Escribe Diego Saavedra, delegado de la Junta Interna de ATE Garrahan y candidato a diputado nacional de Izquierda Socialista/FIT Unidad
La emblemática lucha de las y los trabajadores del Hospital Garrahan atraviesa momentos decisivos. Tras la histórica sanción en el Congreso de la Ley de Emergencia Pediátrica, el gobierno de Javier Milei anunció que la vetará. La contundente derrota electoral que sufrió el 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires lo dejó políticamente debilitado y sin legitimidad para avanzar con ese veto.
El próximo 12 de septiembre habrá un paro en defensa del Garrahan. Es fundamental rodear esta lucha con la mayor solidaridad posible y exigir no solo que la ley se implemente de inmediato, sino también que se garantice una recomposición salarial urgente y sostenida.
Con el correr de los meses, la pelea del Garrahan se convirtió en una verdadera causa nacional, con un apoyo popular masivo que trasciende las paredes del hospital. Este proceso dejó en evidencia que el gobierno de Milei no vino a terminar con los privilegios de una supuesta “casta”, como proclamaba en campaña, sino a aplicar un ajuste brutal que amenaza derechos básicos como la salud de las infancias, la educación pública y las jubilaciones.
La firmeza de quienes llevan adelante una lucha incansable para frenar el desfinanciamiento del hospital pediátrico de alta complejidad más importante del país, logró instalar el tema en la agenda pública. La presión fue tan grande que obligó al Congreso a sancionar la Ley de Emergencia Pediátrica, que si bien no resuelve todos los problemas, representa un avance en la defensa de la salud pública y de la atención de miles de niñas y niños.
En un comunicado difundido el lunes 8 de septiembre, la Junta Interna de ATE del Garrahan lo expresamos con claridad: “Tras la derrota electoral del gobierno, tenemos más fuerzas para impulsar nuestros reclamos”. El propio gobierno presentó esa elección como una suerte de plebiscito y perdió por goleada. Esto deja claro que no existe respaldo popular para medidas como la destrucción de la salud pública, los recortes en educación o el ataque a las jubilaciones.
Para quienes estamos en lucha, este nuevo escenario abre condiciones más favorables para imponer nuestros reclamos. Un gobierno debilitado y desautorizado no tiene legitimidad para seguir atacando, y es momento de profundizar la organización y la lucha. La recomposición salarial no puede esperar más. Los integrantes del Consejo de Administración deben liberar de forma inmediata los recursos genuinos que hoy están siendo retenidos de manera ilegítima, y que pertenecen a las y los trabajadores.
El comunicado también remarca que el canal electoral utilizado para oponerse a Milei tiene límites insalvables: en Fuerza Patria están los mismos que aplicaron un duro ajuste después de la pandemia y que, con su desastroso gobierno, allanaron el camino para el ascenso de Milei. Este punto deja en evidencia que la única garantía para defender los derechos conquistados es la movilización independiente de los partidos patronales que ya demostraron estar al servicio del ajuste.
Al mismo tiempo, la derrota electoral refuta por completo el argumento de la burocracia sindical que se niega a convocar medidas de fuerza con la excusa de que “la gente apoya” al gobierno. La realidad es la opuesta: la masiva votación en contra de Milei demuestra que existe un amplio rechazo a sus políticas y que hay condiciones para una lucha nacional y sostenida.
Por eso, más que nunca, es necesario que todos y todas acompañemos la lucha del Garrahan. El paro del 12 y 13 de septiembre debe ser un punto de inflexión. Solo con la movilización y la unidad podremos enfrentar el ajuste y defender la salud pública de nuestro país.










