
Escribe Mercedes de Mendieta, diputada nacional Izquierda Socialista/ FIT Unidad
A pesar de que el gobierno de Javier Milei consiguió el 4 de noviembre un dictamen de mayoría para el Presupuesto 2026 con el apoyo de la UCR, el PRO y bloques provinciales en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, el oficialismo esperará a la renovación legislativa para estar en mejor posición de negociar y votar el proyecto. Todo esto ocurrió mientras avanzaba el acuerdo con los gobernadores.
En la comisión se presentaron además tres dictámenes alternativos: uno de Fuerza Patria, otro conjunto del Encuentro Federal (Miguel Pichetto) con Democracia para Siempre (radicales), el MID (ex La Libertad Avanza) y la Coalición Cívica (Elisa Carrió), y finalmente el que presentó el Frente de Izquierda Unidad (FIT-U).
El peronismo, en crisis y sin rumbo, se limitó a proponer “mejorar” o “negociar” modificaciones al proyecto de más motosierra y ajuste del gobierno de Javier Milei.
Desde el Frente de Izquierda Unidad presentamos un dictamen alternativo, obrero y popular, que parte de romper relaciones con el FMI y declarar el desconocimiento soberano de la deuda externa, destinando esos recursos a salarios, jubilaciones, universidades, educación, salud, discapacidad, ciencia y técnica, políticas contra la violencia de género y todas las necesidades sociales urgentes.
Presupuesto y las reformas que se vienen
El proyecto de presupuesto de Javier Milei fue elaborado para cumplir con los requerimientos del FMI y del imperialismo norteamericano. Detrás del superávit fiscal se esconde una nueva ofensiva contra la clase trabajadora para garantizar el pago de 4.500 millones de dólares en vencimientos de deuda externa previstos para enero, y miles de millones más durante 2026.
Como era previsible, no están incluidos los intereses y nuevos pagos que derivarán de los acuerdos con Estados Unidos y el JP Morgan, dólares que llegarán a cambio de más entrega y sometimiento.
El Presupuesto 2026 se basa en el principio innegociable del equilibrio fiscal, plasmado en la llamada “regla fiscal”, un mecanismo que impone superávit financiero cueste lo que cueste. ¿Cómo funciona? Si la recaudación sube, se bajan impuestos a los más ricos; si baja, se recortan salud, educación y políticas sociales.
Entre los ajustes más destacados, se prevé una reducción del presupuesto educativo al 0,75 % del PBI, mientras que las transferencias a universidades ya cayeron un 33,4 % real entre 2023 y 2025. En materia de violencia de género, el texto directamente niega el problema, eliminando partidas para el Programa Acompañar y la Línea 144. El único rubro que aumenta es el de la SIDE y los servicios de deuda.
Advertimos que, bajo el argumento de que “es necesario un presupuesto”, todos los bloques políticos patronales, incluido el peronismo, se disponen a negociar el proyecto junto con la agenda de reformas laboral, penal, fiscal y jubilatoria que impulsa el gobierno, con la complicidad de los partidos patronales y los gobernadores.
Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad llamamos a la clase trabajadora a organizarse junto al sindicalismo combativo, exigiendo a la CGT un paro general con plan de lucha para enfrentar a Javier Milei, a los gobernadores, a Donald Trump y al FMI.










