Jul 05, 2024 Last Updated 8:25 PM, Jul 5, 2024


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Volvió a saltar el tema de la corrupción ante el pedido de condena de un fiscal contra Cristina Kirchner. Hubo marchas en solidaridad con la vicepresidenta, reprimidas por la policía de Larreta, lo cual repudiamos. El peronismo habla de “persecución y proscripción”. Pero ¿hubo o no corrupción? ¿Se tiene que castigar a los culpables?
 
El peronismo dice que no hay pruebas para inculpar a Cristina. Pero a esta altura no hace falta ningún fiscal para probarlo. El entramado de negocios corruptos en el gobierno peronista kirchnerista ya llevó a varios de sus funcionarios a la cárcel. Basta con escuchar a los trabajadores de Santa Cruz para probar quién es Lázaro Báez o identificar las mansiones de De Vido o Alicia Kirchner en El Calafate.
El crecimiento exponencial del patrimonio de la familia Kirchner no se debe a que Cristina fue una abogada exitosa, sino que fue beneficiada por todo un entramado de negociados facilitados por su propio gobierno para los Lázaro Báez, quedándose luego con parte del botín.

A los militantes que se movilizan por Cristina les decimos que se fijen en lo que dice la propia vicepresidenta. Cristina en su alegato reconoció que hubo actos delictivos en su gobierno. Denunció por qué no se investigaba la asociación ilícita entre José López y los empresarios ligados al macrismo. Se refería a los bolsos negros con nueve millones de dólares que López revoleó en un convento para esconderlos. ¿La entonces presidenta no sabía lo que hacía López cuando fue Secretario de Obras Públicas durante los doce años de su gobierno?
 
La corrupción no es solo una coima

La corrupción no es solo una coima de tal o cual funcionario. Son grandes negocios capitalistas que se cometen en beneficio de los políticos de turno y de grandes empresarios. Mientras ellos se salvan y enriquecen, millones se hunden en la pobreza. Así funciona este sistema capitalista que defienden Cristina y Alberto Fernández.

¿Cómo afecta a los trabajadores? Con la obra pública se pactan licitaciones con un monto que después va subiendo, luego el gobierno pone plata del Estado para hacer frente a los sobreprecios y al final es el pueblo trabajador quien lo termina pagando. Plata que tendría que ir a salarios, jubilaciones, escuelas, hospitales o a un plan de viviendas, va a estos negociados repudiables. Esa ganancia va al patrimonio de empresarios y políticos de turno que luego invierten en hoteles, tierras y mansiones.

En estos negocios sucios están metidos grandes y poderosos empresarios. Muchos de ellos declararon en los tribunales que pagan coimas para quedarse con las obras y ponen dinero para las campañas electorales. Negocio del que también participan multinacionales corruptas como la brasileña Odebrecht, con la obra faraónica del Soterramiento del ferrocarril Sarmiento licitada en el gobierno de Cristina y seguida bajo el macrismo.

La corrupción capitalista mata. Ocurrió con la masacre de Once, donde en pleno gobierno de Cristina se le daban subsidios millonarios a la patronal Cirigliano-TBA, que luego guardaba en las Islas Caimán dejando a las formaciones del tren sin frenos. Esto provocó el choque fatal con el saldo de 52 muertos y cientos de heridos. Y si hablamos de corrupción capitalista hablemos de la deuda externa y el FMI, deuda ilegal, usurera y fraudulenta que viene de la dictadura y se sigue pagando con planes de ajuste como los que estamos viviendo hoy. Todo esto está en juego cuando se habla de “corrupción”.

Hay que castigar a todos los corruptos

Cristina se pone en víctima. El peronismo dice que está en peligro la democracia, que esto es parecido a lo que le hicieron a Perón en el golpe del ´55 y tantos otros disparates. ¿Pero acaso quieren juzgar a Cristina porque encabezó una rebelión contra el FMI o le quiere imponer un fuerte impuesto a los de arriba?

Cristina dice que los jueces la persiguen, pero se olvida de que hay otros que la fueron salvando, como el fallecido juez corrupto Oyarbide que cajoneó varias causas contra funcionarios kirchneristas. Por eso hay que terminar con esta justicia al servicio de los ricos eligiendo a los jueces por el voto popular.

