Escribe José Castillo
El gobierno peronista de Alberto Fernández, en complicidad con los gobernadores de las provincias involucradas, se apresta a profundizar el saqueo y la entrega sobre la hidrovía del Paraná. Todo al servicio de los negocios y las superganancias de los pulpos multinacionales agroexportadores.
El 30 de abril vence la concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay, una virtual privatización del río Paraná, realizada por Menem en 1995 y prorrogada, coimas y escándalo mediante -es una de las causas de los “cuadernos”- por el kirchnerismo en 2010. Incluye todas las actividades de dragado y balizamiento del río Paraná desde su cruce con el Paraguay hasta la desembocadura en el río de la Plata. Con la actual concesión, en manos de la empresa Hidrovía S.A, una asociación entre la belga Jan de Nul N.V. y Emepa S.A., propiedad de Gabriel Romero,uno de los más corruptos empresarios argentinos del transporte (dueño de Ferrovías), nuestro país viene entregando su soberanía sobre un espacio vital. Por la hidrovía Paraná sale el 70% de nuestras exportaciones, con un tráfico de seis mil barcos al año, además de ser parte estratégica de una de las reservas de agua más grandes del planeta, el Acuífero Guaraní. El saqueo y la privatización del Paraná no se limita a la hidrovía, a ello hay que sumarle las veintinueve terminales portuarias en manos de los grandes grupos transnacionales de la agroexportación: ADM, Dreyfuss, Cargill, Cofco, entre otras, y el hecho de que también se ha destruido nuestra marina mercante, por lo que el 95% de los embarques se hace con buques que pertenecen a empresas extranjeras.
La hidrovía Paraná-Paraguay es un eslabón fundamental del saqueo y la semicolonización que se viene dando desde hace décadas sobre nuestros recursos. El Paraná es el tercer río navegable del mundo en su extensión. Sin embargo, nuestro país no tiene ningún tipo de control sobre él ni sobre la mayoría de los puertos en su ribera. Desde la destrucción de la estatal Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA) ni siquiera los buques mercantes que circulan son argentinos. La privatizada hidrovía es campo fértil para todo tipo de maniobras de saqueo, que incluye la fuga de divisas (se calcula que se evaden 20.000 millones de dólares al año) y el contrabando de granos (como se vio en forma flagrante en el caso Vicentin).
El gobierno de Fernández alienta una nueva concesión más saqueadora que la anterior
Frente al vencimiento de la concesión, se discute su prórroga o la contratación de una nueva administración. Pero todas las propuestas en danza apuntan a la continuidad del saqueo de nuestros recursos y la depredación del río. Desde aquellos que plantean mantener los mismos empresarios que tienen la concesión hasta los que hablan de rescisión. Entre estos últimos, el Ministerio de Transporte de la Nación, junto con los gobernadores de las provincias involucradas, apuntan a crear un ente interprovincial que se haga formalmente cargo de la hidrovía con el objetivo explícito de entregar la concesión a nuevos pulpos transnacionales. Se trataría de avanzar en un nuevo proyecto donde se dragaría con mayor profundidad, se rectificaría y ensancharía el río ampliando el señalamiento y el balizado. Detrás de esta supuesta “modernización” se busca transformar el Paraná en una verdadera autopista fluvial donde puedan circular miles de barcos mercantes, incluso de gran calado. Todo al servicio de facilitar la salida de los productos del complejo agroexportador, un beneficio a la medida de las transnacionales monopólicas. Una ruta modernizada para el saqueo y, a la vez, para la destrucción absoluta del ecosistema asociado al Paraná, su acuífero y la cuenca que desemboca en el río de la Plata.
Basta de privatización y depredación del río Paraná
Tenemos que recuperar nuestra soberanía sobre el río y a la vez preservar la flora, la fauna y la biodiversidad, tanto acuática como de las áreas ribereñas. Por eso decimos ¡no a la entrega de la hidrovía! El río debe ser primero para el disfrute del pueblo trabajador que vive en las ciudades y las poblaciones ribereñas. También como vía de transporte fluvial, pero de forma sustentable y al servicio de poder aprovechar plenamente nuestros recursos, no para el saqueo de los monopolios transnacionales. Por eso la única salida pasa por la reestatización de todas las actividades de dragado, balizamiento y control del transporte marítimo sobre el río Paraná, que debe pasar a ser gestionado por un ente con control de los trabajadores de las actividades involucradas y de las poblaciones ribereñas. Al mismo tiempo hay que reestatizar también todos los puertos privatizados, hoy en manos de los monopolios agroexportadores.
