Escribe Nicolás Núñez, comisión directiva AGD-Sociales
El Gobierno nacional tuvo que salir a mentir, al anunciar un supuesto aumento salarial que sólo consolida la pérdida del poder adquisitivo de las y los trabajadores de las universidades. Tras la primera semana de paro convocado por la Conadu Histórica y la Conadu en todo el país, a lo que se sumaron las medidas de fuerza de los gremios nodocentes, quiso dar por cerrado el reclamo. Anunció un aumento de 7,5% en cómodas cuotas hasta noviembre, que no se sabe siquiera si serán retroactivas, y que representa aproximadamente la séptima parte de lo que se necesitaría para recuperar el poder adquisitivo (ya bastante limitado) de diciembre de 2023. Es decir, un 45% de aumento. Hoy la realidad es que el 70% de las y los trabajadores universitarios están por debajo de la línea de pobreza, y miles ya renunciaron.
La Conadu Histórica ratificó la continuidad del plan de lucha con paros rotativos de 48 horas. Asimismo docentes, nodocentes y estudiantes participaron del Plenario Nacional del Sindicalismo Combativo y sectores en lucha, en dónde discutieron cómo profundizar la pelea por el presupuesto en las próximas semanas. Desde la Fucsia de docentes universitarixs e investigadores, Nodocentes en Lucha y la Juventud de Izquierda Socialista insistimos en la necesidad de acompañar los paros con la búsqueda de impulsar instancias de organización interclaustros, en la perspectiva de masificar la pelea, retomando el camino del 2024 y el estallido que se generó con tomas en más de cien facultades tras el veto a la Ley de Financiamiento Universitario.
De hecho, en las próximas semanas estamos otra vez en camino a que una nueva ley que define un aumento parcial de presupuestos y salarios sea aprobada por el Congreso. Como lo vimos con el Hospital Garrahan, y los reclamos de discapacidad y jubilaciones, sabemos que el gobierno ultraderechista va a ir por el veto y que sin superar los niveles de movilización del 2024, no vamos a poder derrotarlo.
Por eso, mientras le continuamos exigiendo al Frente Sindical (los gremios universitarios nacionales, rectores y federaciones estudiantiles) la convocatoria a la Tercera Marcha Federal y a un plan de lucha unificado, son claves las instancias de articulación interclaustros como las clases públicas, los cortes de calle y las asambleas. Necesitamos fortalecer las medidas de fuerza gremiales, pero también empujar para que vuelva a entrar en escena el movimiento estudiantil para superar las limitaciones que intentan imponer las autoridades universitarias y las conducciones, desde la Franja Morada hasta el kirchnerismo y Patria Grande.
Ante la motosierra que impulsa el gobierno privatizador, las opciones son o el autoajuste que ya aplican las autoridades con el recorte de horarios, comedores, y el impulso del Sistema de Creditos-SACAU, o profundizar la movilización y sacar la universidad a la calle para, junto a las y los trabajadores de la salud, discapacidad, jubilados, y el conjunto de los sectores en lucha, derrotar el super ajuste, la represión y los vetos de Javier Milei.










