Este sábado 9 de julio desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad, junto a otras organizaciones polìticas, de Derechos Humanos, sociales y la Autoconvocatoria por el No pago de la Deuda Externa realizamos actividades en todo el país para repudiar el ajuste del gobierno del Frente de Todos y el FMI.
Desde nuestro partido hicimos oír el reclamo por una segunda y definitiva independencia, una que termine con las cadenas que nos atan al imperialismo Yanqui y al FMI. [Contra los yanquis y el FMI / ¿Por qué hay que lograr una Segunda Independencia?]
En CABA llenamos la plaza de Mayo
Marchamos y realizamos actividades en:
Córdoba
Rosario
Neuquén
Tierra del Fuego
Jujuy
Documento acordado por las organizaciones y leído en Plaza de Mayo
El 9 de Julio ganemos las calles en todo el país contra el pacto del gobierno y el FMI. ¡No al pago de la deuda externa! ¡Anulación del acuerdo del gobierno con el FMI! Se fue Guzmán y sigue el FMI Este 9 de Julio, las organizaciones abajo firmantes, organizaciones sociales, de derechos humanos, ambientales, el movimiento piquetero combativo, el sindicalismo combativo y todas las organizaciones de la izquierda, nos movilizamos para decirle no al pacto del gobierno con el FMI y su plan de ajuste, entrega y criminalización de la protesta. Mientras el gobierno y la oposición de derecha conmemoran hipócritamente el día de la independencia, pactan con el FMI y profundizan todos los lazos militares, económicos y políticos con el imperialismo. En las grandes movilizaciones unitarias contra el pacto entre el gobierno y el FMI que protagonizamos en diciembre y febrero junto a decenas de organizaciones denunciamos que esta política iba a agravar la situación de la clase trabajadora y demás sectores populares. Hoy tenemos una inflación anualizada que alcanzará entre el 75/80%, pérdida salarial, jubilatoria y del poder adquisitivo de los planes sociales, más tarifazos y licencia para el saqueo a petroleras, gasíferas, mineras y el agronegocio. La reciente renuncia del ministro de Economía Martín Guzmán detonó una profundización de la crisis política y económica del gobierno, que se da en medio del crecimiento del hambre y la pobreza, las luchas populares y la crisis política entre sus distintos sectores. Y centralmente por aplicar el ajuste pactado con el FMI. La asunción de Silvina Batakis no significará un cambio de rumbo. Por el contrario, la nueva ministra ya anunció su alineamiento con el programa fondomonetarista. En un futuro inmediato se plantea una mayor devaluación del peso y un recrudecimiento del proceso inflacionario que seguirá carcomiendo salarios y jubilaciones. Batakis, que cuenta con un pasado de ataques a la docencia y a los estatales de la provincia de Buenos Aires, se prepara para un nuevo ataque a las paritarias y dar vía libre a los tarifazos. Con Guzmán, el gobierno intentó aferrarse al FMI para definir el déficit fiscal, aumentar tarifas, reformar impuestos. No conforme con esas variables macroeconómicas, también ofreció al FMI cambiar la metodología de las licitaciones públicas, rediseñar la política social, la legislación contra el lavado de dinero, y arrodillarse ante bancos locales y fondos de inversión para obtener financiamiento en pesos. Estas medidas comprometidas por Guzmán y ahora ratificadas por Batakis, apenas definían la base de imposiciones a aceptar. En cualquier momento, especialmente ante incumplimientos, el FMI puede imponer nuevas exigencias. En la reciente primera revisión de las metas del primer trimestre, conocida la semana pasada, el Fondo Monetario aceptó lo actuado pero marcó la cancha: exigió que en el segundo semestre el gasto público baje un 7,8% descontada la inflación, una nueva reforma jubilatoria y salarios aún más a la baja. Así en medio de una ola de remarcaciones de entre un 20 y 30%, de aumento del dólar blue y los dólares financieros a precios records, de especulación de grandes empresarios y financistas, la