El peronismo se ha declarado en “alerta y movilización” en apoyo a Cristina. Con esto intentan desviar la bronca popular contra el ajuste, los bajos salarios y la inflación. Una campaña a la que se suma entusiasta la burocracia de la CGT y las CTA, mientras le despejan el camino a Sergio Massa para recortar partidas en Educación, Salud, Vivienda y Transporte.

Ante todo esto desde Izquierda Socialista sostenemos que no hay que defender a Cristina. Hay que batallar para que todos los políticos patronales, funcionarios, grandes empresarios y sus cómplices paguen por sus actos corruptos. Tienen que ser ellos quienes demuestren su inocencia, o sino deben ir presos y devolver lo que se robaron. Sean del Frente de Todos o de Juntos por el Cambio. Esta lucha que va íntimamente ligada a la pelea por derrotar el brutal ajuste capitalista que está aplicando el gobierno, la cual es de primer orden.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Myriam Bregman, Nicolás Del Caño y otros dirigentes del PTS que escriben en su página web La Izquierda Diario siguen con la campaña de “persecución política” y “proscripción” contra Cristina. Una postura que consideramos completamente equivocada, por capituladora a este gobierno. Esta crítica que hacemos desde Izquierda Socialista es compartida por miles de seguidores del FIT Unidad, que ven en la postura del PTS una política opuesta a la que vino levantando el Frente de Izquierda en estos años, enfrentando a todos los gobiernos: al peronismo kirchnerista en sus doce años, luego al macrismo y ahora al Frente de Todos.

No le es fácil al PTS demostrar que no defiende a Cristina. Su dirigente y miembro de la Mesa Nacional del FIT Unidad, Guillo Pistonesi, tuvo que empezar una de sus largas notas polemizando con alguien que en las redes le señaló: “no entiendo por qué carajo el PTS sale a bancar a Cristina”. Es que PTS se suma a la cortina de humo lanzada por el peronismo, en especial el kirchnerismo, que sostiene que no se estarían condenando hechos de corrupción sino que todo es una farsa sin pruebas cuyo único objetivo es proscribir a Cristina.

El gobierno peronista habla de proscripción y de que peligra que Cristina se pueda presentar a las elecciones. El PTS también. Esto es falso. Porque estamos ante un pedido de condena que debe ser ratificado por un fallo, el mismo será apelado ante la Corte Suprema que no tiene plazos para decidir, lo cual seguramente hará dentro de varios años con resultado incierto. ¿De eso no se enteró el PTS? ¿No vió que Cristina ya se puso la gorrita “Cristina 2023”?

El PTS llegó a decir que hasta se le negó la defensa en juicio: “Imagínese si a una vicepresidenta le conculcan estos derechos, qué le queda a un hijo del pueblo acusado por robar una gallina”. ¿Pero no sabe el PTS que las cárceles están llenas de ladrones de gallina sin condena firme y los delincuentes de guante blanco están en libertad? Menem murió en la impunidad protegido por el peronismo y el kirchnerismo, la justicia y los fueros como Senador.

Es preocupante que el PTS haga semejante defensa justo cuando el gobierno peronista se victimiza, intentando tapar el brutal ajuste avalado por Cristina para cumplir con el FMI. Bregman habla de “gobierno de los jueces” y Cristina del “Partido Judicial” que la acosa. Lamentable coincidencia.

Una capitulación a la falsa izquierda de los gobiernos “progres”

La capitulación del PTS al peronismo es argumentada de esta forma por Pistonesi dice: “La derecha, siguiendo los designios de Washington, toma el tema de la corrupción para empoderar al Poder Judicial y perseguir a sus adversarios políticos”. La lavada de cara de PTS es por partida doble. Primero, porque según el PTS hay gobiernos de derecha (Macri) y otros que no lo son, sumándose a la mentira de que habría gobiernos “progres” perseguidos por el imperialismo o supuestamente “nacionales y populares”. Segundo, parecería según PTS que a los jueces solo los maneja la derecha. ¿Pero quién manejaba a los jueces bajo el peronismo menemista de los años ´90 cuando se entregaba todo el patrimonio nacional y se indultaba a los genocidas? ¿Quién puso al juez que metió preso al “Pollo” Sobrero acusado falsamente de quemar trenes por el hoy ministro de Segurdidad Aníbal Fernández en pleno gobierno de Cristina? ¿En Venezuela y Nicaragua a los jueces no los ponen la falsa izquierda de los dictadores Maduro y Ortega que gobiernan para los capitalistas? Una capitulación tremenda a los gobiernos falsamente “progresistas”.

