Nov 25, 2024 Last Updated 4:28 PM, Nov 24, 2024

Ganó el ultraderechista Milei ¡A enfrentar desde ahora el plan motosierra!


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo por Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Ganó el ultraderechista Milei. Junto a la defensora de genocidas, Victoria Villarruel, serán el nuevo gobierno. Lamentablemente se consumó el triunfo de una variante de extrema derecha, muy peligrosa, que reivindica a la dictadura y postula un plan motosierra contra el pueblo trabajador. ¿Cómo puede ser que en solo dos años de ser diputado llegó al poder un personaje retrógrado, antiobrero y antiderechos? ¿Quién alimentó a semejante monstruo que niega el calentamiento global, postula la venta de órganos, dice que fue predestinado para ser presidente por “las fuerzas del cielo” y dice que hay que volver al Siglo XIX? Mientras abordamos este interrogante, llamamos a las y los luchadores a enfrentar el mayor ajuste que se viene, las privatizaciones y despidos, y el mayor sometimiento al FMI.
 
A una hora del cierre de los comicios del pasado domingo 19 se escuchó en el búnker del peronismo lo que nadie quería oír. “Es irreversible”. La derrota del gobierno estaba sellada. Sergio Massa lo reconoció antes que se dieran a conocer las cifras oficiales, en un palco con caras de velorio.

El presagio de un supuesto “palo a palo” en el balotaje, se esfumó como agua entre los dedos. La diferencia abismal de un 11% a favor de Milei fue contundente (55,69% versus 44,3%, 14 millones de votos contra 11 millones, respectivamente). El gobierno sólo ganó Provincia de Buenos Aires (por muy poco, donde tenía que hacer la gran diferencia si quería pelearla), Formosa y Santiago del Estero. En el resto perdió por paliza.

Luego de las PASO, millones votaron contra Milei en las generales del 22 de octubre y luego también en la segunda vuelta, haciéndolo por Sergio Massa con la nariz tapada (lo cual acompañamos desde Izquierda Socialista en el balotaje), pero terminó prevaleciendo el repudio masivo contra el gobierno.

De esta forma se llega al final de un gobierno peronista cuyos dirigentes pidieron en el 2019 el voto “para combatir los males de la derecha” (lo cual logró, ganándole a Macri) y a cuatro años lo único que puede mostrar es un 140% de inflación anual que devora salarios y jubilaciones, llevando a que el 60% de las niñas y niños sean pobres y el 80% de las jubiladas y jubilados se hundan en la indigencia. Un gobierno que cavó su propia fosa desde que selló el pacto con el FMI, reconociendo la deuda mafiosa de Macri, llevándonos a más pagos de una deuda usurera y fraudulenta y a la gran dependencia con el Fondo Monetario.

En todos estos años el peronismo demostró que lejos de ser una variante “nacional y popular”, fue el vehículo para garantizar las ganancias de los grandes empresarios, bancos, multinacionales y usureros internacionales. Contando con el apoyo de la CGT, las CTA y el conjunto de la traidora burocracia sindical, que no movió un dedo para apoyar alguna lucha, sumándose al caldo de cultivo para que crezca Milei. El desastre de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y el candidato derrotado Sergio Massa, es lo que posibilitó que el hartazgo popular se canalizara, lamentable y equivocadamente, a una variante de ultraderecha al mejor estilo Bolsonaro.
 
Las razones del triunfo de los ultraderechistas Milei-Villarruel  

La razón central del triunfo de Milei es que canalizó el hartazgo popular ante la desesperante situación social de hambre y pobreza, culpa de este gobierno y de todos los anteriores. En estos 40 años de “democracia” que se están cumpliendo, millones perciben que fueron despojados de lo mínimo e indispensable para poder sobrevivir. Predominó el voto por “un cambio”, en vez del “miedo” a Milei, que había que sacarse de encima a este gobierno como sea, a quien también se repudia por sus mentiras electoralistas, los tremendos casos de corrupción (Insaurralde y demás) o por no hacer nada contra la inseguridad, entre otros males. Pero ese hartazgo, lamentablemente, se dio en apoyo a una variante de ultra derecha, mediante un voto completamente equivocado, lo que será usado para ir contra la clase trabajadora y demás sectores populares, las mujeres y disidencias y la juventud.

