*foto de portada. El 60% de la juventud de menos de veinticinco años no tiene trabajo registrado y reclama por sus derechos
Escribe Pili Barbas, secretaria ejecutiva de la FUA y dirigenta nacional de la JIS
Una gran parte de la juventud en las PASO canalizó equivocadamente su voto bronca contra los que nos gobernaron hacia el ultraderechista Milei.
El resultado de las PASO generó un cambio político importante en nuestro país. La bronca, la decepción y el cansancio generado por el gobierno de Alberto Fernandez, Cristina Kirchner y Massa, sumado al desastre del gobierno de Juntos por el Cambio de Macri, provocó que miles de jóvenes optarán por una variante ultraderechista como es Javier Milei como salida electoral. Sin dudas el voto a los libertarios no es meramente juvenil, sin embargo ahí está una buena parte de su caudal. Con un discurso engañoso, de soluciones mágicas, pregonando como “lo nuevo” y “anticasta”, contra el Estado, y todo lo que se denomina del orden de lo público, canalizó un gran voto castigo, que se monta sobre el avance de espacios derechistas en Argentina como en otros lados del mundo.
Es cierto que para nosotrxs, las políticas de profundización del ajuste que ejercieron tanto el gobierno peronista de Unión por la Patria, como Juntos por el Cambio, en pos de seguir pagando la deuda externa, han pulverizado las expectativas de un futuro. Es que al vaciamiento presupuestario educativo, hay que sumarle la precarización en los puestos laborales a los que podemos acceder. Donde el 60% de lxs jóvenes de menos de veinticinco años no tienen un trabajo registrado. Si a esto le sumamos el ajuste presupuestario en salud y vivienda, o que la semana pasada se dejó correr desde el peronismo, la ley impulsada por Juntos por el Cambio para alquileres, donde otra vez lxs más perjudicadxs somos lxs jóvenes que no contamos con casa propia y se nos hace casi imposible poder alquilar, el combo es fatal.
Mientras tanto las burocracias sindicales y estudiantiles dejan correr el ajuste, sin organizar un plan de lucha, lo que sigue apuntalando la idea de que la salida es individual y fomenta a las opciones derechistas como alternativas.
La realidad en la que estamos inmersos, no nos tiene que hacer perder el foco a la juventud de cual es realmente el cambio de fondo que se necesita para que podamos salir de la crisis.
Las políticas ultraderechistas de Milei, no vienen a solucionar ni la inflación, ni a conseguirnos mejores condiciones laborales o más puestos de trabajo, ni a que podamos acceder a las mejores universidades o terciarios según nuestra elección mediante “los vouchers”. Su plan motosierra puede provocar un incremento sin precedentes de la crisis económica y políticas represivas. Sus políticas de libre mercado, no son para beneficiarnos a nosotrxs, sino a los grandes empresarios. La educación dejará de ser pública para ser regulada de manera privada mediante “vouchers”, lo que en todos los países que se aplicó generó una brecha enorme entre les que tienen plata y pueden acceder y les que no. La salida no es como plantea Milei la quitar derechos con la excusa de que no funcionan como deberían. Sino es al revés, es poner más presupuesto para que por ejemplo la educación pública y gratuita, que es una conquista de la luchas de docentes y estudiantes, tengamos condiciones dignas de cursada y trabajo, becas que permitan un mejor acceso y mejores salarios que impacten directamente sobre el mejoramiento del sistema público.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista (JIS), planteamos que la única alternativa que tenemos como jóvenes ante el desastre al que nos llevan los gobiernos patronales es por izquierda. Con un plan económico alternativo como el que plantea el Frente de Izquierda Unidad. Con una primera medida de fondo que es dejar de pagarle al FMI, y que toda esa plata vaya para educación, salud y vivienda. Tenemos que nacionalizar la banca y el comercio exterior. Crear nuevos puestos de trabajo genuinos donde los salarios sean igual a la canasta familiar. Se tiene que votar una ley con el impuesto a la vivienda ociosa y crear nuevas viviendas. Se tiene que financiar nuestra educación pública, con condiciones edilicias de cursada, becas integrales y boleto educativo nacional. Esa es la única alternativa para las mujeres, disidencias y juventud.
¿Y cómo nos organizamos en el movimiento estudiantil?
Ante el resultado de las PASO, como estudiantes de la universidad, terciarios y secundarios públicos, se nos plantea como desafío poder salir a defender nuestra educación al mismo tiempo que seguimos peleando por todo lo que nos falta. Las conducciones burocráticas en manos de la Franja Morada (FUA, FUBA) y cientos de centros de estudiantes, así como las conducciones peronistas (FULP) y centros de estudiantes, tienen que salir de su inmovilismo y convocar asambleas y un plan de lucha nacional. Desde la JIS seguiremos impulsando espacios democráticos del movimiento estudiantil para organizarnos.