última conversación de la nueva ministra Batakis con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, con el objetivo de “tranquilizar a los mercados”, ratifica un rumbo de ajuste brutal sobre los trabajadores para cumplir las metas pautadas. La titular del fondo aconseja tomar medidas “dolorosas”. Pero estos golpes al pueblo están dando lugar a grandes luchas. El movimiento piquetero en enormes movilizaciones y acampes enfrenta el hambre y la pobreza. Este jueves 14 de julio llamamos a apoyar la movilización de la Unidad Piquetera. Los trabajadores del neumático con su sindicato (SUTNA) a la cabeza vienen llevando adelante un gran plan de lucha con paros generales y movilizaciones en defensa del salario y sus condiciones de trabajo. Arcor Bagley está en plan de lucha contra la precarización laboral. En Tierra del Fuego los metalúrgicos de Río Grande fueron a la huelga arrancando paritarias sobre la inflación. Los trabajadores de la salud de Río Negro, los docentes de San Juan, La Rioja y los docentes universitarios de todo el país vienen de grandes medidas de fuerza contra el ajuste salarial contra la educación. Los trabajadores de la 60 fueron al paro contra los despidos. En el canal América, por el pago del aguinaldo. Los pueblos, comunidades y territorios en lucha resisten al avance extractivista de la megaminería y de las petroleras en el Mar Argentino. Pueblos fumigados y organizaciones siguen la histórica lucha contra el agronegocio de los desmontes, de la industrialización animal, de la soja transgénica y de sus letales agrotóxicos, a los que se suma el reciente trigo transgénico HB4 que, en manos de las empresas del agronegocio, podría volcar nuevos millones de litros de agrotóxicos a nuestro suelo. Mientras las luchas populares se desarrollan, el gobierno, la justicia y los gobiernos provinciales avanzan en la criminalización de la protesta. Así enfrentamos la avanzada en Jujuy, Misiones, Neuquén, Mendoza, Chubut, Catamarca, Santa Cruz y todo el país con causas contra quienes se organizan para enfrentar el hambre, la miseria y el saqueo. Causas que buscan profundizar el rumbo de criminalización que se expresó en las condenas contra Cesar Arakaki y Daniel Ruiz por su participación en la lucha contra la reforma jubilatoria de Macri. O la sentencia criminal de extradición de Facundo Molares, contra la cual seguimos luchando. Y más recientemente, en la prisión de Julián Lazarte, Jaru Rodriguez Carrero y Oscar Santillán tras la movilización frente al Congreso contra el acuerdo con el FMI, causa por la que continúan procesados al día de hoy. Parte central de esta ofensiva es el ataque contra el movimiento piquetero independiente, que une a Cristina Kirchner en su intento de traspasar el control de los planes a los punteros de las intendencias y gobernaciones, con el Fiscal Marijuán. Rechazamos esta persecución, los allanamientos a organizaciones populares como el Frente Popular Dario Santillán, MTE, La Dignidad, Movimiento Evita, CCC, FOL, Barrios de Pie y MTR 12 de Abril en Jujuy y CABA, la persecución contra compañeros en todo el país y las causas contra dirigentes del Partido y el Polo Obrero. Esta ofensiva hacia el movimiento piquetero tiene rostro de mujer a ambos lados del asunto: de un lado, la vicepresidenta y la ahora flamante ministra de economía; del otro, las miles y miles de mujeres y disidencias que constituyen el grueso de las organizaciones sociales. Las declaraciones criminalizantes hacia el sector parecieran no tener en cuenta que las políticas de ajuste refuerzan los procesos de feminización de la pobreza que se vienen agudizando durante los últimos años. En efecto, ante la profundización de la crisis sanitaria y económica, se ha vuelto más evidente que en el capitalismo los costos de la reproducción social son descargados entre quienes garantizamos las tareas de cuidados no remuneradas (en un sentido general las mujeres e identidades feminizadas) y por