Con este argumento (fallos de una justicia manejada por la derecha) habría que estar pidiendo por la libertad de Lázaro Báez, José López, De Vido, Boudou y Jaime. O si mañana hay un fallo condenatorio contra Macri, ¿El PTS también hablaría de persecución política con el argumento de que ese fallo se podría volver contra la izquierda, como sostienen?

La campaña contra una justicia de la derecha la sostienen los gobiernos latinoamericanos del doble discurso para encubrir que gobiernan con ajuste y son repudiados por las masas. “Es otro plan Cóndor”, dijo la diputada kirchnerista Gisela Marziotta, apelando escandalosamente a estas comparaciones. Como si tuviera algo que ver lo que está ocurriendo con el genocidio de la dictadura militar, que asesinó a miles de luchadoras y luchadores para aplicar un plan de sometimiento al imperialismo yanqui. Una barbaridad.
 
¿Impunidad o castigo a los corruptos?

Los análisis del PTS lo llevan a postular una política de impunidad ante los negociados capitalistas corruptos. El PTS dice que los hechos de corrupción no se pueden castigar con la justicia actual. Después de señalar “nadie puede negar que hubo corrupción durante el gobierno kirchnerista”, dice que como esta justicia no va a llegar a la verdad ni a desbaratar la corrupción porque no es imparcial e independiente (algo obvio), no hay que pedir ningún castigo a los responsables. Ante esto propone un juicio por jurado (un tribunal elegido por sorteo del padrón electoral como ya existe en algunos casos). Pero mientras tanto, según PTS, nadie puede condenar a nadie, incluso si algún juez lo hace obligado por una movilización popular. Para el PTS los políticos y empresarios corruptos deben quedar en la impunidad, dándole la espalda de esta forma al reclamo popular de que los corruptos vayan presos y devuelvan lo que se robaron. Están ignorando las luchas concretas por conseguirlo, como la de los familiares de la masacre Once y los ferroviarios de la Bordó del Sarmiento, que tuvieron que hacer decenas de actos, marchas y movilizaciones contra el gobierno y jueces cómplices para encarcelar a algunos corruptos como Jaime, Schiavi, Cirigliano-TBA o De Vido (este último en prisión domiciliaria).

Claro que repudiamos a esta justicia patronal que funciona de acuerdo al poder político de turno y en favor de los grandes empresarios y oligarcas. Por eso proponemos que los jueces sean elegidos por el voto popular, se terminen sus cargos vitalicios, ganen como una docente y se implementen los juicios por jurado. Sabemos que para terminar con los actos de corrupción capitalista hay que imponer un gobierno de las y de los trabajadores y una Argentina socialista. Pero decir que los corruptos no deben ir a la cárcel es de una claudicación completa. A tal punto que el PTS llega al extremo (o al ridículo) de criticar a la postura de Izquierda Socialista como “derechista”, porque dice que si se diera lo que proponemos habría que “construir cientos de unidades carcelarias en todo el país”.
Llamamos a la militancia del Frente de Izquierda a seguir fortaleciendo con políticas correctas a esta gran herramienta política y de la unidad de la izquierda que es el FIT Unidad.

Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
23/08/22

Izquierda Socialista, como partido fundador del Frente de Izquierda Unidad, aclara a los medios de prensa y a la militancia unitaria que viene construyendo el FIT Unidad, que las posturas de las y los actuales diputados Myriam Bregman y Nicolás Del Caño de PTS, además de equivocadas, no son las del conjunto del Frente de Izquierda como algunos han dado a entender.

Izquierda Socialista discrepa absolutamente con lo sostenido por PTS al defender a la vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner diciendo que “la llamada 'causa vialidad' es claramente un hecho de persecución política”; que Cristina es víctima de una “proscripción” y que hasta se le ha negado el derecho a la defensa en juicio. Postura que ha caído muy mal entre los seguidores del FIT Unidad, que vino manteniendo su independencia política de todos los gobiernos y combatiendo a todos los partidos patronales por igual.

PTS con su postura sale en defensa de la máxima representante del gobierno peronista kirchnerista usando incluso el mismo léxico que sus defensores. De ser así, como dice PTS, habría que estar pidiendo la libertad de Lázaro Báez, José López, De Vido o Jaime. 

