Escribe Mercedes de Mendieta, diputada nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad
Banfield alzó la voz al enterarse de que, oculto bajo el manto de la impunidad, vive entre sus vecinas y vecinos el genocida y ex integrante de la Triple A, Julio Yessi. Decenas de organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos nos hicimos presentes el viernes 13 de junio para escrachar su casa y exigir la reapertura de las causas judiciales vinculadas a la Triple A.
Yessi es uno de los responsables directos de la Masacre de Pacheco, que ocurrió el 29 de mayo de 1974. En ese hecho fueron secuestrados y fusilados tres militantes del glorioso Partido Socialista de los Trabajadores (PST), nuestro partido antecesor, que se forjó en la clandestinidad y bajo el genocidio de Estado. Nuestros caídos en Pacheco fueron Mario Zida, Antonio Moses y Oscar Meza. Las tres compañeras que también fueron secuestradas durante ese operativo fueron liberadas horas después.
Según testigos, Yessi fue identificado como partícipe activo del ataque. Sin embargo, la Justicia Federal (a través de un fallo dictado por el tribunal conformado por los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens) le garantizó impunidad. Su figura también está asociada a la represión en espacios universitarios, como en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, donde en 1974 fue asesinado Pedro H. Hansen, dirigente estudiantil que encabezaba la resistencia contra el rector impuesto por el gobierno.
La Alianza Anticomunista Argentina fue una organización parapolicial fascista que actuó entre 1973 y 1976 con el amparo del Ministerio de Bienestar Social, dirigido por José López Rega, mano derecha de Isabel Perón. Su accionar fue la antesala del terrorismo de Estado que se instauró con la última dictadura militar iniciada en 1976. El PST, del cual nos sentimos orgullosos y cuyo legado continuamos, sufrió la desaparición forzada de más de 100 compañeras y compañeros.
Desde Izquierda Socialista y Frente de Abogadxs por los Derechos Humanos y el Socialismo (Fadhus) nos hicimos presentes con una nutrida columna que, al finalizar la movilización y bajo la lluvia, se despidió gritando: “A los caídos no los vamos a olvidar, en cada lucha ellos están y con un mundo socialista volverán”. Contra la impunidad de ayer y de hoy, por las y los 30 mil, y frente a este gobierno negacionista de Javier Milei, seguiremos peleando por la reapertura de las causas judiciales y de los archivos comprendidos entre 1974 y 1983, y por cárcel común y perpetua para los genocidas. ¡Mario, Antonio y Oscar, presentes!