerdo a como se vayan desenvolviendo las situaciones”. Otra vez la CGT le da la espalda al pueblo trabajador que reclama el paro general para torcerle el brazo a Morales.
La Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria encabezada por Sobrero, en cambio, junto a Ademys y al resto del sindicalismo combativo, se movilizó el pasado 21 exigiendo el paro general, llamando a pronunciarse en cada asamblea por ello.