Myriam Bregman tuiteó: “Las acusaciones de corrupción en la obra pública deben ser juzgada x jurados populares”. ¿Esto quiere decir que hasta que no haya jurados populares los políticos corruptos deben quedar en la impunidad? Si mañana hay un fallo condenatorio contra la familia Macri ante sus enormes negociados que viene haciendo desde la dictadura para acá, ¿PTS también saldría en contra?

¿PTS opina que Cristina y el peronismo kirchnerista son responsables o no de los casos de corrupción cometidos en su gobierno? ¿No hubo negociados capitalistas con la obra pública y Lázaro Báez? Si hasta lo reconoció la propia vicepresidenta en su alegato de hoy, hablando del “grado de familiaridad” entre su funcionario José López y los políticos macristas. Cristina dijo textualmente dirigiéndose a los fiscales que la acusan: “¿No vieron que había una asociación ilícita entre José López y empresarios relacionados con el macrismo como Nicolás Caputo y Eduardo Gutiérrez?”

Cristina habla de asociación ilícita, pero no de ella, sino de sus funcionarios. ¿Pero acaso no fue su gobierno quien puso a esos funcionarios? ¿Cristina no conocía lo que hacían? ¿No sabía Cristina que Lázaro Báez pasó de empleado bancario a quedarse con la obra pública y a tener estancias y grandes extensiones de tierras? ¿Cómo lo logró?

Claro que repudiamos a esta justicia de clase que funciona de acuerdo al poder político de turno. Y estamos claro que para combatir a los actos de corrupción capitalista hay que imponer un gobierno de las y los trabajadores e imponer medidas de fondo. Pero salir en defensa de Cristina Kirchner cuando las evidencias de corrupción son vox populi entre los trabajadores de Santa Cruz, está probado el crecimiento patrimonial exponencial de la familia Kirchner y hasta hay pruebas que se ventilan en los tribunales, es de una equivocación enorme.

Hablar de “persecución y proscripción política” hacia la figura de Cristina es darle de comer a la campaña oficial que, mientras la enarbolan, siguen aplicando un mayor ajuste al servicio de los grandes capitalistas. Una política funcional a Cristina y al peronismo.

Cristina arengó diciendo: “Éste no es un proceso contra Cristina Kirchner, sino que es un juicio al peronismo, a los gobiernos nacionales y populares, a los que peleamos por una mejora del salario, de las jubilaciones y la obra pública”. Un fuerte contraste con el ajuste en curso, el crecimiento del hambre y la pobreza y el sometimiento al FMI aplicado precisamente por el gobierno peronista del Frente de Todos del cual Cristina Kirchner es parte.

Llamamos a los partidos del FIT Unidad a guardar coherencia, combatiendo los actos corruptos capitalistas de todos los gobiernos (peronistas y de Juntos por el Cambio) y luchando por una salida de fondo como lo plantea el programa que venimos sosteniendo con el FIT Unidad.

El diputado nacional electo Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista/FIT Unidad) se refirió al aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil de $ 57.900 para noviembre. 

Giordano señaló: “Se pactó un salario mínimo que consolida la pobreza. Si la canasta para salir de la misma asciende a $111.000 el resultado está a la vista. El aumento tendría que haber sido del 130% no de un 21% y en cuotas como pactaron el gobierno, los empresarios y la CGT”.

El diputado Giordano agregó: “El salario mínimo según la ley debe garantizar alimentación, vivienda, educación, vestuario, salud, transporte, esparcimiento y vacaciones. ¿Se puede lograr esto con $57.900 recién para noviembre? Parece un chiste. Hay que exigir a la CGT que rompa el pacto con el gobierno y las patronales y llame a un paro general y a un plan de lucha nacional por un inmediato aumento salarial y jubilatorio al valor de la canasta familiar”.

Contactos:
Juan Carlos Giordano: 15-3119-3003 @GiordanoGringo
Prensa de Izquierda Socialista: 1160540129

 
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
El pasado 8 de agosto el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense y dirigente de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, dijo por Twitter: “Sin Cristina no hay peronismo. Sin peronismo no hay país.” ¿A dónde apuntan sus dichos? ¿Es cierto que sin peronismo no hay país?
 
Larroque volvió a hacer una defensa cerrada de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en momentos en que sectores de su propia base social también la empiezan a señalar como responsable de la crítica situación actual. Sus dos frases, bien pensadas, tienen por objetivo llamar a mantenerse dentro del peronismo a trabajadores, jóvenes y demás sectores populares cada vez más desilusionados con un gobierno que solo puede exhibir más pobreza, inflación, bajos salarios y sometimiento al FMI.

