Escribe Nicolás Núñez, Referente de Ambiente en Lucha e Izquierda Socialista
Milei regresó de Israel con un contrato con la empresa de ese país XtraLit para avanzar con la explotación de litio en nuestro país. La inversión de esta multinacional estaría por el momento dedicada a la instalación de un laboratorio y la creación de un fondo para nuevas exploraciones. Es decir que, a contramano de la mentira oficial, no crea fuentes de trabajo genuino, y se instala a la espera de que se amplíen aún más los beneficios para el sector minero tras el frenazo de la “Ley Ómnibus” y el escenario incierto del DNU.
La llegada de XtraLit hay que ubicarla, entonces, de la mano de los acuerdos con la también israelí Mekorot (empresa estatal de agua) que firmaron gobernadores peronistas y de Juntos por el Cambio de todo el país. Mientras lleva adelante un genocidio contra el pueblo palestino, los gobernantes de Argentina premian al capital israelí que sostiene los bombardeos otorgándole negociados de todo tipo.
A su vez, lo anunciado suma amenazas sobre los humedales del norte argentino, cuyas reservas hídricas continuarán siendo devoradas como viene ya sucediendo en los salares de Olaroz, Caucharí (Jujuy) y Hombre Muerto (Catamarca). Se trata de bienes comunes en pos de los cuales se destruyen territorios al servicio de que los países imperialistas puedan electrificar parte de su planta automotriz, en una medida que lejos está de ser una respuesta real ante el calentamiento global.
Pero el mito del litio no solo hace a la falacia de la transición “limpia”, sino también a las mentiras sobre las supuestas riquezas que aportaría a la economía local. Como señala un informe de la “Iniciativa para la transparencia de las industrias extractivas”, para la economía de Catamarca las regalías del litio aportaron solo 2,3% de su recaudación, mientras en el caso jujeño se reduce a 1,5%. Recordemos que por los enormes beneficios y exenciones impositivas que reciben las mineras, apenas pagan el 1,5% de lo que se llevan. Así las cosas, los CEOs de empresas como Livent ganan a título individual más que lo que les dejan de conjunto a ciudades enteras.
Desde Izquierda Socialista seguimos planteando un freno (moratoria) a la explotación del litio diciendo no al extractivismo y estamos por la re-estatización del conjunto de los bienes minerales y energéticos, en el marco de pelear por un verdadero plan de transición energética al servicio de las necesidades populares.