Boom de Schlotthauer
Nuestra diputada Mónica Schlotthauer habló en la última sesión del Congreso que votó una comisión investigadora por la estafa cripto. Sus dichos fueron reproducidos por en varias cuentas de X (ex Twitter), con alta repercusión. Arrepentidos de Milei, que tiene acumula 180 mil visualizaciones al cierre de esta edición, reprodujo lo siguiente: “La estafa demostró que Milei no puede ser candidato a ningún NOBEL, que los leones son RATAS empezando con el ÑOQUI PARLANCHÍN (Manuel) Adorni, siguiendo con (Agustín) Laje que viene del MEDIOEVO y con la CAJERA Karina (Milei) que te cobra POR MINUTO”. El 9 de Nepal tuvo otras miles. Clarín sacó en Youtube una parte de la intervención de Mónica donde denuncia a los cómplices y encubridores del gobierno y a la otra estafa que es el pacto con el FMI (ver completa aquí). El propio posteo en la de Mónica anunciando que vuelve al ferrocarril tuvo una llegada a 40 mil usuarios. Felicitaciones.

Otra bomba
La agencia de noticias estadounidense Bloomberg reveló un día antes de la llegada de Milei a Estados Unidos, que el presidente argentino en 2023 cobraba 20.000 dólares en efectivo y en negro por cenas privadas ante empresarios en el edificio Le Parc. En ese momento Javier Milei era diputado y candidato presidencial. “Mi tiempo vale. Si querés hablar conmigo tenés que pagar”, decía. Karina Milei, según consignó este medio, era la recaudadora. En Estados Unidos las cenas de recaudación deben denunciarse oficialmente, mencionar a los donantes, monto y partido. Nada de eso hizo Milei. Una “profesión” que continuó desde el sillón de Rivadavia terminando en la estafa cripto. Toda una trayectoria.
 
La foto que no fue
Javier Milei no logró la foto con Donald Trump. La gala en su mansión Mar-a-lago terminó en un fiasco. Incluso con peleas entre la comitiva argentina y el servicio secreto yanqui. Lo que sí logró Milei fueron fotos con “tres personajes marginales de la política”, según graficó el periodista Marcelo Longobardi que desagregó: “Fotos con un señor Glenn Parada -salvadoreño que estuvo en el ejército norteamericano-; un tal John Rourke, que creo tiene una empresa de mudanzas y Natalia Denegri, estrella del caso Cóppola. Todos se dedican a hacer negocios con la política, contrataron un salón en la casa de Trump como si fuera un casamiento. Esto me hizo acordar al caso Libra, el criptogate”. Contundente.