El mito de Cristina salvadora

“Sin Cristina no hay peronismo” es una clara demarcación de Larroque y del kirchnerismo hacia el interior del Frente de Todos. Como diciendo que Cristina le da un carácter ‘nacional y popular’ al peronismo, versus los Alberto y Massa que son los conservadores. Pero Larroque tiene un gran problema para sostener su afirmación,  porque fue Cristina la artífice del actual Frente de Todos poniendo a Alberto Fernández de presidente (con su famosa frase “con Cristina no alcanza, pero sin Cristina no se puede”). Y porque ahora es Cristina quien bendijo la asunción del superministro Sergio Massa para aplicar el mayor ajuste del FMI, el mismo Massa que años atrás prometía mandar a laburar a La Cámpora.

También flaquea el argumento de Larroque porque a Cristina Kirchner, después de pasarse meses criticando cosas parciales de un gobierno que ella misma diseñó e integra (sobre que el presidente no usa la lapicera, los funcionarios que no funcionan o que faltan dólares porque se los llevan afuera), no se la ha escuchado proponer ninguna medida concreta para frenar la inflación, combatir la pobreza, evitar la fuga de capitales o para que no se sigan yendo los dólares para pagar una deuda usurera y fraudulenta. Cristina no dice nada porque no tiene ningún plan económico alternativo. ¿O acaso propone desconocer el pacto con el FMI? Como denunciamos desde el Frente de Izquierda, si bien el kirchnerismo se opuso a la votación en el Congreso, lo hizo después de dar quórum y cuando estaban garantizados los votos para su aprobación.
 
Hay que superar al peronismo por izquierda

Reflexionemos sobre la segunda frase de Larroque, “sin peronismo no hay país”. Implica que Argentina sería un país inviable si no gobernara el peronismo. Pero el gran problema es que Argentina se está hundiendo en la pobreza y la desigualdad social de la mano del gobierno peronista del Frente de Todos.

Larroque y el kirchnerismo vienen ocultando su responsabilidad con la campaña de que la culpa la tendrían los jueces, los medios opositores, los especuladores y grupos concentrados que no lo dejan gobernar para los sectores populares.  Pero ahora no hay más excusas.

Le contestamos a Larroque que en el país donde gobierna el peronismo millones la pasan muy mal, mientras el agronegocio, las mineras, petroleras y esencialmente los usureros internacionales y el FMI se la siguen llevando en pala bajo el mando de un gobierno supuestamente “nacional y popular”. El peronismo en el poder no está salvando al país, lo está sometiendo a más ajuste y dependencia.

Cristina en un encuentro con jóvenes de La Cámpora ya había dicho que “el peronismo está más vigente que nunca”, para evitar que una franja se le siga yendo a la izquierda revolucionaria conquistada con el Frente de Izquierda Unidad. Ahora Larroque vuelve con el mismo mensaje.

Larroque debe recordar cuando la rebelión popular de 2001 que se llamó Argentinazo (donde millones en las calles echaron al gobierno de De la Rúa) se hizo al grito de “que se vayan todos” y “sin radicales, sin peronistas, vamos a vivir mejor”. Es decir que nuestro pueblo trabajador ya mostró su hartazgo no solo contra variantes de centro derecha sino también señalando al peronismo. De lo que se trata es superar al peronismo por izquierda, sin dejar de combatir por un minuto a Juntos por el Cambio (como lo estamos haciendo e hicimos cuando fueron gobierno), o ahora ante peligrosos personajes de ultraderecha como Milei y Espert.   

A los trabajadores y a la juventud les decimos fraternalmente que el peronismo no es salida para las legítimas aspiraciones de quienes no quieren vivir sin futuro. Que la salida pasa por fortalecer al Frente de Izquierda Unidad, la verdadera alternativa política de los trabajadores, las mujeres y de la juventud y de la unidad de la izquierda para terminar con la dependencia del FMI y luchar por medidas de fondo. Tareas que no va a llevar a cabo un peronismo cuyos máximos referentes defienden al capitalismo, sino un gobierno de las y los trabajadores que empiece a construir una Argentina Socialista, con plena democracia para los trabajadores y el pueblo. Por esto luchamos. 

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