Escribe Mercedes de Mendieta, candidata a diputada nacional por Izquierda Socialista/FIT Unidad
Uno de los temas más sentidos para las familias trabajadores y la juventud precarizada es el problema habitacional. Los alquileres se han vuelto casi inaccesibles y renovar un contrato es una verdadera pesadilla. Son muchas las familias que se trasladan de un hogar a otro porque los propietarios en combinación con las inmobiliarias piden fortunas para la renovación de los contratos, y ni hablar de encontrar en la Ciudad de Buenos Aires un departamento en alquiler. Pero, ¿cómo se explica la falta de oferta de alquileres en una Ciudad dónde se han construido 150.000 viviendas en los últimos años? Es que ahora el negocio está en alquilar en dólares los departamentos para extranjeros o el turismo. Mientras tanto, millones de personas viven en villas dónde también rige la especulación inmobiliaria. Ni hablar del crecimiento de las personas en situación de calle. Es un escenario que se ve cada día más, niñas y niños, familias, jóvenes y personas adultas sin techo. Realmente da mucha bronca.
Con Massa, Milei y Bullrich solo ganan los grandes propietarios y el lobby inmobiliario
Todas las modificaciones a la ley de alquileres que se están discutiendo en el Senado sólo perjudicarán aún más a los diez millones de inquilinos de todo el país. Juntos por el Cambio busca lograr la sanción del dictamen de diputados que reduce de tres a dos años los plazos de los contratos, abre la posibilidad de actualización cada cuatro meses como mínimo y permite que las partes fijen índices de actualización. Hipócritamente el peronismo intenta despegarse de la oposición patronal de Juntos por el Cambio proponiendo mantener los contratos por tres años, pero llevando a actualizar los alquileres cada seis meses, cuando la ausencia de los trece diputados de Unión por la Patria en diputados fueron claves para la media sanción. Peor aún, el ultraderechista Milei, en nombre “de la libertad”, dice que no tiene que haber ninguna ley que regule nada. Considera por ejemplo que un joven precarizado con un sueldo miserable puede negociar “libremente” y en las mismas condiciones con el dueño.
El Frente de izquierda tiene una solución integral al problema habitacional
Solo el FIT Unidad plantea que para resolver el déficit habitacional y terminar con la especulación hay que poner un impuesto progresivo a la vivienda ociosa, para así aumentar la oferta de viviendas y que combinado con precios máximos para los alquileres ayude a las y los inquilinos. Política que debe complementarse con atacar los abusos de las inmobiliarias y con la prohibición de los contratos de alquiler en dólares. Por último, para que el sueño de la casa vuelva a ser una realidad proponemos que haya créditos a tasas accesibles para las y los trabajadores y la juventud y terminar con el déficit habitacional con un plan de 500.000 viviendas populares en todo el país en base al no pago de la deuda externa y el FMI, que además permita otorgar trabajo genuino. Para esto llamamos a fortalecer al Frente de Izquierda y votar la lista encabezada por Myriam Bregman y el resto de candidaturas en todo el país.