Escribe Guido Poletti
El martes 11 y miércoles 12 se realizó un paro total de actividades en todas las universidades nacionales. Fue convocado por el conjunto de las federaciones nacionales de gremios docentes (Conadu Histórica, Conadu, Fedun, Ctera, UDA) y no docentes (Fatun), que conformaron a partir de que comenzaron los ajustes y ataques por parte del gobierno de Milei, el Frente Sindical de Universidades Nacionales. Este agrupamiento también llamó a la movilización frente al Congreso del día 12, durante el tratamiento de la Ley Bases.
El paro del 11 y 12 es una profundización del plan de lucha, ante las maniobras dilatorias del ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello, que no sólo no transfirió las partidas presupuestarias ya comprometidas, sino que sigue sin ofrecer propuesta salarial alguna a los trabajadores de las universidades. El gobierno incluso suspendió la reunión paritaria del 6 de junio pasado, que sigue sin realizarse.
El gobierno del ultraderechista Milei ya ha expresado repetidas veces su desprecio por la educación pública superior. Se ha pronunciado contra la libertad de enseñanza y la pluralidad de contenidos y viene queriendo asfixiar presupuestariamente a las casas de altos estudios hasta el extremo de poner en riesgo la continuidad de su funcionamiento.
El 23 de abril pasado, la gigantesca e histórica marcha educativa le dijo basta a estos ataques. Y obligó al gobierno, así sea de palabra, a comprometerse a enviar más fondos para la educación superior. Pero, hasta ahora, se sigue pretendiendo utilizar a los trabajadores docentes y no docentes como variable de ajuste.
No lo vamos a permitir. Por eso los universitarios, tanto docentes, no docentes como estudiantes, dimos una señal contundente con este paro total, al mismo tiempo que nos hicimos presentes para repudiar la Ley Bases.