Milei es la expresión nacional de otros fenómenos mundiales (como lo fueron Bolsonaro, Trump, el pinochetista Kast en Chile, Meloni en Italia, Vox en el Estado Español, entre otros) que surgieron fruto de la decadencia capitalista y el desastre al que nos han llevado los distintos gobiernos patronales, en el caso argentino las distintas variantes peronistas, radicales y de PRO. Un personaje retrógrado, reaccionario, anti derechos, misógino y antiobrero, a quien desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad venimos enfrentando en todos estos años, mientras el peronismo le prestaba personerías jurídicas para presentarse a las elecciones y candidaturas en sus listas.

El voto a Milei refleja la enorme confusión de amplios sectores de trabajadores, populares y de la juventud, que lo votaron creyendo que los podrá sacar de semejante desastre. Será todo lo contrario. Milei vendió mentirosamente que es “nuevo” (bajo la consigna “contra la casta”, el mismo que terminó pactando con Bullrich y Macri), con propuestas como la dolarización, llevando a la ilusión de que con eso se terminaría la inflación, o que va a significar percibir los mismos salarios ahora en dólares, cuando es directamente lo opuesto.

Evidentemente Milei tuvo el voto de toda una franja social conservadora y reaccionaria que no es nueva en el país. Pero ganó, también, porque hubo millones que votaron hartos del peronismo y de su desastre económico y social. Milei capitalizó a sectores que lo votaron pero no acuerdan con sus ideas, con su reivindicación de la dictadura, o en que haya que pagar para estudiar o curarse, o en que hay que liquidar el aborto legal. Pero lo votaron igual, equivocadamente, diciendo “peor no podemos estar”, quienes tendrán que sacar conclusiones con la realidad, haciendo la cruda experiencia con este gobierno.
 
¿Se viene la noche? Ya hay resistencia contra el plan motosierra

El impacto es enorme ante el triunfo de quien reivindica al genocidio e intentará indultar o amnistiar a militares condenados por delitos de lesa humanidad, postula un brutal plan motosierra, quiere echar atrás el aborto legal, dice que está bien vender órganos o niños, niega el calentamiento global y pone de modelo al estado sionista de Israel que está provocando un verdadero genocidio contra el pueblo palestino. La pregunta es: ¿se viene la noche?

En polémica con el resto de los partidos del Frente de Izquierda por nuestro voto crítico a Massa (ver página 9) desde Izquierda Socialista señalamos que no consideramos que el triunfo de Milei automáticamente signifique un “golpe” que lleve a que al otro día se prohíban las libertades democráticas, se clausure el Congreso o se anule el derecho de huelga. A su vez señalamos que el hecho de que haya ganado alguien que postula un programa de tinte fascista, pueda implementar todo lo que dice de la noche a la mañana, sin resistencia obrera y popular. Todo lo contrario.

En muchos países surgieron expresiones y hasta gobiernos de este tipo que no han podido llevar a cabo los cambios profundos que postulaban, siendo enfrentados con grandes luchas y el repudio popular. Bolsonaro y Trump, por ejemplo, gobernaron cuatro años y se fueron repudiados, el primero ante el  negacionismo del Covid 19, llevando a la muerte a más de 700.000 personas, entre otras barbaridades, y contra Trump, recordemos la histórica rebelión afro descendiente en Estados Unidos en repudio al asesinato de George Floyd por parte de la policía blanca y supremacista yanqui.

Tras el triunfo electoral Milei anunció el cierre de la TV Pública, Télam, Radio Nacional, la privatización de YPF, la reducción de dieciocho a ocho ministerios pasando los de Salud, Educación y Trabajo a menor rango, lo que acarreará miles de despidos, entre otras medidas antiobreras y antipopulares. Envalentonado con el apoyo electoral, Milei habló en el acto frente a su búnker en el Hotel Libertador de “cambios drásticos”, que “no hay espacio para el gradualismo”, señalando a su vez “vamos a ser implacables con aquellos que quieran usar la fuerza para defender sus privilegios”, dejando claro que intentará actuar con represión ante la protesta social. Es decir, intentará trasladar a la realidad su plan motosierra. Pero lo que está claro es que se la tendrá que ver con la lucha popular, augurando choques sociales, ante un movimiento obrero y popular que no está derrotado y que va a dar pelea enfrentando semejantes salvajadas, como ya ocurrió con la rebelión popular en Jujuy contra la reforma constitucional represiva y saqueadora de Gerardo Morales y el PJ.

