En las últimas semanas, las y los trabajadores del Astillero Río Santiago (Ensenada) vienen protagonizando una verdadera rebelión contra las autoridades de la empresa estatal provincial y, en particular, contra la conducción de ATE Ensenada (Lista Blanca).
El hecho que detonó la bronca fue que la conducción del gremio había recibido ascensos y recategorizaciones discrecionales, mientras el conjunto de los trabajadores reclama aumento salarial, recategorizaciones que corresponden por convenio, presupuesto y nuevos proyectos para reactivar la fábrica.
Se llevaron a cabo asambleas autoconvocadas por sector que exigieron a los miembros de la comisión directiva que renuncien a las categorías obtenidas y a sus cargos gremiales.
La bronca, sumada a una importante movilización que enfrentó al secretario general de ATE Ensenada, Francisco Banegas, obligó a la conducción a convocar una asamblea general el lunes 10.
Sin embargo, mediante maniobras, la dirección del gremio negó las demandas y buscó cerrar el conflicto, lo que solo acrecentó la indignación entre las bases.
La bronca sigue creciendo contra una conducción que no oculta su apoyo al gobernador peronista Axel Kicillof, responsable del vaciamiento del astillero y de los salarios miserables.
Desde Izquierda Socialista/FIT-Unidad acompañamos el reclamo de las y los trabajadores, que en junio y julio ya habían encabezado dos importantes movilizaciones al Ministerio de Economía y a la Gobernación provincial.
Los reclamos continuarán ahora ante la convocatoria a paritarias, donde el conjunto del Astillero exige aumentos reales, presupuesto y nuevos proyectos para poner en marcha la producción y defender los puestos de trabajo.
Corresponsal










