Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT (CI)
El poderoso sindicato United Auto Workers (UAW), con más de 12.000 empleados de General Motors (GM), Stellantis y Ford en Detroit, tres de las más importantes automotrices en Estados Unidos, entraron en huelga por tiempo indefinido el viernes 15 de septiembre.
Una semana después, y fracasadas las negociaciones, el presidente del sindicato, Shawn Fain, anunció que las huelgas se extienden a treinta y ocho plantas de distribución de GM y Stellantis en veinte Estados y unos 20.000 trabajadores y trabajadoras, mientras que negocian con Ford. Exigen un acuerdo de aumentos salariales. Muchos empleados afirman que los gigantes del sector automotor deben aportar propuestas mejores para compensar los exiguos salarios y los recortes de beneficios después de la crisis financiera de 2008.
“Esta empresa lleva años generando dinero gracias a nosotros”, dijo Paul Sievert, un empleado que trabaja en la planta de Ford en Wayne desde hace veintinueve años. “Creo que ya es hora de que nos den algo a cambio”.
La dirección del sindicato amenaza con extender la huelga mucho más. Hay 145.000 trabajadores de automotrices que pertenecen al sindicato.
Según informaron dirigentes de base, la huelga inicial de las tres plantas automotrices de Detroit surgió desde abajo, desde la base, que reclamó esa lucha conjunta. Es decir, no se puede descartar que la presión de los trabajadores lleve a generalizar la huelga.
La fuerza de esta lucha tuvo una gran repercusión en Estados Unidos, y gran apoyo popular. Esto llevó al propio presidente Biden, que ya está en campaña electoral (durante el 2024 se realizan las primarias y en noviembre las nacionales), a hablar de la huelga y a decir que “apoya” las demandas, y que se debería negociar para poner fin a la huelga.
También huelgas en Hollywood
Las huelgas automotrices no son las únicas. En los últimos meses se han dado huelgas en otros sectores. Y las más fuertes se han sido entre los trabajadores y trabajadoras de Hollywood, de gran importancia en Estados Unidos. La Asociación Cinematográfica informa que tienen a 2.4 millones de personas asalariadas, bien sean maquilladores, guionistas, directores, actores. Esta industria maneja centenares de miles de millones de dólares.
De todos ellos pararon dos sectores claves: a la huelga de guionistas iniciada en mayo, que se acaba de levantar después de llegar a un acuerdo, se sumaron en julio los actores y actrices con reivindicaciones muy similares, aún sin solución. El paro laboral ha detenido las actividades de escritura, producción, rodaje y promoción de películas y series tanto dentro como fuera de Estados Unidos, incluidos programas de televisión de carácter diario que llevan meses viéndose obligados a emitir reposiciones.
Esto ocurre en un momento marcado por la inestabilidad laboral de miles de trabajadores de ambos sectores. La huelga surge de esta clase trabajadora cada vez más precarizada, que salta de trabajo a trabajo y apenas puede cubrir necesidades básicas debido a la inflación. Los actores, para poder disfrutar de un seguro de salud, necesitan ganar 26.000 dólares al año. A esa cantidad tan solo llegan... ¡un 13% de los actores del sindicato! Los demás no tienen siquiera seguro de salud.
Se profundiza la crisis
Esta ola de huelgas y su popularidad muestran cómo la crisis está afectando al pueblo trabajador. Biden pierde popularidad, quiere presentarse a la reelección. Y Trump recupera sus votos en las encuestas, porque la crisis se agravó, y como sucede con Milei en Argentina, muchos que repudian a Biden piensan votar por Trump pese a que su gobierno fue un desastre.
Nuevamente se pone en primer plano la necesidad de una alternativa política de izquierda y del pueblo trabajador, que se construya desde abajo, más allá de lo electoral, desde la vanguardia en las huelgas y luchas en las calles, para romper y enfrentar tanto al Partido Republicano como al Demócrata. Una alternativa para luchar por la estabilidad laboral, el salario, la vivienda y la atención sanitaria gratuita y universal para todos, así como el acceso a la educación pública gratuita en todos los niveles. Para lograr un verdadero cambio económico y social, que ponga las necesidades de la clase trabajadora, la juventud, los sectores populares y marginados como prioridad.
Desde la UIT-CI expresamos todo nuestro apoyo y llamamos a la solidaridad con estas grandes huelgas en Estados Unidos, parte muy importante de la lucha de los trabajadores y trabajadoras del mundo.