La pulverización de los salarios, las jubilaciones, los montos de los planes sociales y las partidas dedicadas a salud y educación es total. Se calcula que la inflación de agosto se moverá entre el 11 y el 14%. Encima, el FMI dio a conocer las nuevas exigencias aceptadas por el gobierno peronista: nuevos tarifazos, salarios y jubilaciones a la baja y posibles nuevas devaluaciones
El ministro Massa venía anunciando que, después de todas estas “malas noticias”, vendrían las “buenas”, las compensaciones para las y los trabajadores y otros sectores populares. Finalmente, en la tarde del domingo y por medio de Instagram, el ministro candidato dio a conocer dichas medidas.
Son tan magras que ni siquiera da para que las llamemos “paliativos”. Massa presentó un conjunto de bonos y sumas fijas que serían, según dijo, para “cuidar a las familias” y “compensar” la devaluación y consecuente inflación.
Por supuesto que más de una compañera o compañero puede argumentar que, ante la pobreza creciente y la brutal inflación, aún un bono insuficiente puede ser una ayuda. Pero lo que sí se trata de una gran mentira es la afirmación del gobierno peronista de que con ello se está “atendiendo a los más vulnerables”. Porque son medidas electoralistas que nada tienen que ver con “compensar” los males sociales. Tanto que incluso cuentan con el aval del FMI. Como dijo un jubilado al conocer el bono de 37.000 pesos: “esto ya me lo comió la inflación”.
Es que dicho bono es solo para las jubiladas y jubilados que perciben la mínima, no para el resto, que también viene perdiendo, y mucho. Massa afirma que así se llevará el monto mínimo a 124.000 pesos, pero la realidad es que el bono no se incorpora a la jubilación básica que va a quedar en 87.000 pesos (y por lo tanto sobre ese monto se aplicará el próximo reajuste de diciembre), y ni siquiera se computará para el aguinaldo. Todo esto mientras la canasta para la Tercera Edad está en 250.000 pesos. Nos encontramos entonces ante un nuevo robo que se suma al que se viene aplicando con la movilidad jubilatoria a la baja votada por el gobierno a pedido del FMI en 2919, con el apoyo de la oposición patronal y la única oposición del Frente de Izquierda Unidad.
Sigamos con las medidas “paliativas” anunciadas por Massa. La suba de 10.000 pesos en la Tarjeta Alimentar para una madre con una hija o hijo apenas alcanza para tres kilos de carne. Lo mismo se puede decir de los 10.000 pesos para septiembre y octubre en los Planes Potenciar Trabajo. Y ni que hablar de la exención del descuento del componente tributario para las los monotributistas. Millones de jóvenes que están sometidos a trabajar bajo ese régimen recibirán un “beneficio” de 500 pesos. ¡Menos que lo que vale una gaseosa chica!
La suma fija de 30.000 pesos en dos meses para trabajadoras y trabajadores en blanco de menores ingresos (a cuenta de las paritarias) es directamente una burla. Recordemos que cuando se empezó a hablar de suma fija, algunos pensaban en un monto de 100.000 pesos; después se suponía que terminaría en 50.000. La realidad es que fue de 30.000, solo en septiembre y octubre, no se toma en cuenta para el aguinaldo y encima en muchos gremios ni siquiera se va a pagar, ya que se va a argumentar que lo “absorbe” la negociación paritaria. Con respecto a los estatales, será sólo para los nacionales, pudiendo quedar afuera los trabajadores de las provincias y municipios. En concreto se termina legitimando un nuevo zarpazo al salario, tal como viene sucediendo sistemáticamente desde hace siete años. Y cínicamente, se le ofrece tanto a asalariados, como jubilados o monotributistas, distintas líneas de crédito: ¡se les propone que se endeuden para poder comer o pagar las tarifas!
Hay que comparar estas medidas con la realidad, teniendo en cuenta que antes de la devaluación ya la canasta para una familia tipo fijada por las y los trabajadores ATE Indec estaba en 386.000 pesos y la canasta de pobreza en 248.000. Esto quiere decir que, aún con los “paliativos” anunciados, millones ni siquiera van a poder cubrir la canasta de indigencia que con los nuevos aumentazos va a superar los 130.000 pesos.
Como contrapartida a todo esto, el gobierno de Alberto, Cristina y Sergio Massa también anunció premios para las patronales, eximiéndolas de impuestos y sacándoles las retenciones. Y fijó los próximos acuerdos de precios con una suba del 5% mensual (que encima los empresarios se niegan a cumplir, exigiendo más), lo que agravará la situación, mientras está aumentando la luz, el gas y el agua se viene con más del 200%.
Todas estas medidas han tenido el vergonzoso aval de la CGT, la CTA Yasky y el resto de la burocracia sindical. Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda rechazamos el brutal ajuste que viene aplicando el gobierno y llamamos a defender en cada lugar de trabajo el salario y las jubilaciones, exigiendo un aumento de emergencia inmediato, para que nadie gane menos que el valor de la canasta familiar, indexado mensualmente. Señalamos también que detrás de todo esto está el acuerdo con el Fondo Monetario que avalan tanto Massa como el ultraderechista Milei y Patricia Bullrich. Reclamando a la CGT y las CTA que rompan el pacto con el gobierno y llamen a un paro y plan de lucha para enfrentar el ajuste.
Solo el Frente de Izquierda con la fórmula presidencial encabezada por Myriam Bregman y Del Caño, el “Pollo” Sobrero a gobernador en la Provincia de Buenos Aires y el resto de las candidatas y candidatos en el todo el país, dice que hay que dejar de pagar ya mismo la deuda externa y romper todos los lazos políticos y económicos que nos someten al FMI, como medida básica para terminar con la pobreza y la miseria, implementando un plan económico de emergencia, obrero y popular, al servicio del pueblo trabajador.