Todo esto debe ser orientado a terminar con el saqueo de nuestros recursos que se viene produciendo por el virtual monopolio del comercio exterior por parte de las transnacionales citadas. Hay que recrear una empresa estatal de marina mercante, como la vieja ELMA, que construya y administre la actividad. Y, por sobre todo, se impone la nacionalización del comercio exterior y la recreación de todos los organismos de control respectivos, como las juntas nacionales de granos y de carnes.
Desde 1993, se celebra cada 22 de marzo el Día Mundial del Agua. Sin embargo, pese a que hace ya casi treinta años que existe ese día “de concientización”, 2.200 millones de personas, casi un tercio de la población mundial, no tienen acceso a este recurso vital y otras 4.200 millones viven sin servicios sanitarios adecuados.
El agua se va transformando, cada día más, en una mercancía que hay comprar en el mercado. Llegó al extremo de que, el año pasado, empezó a cotizar en las Bolsas de valores mundiales, como el oro, la soja o el trigo.
Nuestro país no es ajeno a esta apropiación del agua por parte de las transnacionales. Poblaciones enteras ven la contaminación de ríos, lagos y lagunas, producto del uso que hacen la megaminería y el fracking. Ríos fundamentales como el Paraná son privatizados y saqueados con proyectos como el de la hidrovía. Y el pueblo trabajador ve cómo se privatiza y cierra incluso el mínimo acceso al río para esparcimiento, como sucede en la ciudad de Buenos Aires.
Por eso, el pasado 22, miles nos movilizamos a Plaza de Mayo y a las principales plazas del país. En la ciudad de Buenos Aires se realizó una importante manifestación unitaria de la que participamos con la coordinadora Basta de Falsas Soluciones y con Ambiente en Lucha. Un eslabón más en la lucha por la defensa del ambiente, que crece día a día.
Corresponsal
En medio de las multitudinarias manifestaciones contra la megaminería en Chubut, el gobierno del Frente de Todos ofrece a los pulpos transnacionales el territorio nacional para el saqueo.
El 17 de marzo pasado, el propio presidente se reunió en forma virtual con dieciocho fondos de inversión extranjeros. Allí ofreció de todo, explotación de fracking en Vaca Muerta, yacimientos de extracción de litio y privilegios para entrar al negocio de la agroindustria. Estuvieron presentes inversores de Rusia, China, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Japón, Baréin, Singapur, Kuwait, Italia, Omán, India, Brasil, Tailandia y Azerbaiyán. Entre ellos, se destacó la presencia de Ray Dalio, inversor yanqui del fondo buitre Bridgewater; dos representantes de China, Weimin Ju, de Investment Corporation, y Yanzhi Wang, presidente del fondo de la Ruta de la Seda, y Kirill Dimitriev, CEO del Fondo de Inversión Directo de Rusia.
También se acaba de realizar en Toronto la I Feria Anual International Convention & Trade Show de Prospectors & Developers Association of Canada (PDAC 2021), la reunión más importante del mundo del negocio de las transnacionales mineras. Ahí el gobierno argentino hizo una presentación ofreciendo sus riquezas a explotar por medio de la megaminería. En el mapa presentado figuran no solo las actuales áreas en explotación, sino todos los proyectos que se podrían poner en marcha si se autoriza la actividad megaminera en la provincia de Chubut. De tal forma, queda al desnudo la mentira del planteo de Alberto Fernández de que el plan megaminero para esa provincia es una propuesta del gobernador peronista Arcioni y que el gobierno nacional no tendría nada que ver.
El gobierno peronista del Frente de Todos, lo mismo que anteriormente el macrismo, sigue ofreciendo nuestras riquezas al mejor postor, invitando al saqueo y la depredación ambiental. Nada bueno saldrá de acá para el pueblo trabajador, como ya está sucediendo en Vaca Muerta con los obreros petroleros ultraflexibilizados, o en los distintos territorios donde se asientan los pulpos megamineros. La salida para nuestro país no saldrá de supuestas inversiones de los pulpos transnacionales, sino de un plan diferente, obrero y popular, que arranque por no pagar la deuda, romper con el FMI y estatizar todos nuestros recursos para explotarlos solamente con cuidado del ambiente y pleno acuerdo de las comunidades involucradas.
