Escribe Ezequiel Genovesi, dirigente de Izquierda Universitaria (Juventud de Izquierda Socialista+independientes)
Este 6, 7 y 8 de noviembre fueron las elecciones de la UNLP, 16 de 17 conducciones de centro de estudiantes lograron reelegirse. El mapa universitario deja 10 centros para la Franja Morada (UCR) y uno para su socio el MOI de Odontología, y 6 para el peronismo en sus distintas variantes.
Las elecciones estudiantiles llegaron en un contexto de alza de las luchas. Sin embargo, la lucha fue manejada por las conducciones burocráticas radicales y peronistas, que le pusieron fecha de finalización a las tomas, sin obtener el presupuesto. Radicales y peronistas lograron imponer sus maniobras, frenar la lucha y así retener casi la totalidad de sus centros de estudiantes.
La Franja Morada (UCR) logró retener diez centros de estudiantes, pero en algunas facultades lo hizo perdiendo cientos de votos, demostrando que no salió impune del proceso de las tomas.
El peronismo fue dividido, atravesado por las internas de sus dirigentes nacionales. Así la JUP (Juventud Universitaria Peronista), ligada a Kicillof y Alak, consiguió el triunfo, arrebatándole a La Mella (Patria Grande) el centro en Ciencias Médicas, la facultad con más alumnxs de toda la universidad. Además, hicieron buenas elecciones en distintas facultades, con propuestas de centro de servicios y propuestas académicas como la del títulos intermedio, que un sector de lxs estudiantes ven con buenos ojos con la desesperación de conseguir trabajo, pero que esto implica un recorte significativo a los contenidos temáticos, a la continuidad de la carrera y a las incumbencias profesionales. Más allá de esto, el peronismo no hizo en general grandes elecciones. La Cámpora termina como una de las grandes perdedoras de la interna peronista, haciendo pésimas elecciones en la mayoría de las facultades (último puesto en facultades como Psicología o Trabajo Social). También La Mella es otra corriente que tuvo un retroceso electoral.
En lo que sí acordaron las fuerzas del radicalismo y el peronismo fue en hacer campaña de servicios en las elecciones, sin nombrar el conflicto universitario. Para no responder por la complicidad de sus diputados en darle los votos para el veto de Milei.
Este año se hicieron presentes, por primera vez, dos agrupaciones libertarias en la facultad de Económicas. Esto es una novedad en la UNLP, aunque es positivo que no logran instalarse ya que salieron quintos y séptimos, debatiéndose en su propia interna, lo que refleja que son un espacio que no hace pie en las universidades.
La izquierda, por su lado, se presentó con frentes unitarios en las facultades de Psicología, Artes, Humanidades y Trabajo Social, haciendo en estas facultades sus mejores elecciones, pero repitiendo sus votos del año pasado o reflejando un ligero avance (a excepción de Trabajo Social, donde se duplicaron los votos). La no continuidad de las tomas, la política de frenar la lucha de las conducciones burocráticas y la falta de asambleas (incluido en las tomas mismas), fueron factores que dificultaron a la izquierda y al activismo la posibilidad de desbordar a las conducciones, imposibilitando un avance electoral de los frentes unitarios de la izquierda y lxs luchadorxs.
Izquierda Universitaria y la Juventud de Izquierda Socialista alentamos y participamos en los frentes unitarios de la izquierda en Psicología, Trabajo Social y Artes. Reivindicamos estos frentes unitarios, pero también señalamos sus límites. En la conformación de las listas se debió dar mayor espacio a luchadorxs con quienes compartimos las tomas y no cerrar las listas solo entre agrupaciones (como en Psicología, que no tuvimos reunión abierta del frente previo al cierre de listas). En el proceso de lucha, la izquierda debe ser impulsora consecuente de las asambleas y de darle continuidad al plan de lucha. Debemos apostar a coordinar con lxs luchadorxs independientes, no sólo en movilizaciones unitarias, sino también en los procesos por Facultad. Las corrientes numéricamente mayoritarias de la izquierda (PTS y La Revuelta) no se jugaron a dar continuidad a las tomas hasta conseguir el triunfo, como sí se la jugaron cientos de compañerxs de la facultad de Artes, que quedaron en soledad. En esta sintonía fuimos a estas elecciones de nuestra agrupación, a debatir que tipo de centros de estudiantes necesitamos como herramienta de lucha y organización ante el gobierno de Javier Milei.
La izquierda y lxs luchadorxs debemos ser la vanguardia para derrotar el plan de ajuste de Milei y su intento de privatización de las universidades. Debemos seguir exigiendo una nueva marcha federal educativa a las conducciones y denunciando la traición de las autoridades y de las conducciones burocráticas estudiantiles y docentes.
El conflicto universitario continuará y desde Izquierda Universitaria y la JIS apostamos a un final de 2024 y comienzo de 2025 con asambleas y plan de lucha hasta derrotar a Milei y conseguir el presupuesto.