Escriben María Meza y Germán Resquín, referentes de Izquierda Socialista y A Luchar Tierra del Fuego
Después de ocho días de paro metalúrgico y el paro provincial contundente del 21 de mayo de todos los sectores de trabajadores, las y los metalúrgicos volvieron al trabajo con un acuerdo firmado entre la UOM, las patronales y el gobierno. El acuerdo, conquistado con una fuerte lucha, establece que no habrá despidos hasta diciembre y que no se descontarán los días no trabajados. Es un paso adelante, aunque no cierra el conflicto, ya que el decreto 333, que elimina los aranceles de importación, sigue vigente. La lucha por los puestos de trabajo y por nuestra soberanía sigue siendo una causa colectiva.
La firma del acuerdo, comunicada el 23 de mayo en la puerta de las fábricas donde permanecían los piquetes, generó debates, pues la expectativa era lograr la derogación del decreto. Un triunfo de este tipo era posible si se extendía el conflicto en el gremio metalúrgico y se sumaba la CGT. Pero ni Abel Furlán ni Héctor Daer manifestaron disposición para impulsar esa lucha.
Más allá de que fuera necesario aceptar el acuerdo para organizar mejor la lucha de cara a su derrota definitiva en diciembre, consideramos que las asambleas debieron ser resolutivas y no meramente informativas. Ahora es fundamental que sigamos organizándonos, porque la pelea continúa. Y la mejor forma de hacerlo es mediante un plan de lucha de la UOM, rodeado de solidaridad. Reclamamos a los sindicatos y a la CGT provincial que convoquen a un gran Encuentro provincial de las y los trabajadores y los sectores populares para debatir un plan de acción que logre la derogación definitiva del decreto 333, defienda las fuentes de trabajo y diga basta a las medidas y el plan de ajuste de Javier Milei y el FMI.
¿Cómo salir de esta crisis?
Después del paro, se abrió un debate sobre cómo promover una matriz productiva que garantice los puestos de trabajo. Los empresarios y el gobierno provincial, encabezado por Gustavo Melella, están negociando con el gobierno nacional emprendimientos que tienen como rasgo central un carácter extractivista de recursos naturales, a costa de la depredación del ambiente marítimo y terrestre. Entre estos, se encuentran la instalación de salmoneras y plantas de explotación petrolera en la plataforma submarina. También planean un reducto de turismo de alta gama en Ushuaia, sacrificando el resto de la isla, y la entrega de terrenos para la instalación de bases militares de Estados Unidos y radares de Inglaterra, para el control del Atlántico Sur y la Antártida.
Estos emprendimientos serían financiados con el Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva (FMAP), que se creó en 2021 con parte de los beneficios que recibían las empresas que no pagaban impuestos y que, según algunas fuentes, rondaría los 200 millones de dólares. El proyecto de Milei es entregar ese fondo a los mismos empresarios que se enriquecieron durante estos años o generar reservas en el Banco Central para el pago de la deuda externa.
Pero esos fondos son fruto del trabajo de las y los fueguinos, no de los empresarios que viven a kilómetros de la isla. Desde Izquierda Socialista Tierra del Fuego, proponemos una salida distinta, que esté al servicio de las y los trabajadores. Reclamamos la provincialización del FAMP, que hoy manejan los ministros del gobierno nacional, Caputo y Francos, para desarrollar empresas provinciales controladas por las y los trabajadores.