Ya se están haciendo asambleas en los medios públicos atacados por Milei para definir medidas de acción; hubo un plenario de ATE en CABA que definió una marcha para la semana próxima ante la amenaza de despidos; el movimiento de mujeres ganará las calles nuevamente este sábado 25N en un nuevo aniversario contra la violencia machista. Con anterioridad, ya se habían dado acciones de distintos sectores en defensa del Conicet en el momento que Milei dijo que lo iba a cerrar, las movidas que hubo en defensa de la Educación y la Universidad Pública o el repudio de los clubes de fútbol de barrio ante la amenaza de desaparecer. Esto se unió a la valentía política de la denominada “micro militancia”, en muchos casos espontánea, que en subtes, trenes y plazas públicas llamó a enfrentar a Milei, sin ninguna confianza en Massa.

La burocracia sindical de la CGT, las CTA y del resto de los gremios debate en estos momentos cómo reacomodarse ante el nuevo gobierno. El burócrata Armando Cavalieri de Comercio ya hizo punta diciendo “hay que dialogar” con Milei. Luis Barrionuevo ya volvió a respaldar a Milei. Lo mismo están haciendo las grandes patronales y el propio peronismo, con un Sergio Massa que felicitó a Milei tras el triunfo y dijo que hay que acordar políticas de Estado, lo cual fue recibido con reprobación y un baldazo de agua fría para quienes ven en Milei una clara amenaza a sus conquistas y derechos.

El hecho que Milei no tenga mayorías en el Congreso puede llevar a que implemente algunas de sus medidas a decretazo limpio. Veremos los ritmos. Ante este cuadro, junto al sindicalismo combativo y la vanguardia luchadora, desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad denunciamos a esos dirigentes burocráticos y les exigimos que abandonen la complicidad con el gobierno y las patronales y llamen a asambleas y plenarios de delegados para preparar medidas de lucha para enfrentar el ajuste antiobrero y antipopular de Milei, con el apoyo de los derechistas Patricia Bullrich y Macri.
 
Hay que fortalecer al Frente de Izquierda

Se abrió un nuevo capítulo en el país con el triunfo de Milei. Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad nos sumamos al repudio electoral contra Milei con un voto crítico a Massa, llamando a hacerlo con la nariz tapada, sumándonos a millones que militaron por evitar el triunfo de un ultraderechista sin darle apoyo político al gobierno. Como partido dijimos junto al “Pollo” Sobrero, el diputado Giordano y toda nuestra militancia que, gane quien gane, íbamos a tener que salir a enfrentar el mayor ajuste y sometimiento al FMI. Estamos transitando ese momento.

Convocamos a las y los trabajadores, a las organizaciones sociales y de desocupados combativas, al movimiento estudiantil, al movimiento de mujeres y a la juventud, a enfrentar en unidad el mayor ajuste, saqueo y sometimiento que postulan Milei y Villarruel. Llamando a defender las libertades democráticas, el derecho a la protesta y los posibles anuncios a favor de los genocidas junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia. Pelea que va unida a la de romper con el FMI y dejar de pagar la deuda usurera, como única salida para el pueblo trabajador, como lo hemos sostenido en todo este año electoral y en las luchas, poniendo nuestras bancas, a su vez, en defensa de la Causa Palestina.

Para todo esto hay que fortalecer al Frente de Izquierda Unidad. Durante el balotaje en el seno del Frente de Izquierda tuvimos distintas tácticas electorales. Pero ahora los partidos que integramos el FIT Unidad debemos salir unidos a impulsar la lucha del pueblo trabajador contra el gobierno reaccionario de Milei. Ese es el compromiso que asumimos desde Izquierda Socialista.

Por otro lado, agradecemos el reconocimiento que hubo en los lugares de trabajo y por las redes por nuestra táctica electoral, incluso ofreciéndose muchas y muchos de quienes lo compartieron para sumarse a Izquierda Socialista. Las y los esperamos. Y a aquellas valiosas compañeras y compañeros que militaron el voto a Massa con la nariz tapada, haciéndolo dentro de Unión por La Patria, los convocamos a sacar conclusiones, a que abandonen el espacio político que los llevó a esta crítica situación, ofreciéndoles un puesto de lucha junto a Izquierda Socialista para sumarse a fortalecer la única alternativa política y de la unidad de la izquierda que vino enfrentando a todos los gobiernos, como lo es el Frente de Izquierda Unidad, para luchar por una verdadera salida de fondo, preparándonos ahora para enfrentar al ultraderechista Milei y a su plan motosierra.

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