Escribe Salud en Marcha
La lucha de las y los trabajadores del Hospital Garrahan (el principal centro pediátrico de alta complejidad del país) continúa con más fuerza que nunca. Impulsada con un inmenso apoyo popular que se hace visible en cada acción que convocan. Tanto la masiva movilización del 17 de julio, así como la marcha de velas del pasado 31 de julio que contó con la presencia de familiares de pacientes e importantes referentes de la cultura, son un enorme respaldo al hospital y a sus trabajadores, un símbolo de la defensa de la salud pública frente a las políticas de ajuste del gobierno.
El reclamo central de la lucha se mantiene firme y claro: salarios dignos y un freno al desfinanciamiento de la salud. La exigencia es un salario mínimo de 1.870.000 pesos, un monto indispensable para cubrir la canasta básica familiar, según cifras que calcula mensualmente la Junta Interna de ATE-Indec. Esta demanda es la principal respuesta a la precariedad salarial que ha provocado la renuncia de numerosos profesionales empujados al pluriempleo. Una vulneración flagrante de las condiciones laborales, que impacta directamente en la salud de las y los propios trabajadores que se sacrifican en pos de mantener la calidad de la atención a los pacientes.
Un reclamo que se expande y unifica
Otro ejemplo del amplio apoyo se vio en el cabildo abierto del sábado 2 de agosto, realizado en el anfiteatro de ATE. Medio centenar de organizaciones sindicales, sociales y políticas reafirmamos nuestro compromiso con todas las medidas que las asambleas del hospital vienen definiendo en unidad y de forma democrática.
Es necesario impulsar para fines de mes una gran movilización nacional en respaldo al Garrahan y en defensa de la salud pública, con el objetivo de confluir con otros sectores que también comienzan a enfrentar el ajuste del gobierno de Milei.
La lucha del hospital se convirtió en un freno significativo al plan motosierra del gobierno ultraderechista. Y la pelea continúa. Desde Salud y Estatales en Marcha renovamos nuestro compromiso para acompañar a las y los trabajadores en cada paso que resuelvan en asamblea.
Tal como expresamos en el Cabildo Abierto, exigimos a las conducciones sindicales (ATE, CTA, Cicop y Fesprosa) que pasen de las declaraciones a la acción y convoquen de manera unitaria y desde la base un verdadero plan de lucha nacional para que el Garrahan triunfe. Al mismo tiempo, denunciamos el pacto que la burocracia sindical peronista de la CGT sostiene con el gobierno. Le exigimos que lo rompa de inmediato y que convoque a un paro nacional de 36 horas como primer paso de un plan de lucha serio para derrotar la motosierra del gobierno y al FMI.