Desde Ambiente en Lucha e Izquierda Socialista participamos de la séptima Huelga Mundial por el clima en Argentina, una jornada internacional para reclamar contra la contaminación ambiental. En nuestro país organizada por la coordinadora Basta de Falsas Soluciones (BSF) en Plaza de Mayo y principales plazas de las provincias.
Gritamos fuerte:
No a la Megamineria en Chubut
Basta de Fracking
Basta de represion
Basta de falsas soluciones
Escribe Agustín Gigli
El gobernador Arcioni intentó, sorpresivamente, hacer votar la autorización a la megaminería en la provincia. Pero el tiro le salió por la culata. Una vez más, con la movilización, se logró hacerlo retroceder.
La crisis de Chubut se manifiesta de múltiples maneras. El atraso del pago de los salarios estatales es una de ellas. Por esto, y por el desfinanciamiento del sistema educativo en general, las escuelas están prácticamente paralizadas desde hace tres años. Pocos días antes de comenzar las clases, el gobierno de Arcioni, junto con el de Fernández, lograron que la burocracia sindical docente firmara un acuerdo paritario donde solo se “logra” la reducción de la deuda salarial a un mes. Lo firmó el ministro de Educación de Nación, Trotta, en nombre de Fernández. A jubilados docentes y estatales de otras reparticiones les siguen debiendo dos meses y un aguinaldo. Lograr la traición de la burocracia y el apoyo de Nación envalentonó a Arcioni y, como prometió en su discurso de inauguración de las sesiones ordinarias en la Legislatura, salió con todo por la aprobación de la zonificación minera.
Arcioni juntó a la tropa, incluyendo a su vice, Sastre, y logró que la Comisión de Desarrollo Económico, Recursos Naturales y Medio Ambiente aprobara en forma exprés el proyecto de zonificación minero. Fue un paso en el intento de aprobar la zonificación, poniendo en el orden del día de la sesión del jueves 4 de marzo la votación del proyecto. Por supuesto que en esa comisión ni mencionaron el proyecto 129/20, de la iniciativa popular que prohíbe la minería.
Desde que se supo la noticia de la sesión de la comisión (que fue virtual, sin posibilidad de participación, ni siquiera de escuchar el “debate”), las asambleas nos pusimos en estado de alerta, nos movilizamos por las calles y las rutas. Se cortó la ruta 3 en Trelew y en Madryn y la 259 en Trevelin y Esquel. También hubo marchas a las casas de los legisladores. La Coordinadora Plurinacional Basta de Falsas Soluciones se movilizó en CABA, La Plata y otros puntos del país. El patotero Ingram (legislador provincial peronista) salió a decir que no estaban las garantías de seguridad para los legisladores. El vicegobernador, por su parte, preguntaba por las redes sociales quiénes sustentan económicamente al movimiento del no a la mina. Veinte años de lucha y los políticos del peronismo no saben nada del movimiento social que recorre la provincia.
Finalmente, la sesión del jueves fracasó. Tuvieron que suspenderla. Desde sectores afines al kirchnerismo dijeron que era porque Cristina bajó la línea de “no avanzar hasta después de las elecciones”. Tal vez tenga miedo de perder un senador.
Pero debemos tener en claro que no es la rosca peronista la que frenará la megaminería en la provincia. Todos están de acuerdo en impulsar el yacimiento Navidad y entregar los bienes comunes a Panamerican Silver. En Santa Cruz vienen haciendo cosas similares desde hace años. Lo que está frenando al gobierno de Arcioni, por el contrario, es la movilización de las asambleas. Saben que pueden perder elecciones porque son ellas las que siguen en lucha contra el saqueo y la contaminación.
Tenemos que seguir movilizados, informándonos y difundiendo. Porque una vez que entren los proyectos megamineros será mucho más difícil sacarlos. En ese sentido, desde Ambiente en Lucha e Izquierda Socialista organizamos un curso para analizar el No a la Mina desde una perspectiva económica, que suele faltar en los análisis que realizamos en las asambleas y poder avanzar en una solución que dé fin a los intentos capitalistas de saqueo y contaminación. Te invitamos a que te sumes.