necesidad y falta de posibilidades caemos en trabajos mucho más precarizados. En este contexto, las políticas del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad se muestran en línea con la consolidación de un ajuste que implica más sobrecarga al trabajo no remunerado y un control violento de nuestros cuerpos sin dispositivos de atención integral a nuestro alcance. Mención aparte merece la situación de las niñeces y juventudes, ubicadas en contexto de exclusión total al contar con más de la mitad bajo la línea de pobreza, sin acceso a una alimentación y educación de calidad, sin asistencia en salud mental y consumos problemáticos, entre otras deficiencias de las políticas públicas vaciadas mediante el ajuste en curso. Criminalizar al movimiento piquetero es atacar lisa y llanamente a las mujeres pobres. El acuerdo con el Fondo ya incluía la perspectiva de una focalización mayor de la AUH, la Tarjeta Alimentar y las becas Progresar, a cargo del Banco Mundial. El ajuste sobre los “Potenciar Trabajo” es la continuidad de esta política. El salario básico universal que se propone desde algunos sectores del Frente de Todos sería de 14.000$ de miseria. Un debate serio debería incluir las deliberaciones de todo el movimiento piquetero y la clase trabajadora, abarcando la necesidad de superar la desocupación con reparto de horas de trabajo entre ocupados y desocupados, y con una cobertura social como un seguro al desocupado igual a la canasta básica familiar. La integración de la burocracia sindical al frente gobernante es un punto de apoyo central para que el gobierno haga pasar esta política de ajuste. Por eso exigimos a la CGT y la CTA que rompan con el gobierno y convoquen a un plan de lucha del conjunto de los trabajadores contra este pacto entreguista y en apoyo a todas las luchas. Es necesario un paro nacional que sea el inicio de un plan de lucha de todo el movimiento obrero, en unidad entre ocupados y desocupados en apoyo a los reclamos obreros y populares y contra el ajuste capitalista del gobierno y el Fondo Monetario. El peronismo ganó las elecciones prometiendo “combatir a la derecha” y la “heladera llena”. Pero su prioridad fue el reconocimiento del endeudamiento de Macri con el Fondo Monetario y los pagos millonarios de una deuda que fue para la bicicleta financiera, la cual ahora descarga sobre el pueblo trabajador. Deuda que se suma al pago del conjunto del endeudamiento que viene desde la dictadura militar genocida a esta parte, reconocida y pagada por todos los gobiernos capitalistas con más ajuste a lo largo de casi 40 años a pesar de que fue una clara estafa. Deuda que además implica una subordinación inaceptable a los dictados del FMI y limita las posibilidades de políticas económicas y sociales en favor de la clase trabajadora. Por eso decimos las estafas no se pagan. El pacto con el FMI cuenta con el aval de los grandes empresarios, multinacionales, la Sociedad Rural, la Iglesia, la oposición patronal de Juntos por el Cambio y las conducciones sindicales burocráticas y traidoras como la CGT. Además, el acuerdo incluye el compromiso de atender especialmente las demandas de fondos de inversión y banqueros locales para que sigan multiplicando sus ganancias con los títulos del estado. Fue bendecido por el jefe del imperialismo norteamericano, Joe Biden. El gobierno deja correr la inflación no solo engrosando las ganancias capitalistas, sino también para licuar salarios y jubilaciones, lo que le permite al Frente de Todos recaudar más para cumplir con el FMI. A todo esto los monopolios “formadores de precios” siguen aumentando impunemente los alimentos, verdaderos delincuentes de guante blanco que hasta confiesan que “viven de remarcar todos los días” sin que el gobierno los toque. El pacto se votó en el Congreso con la venia del macrismo y el radicalismo de Juntos. Y si bien los liberfachos Milei y Espert no lo votaron, fue por derecha, diciendo que reclamaban un mayor ajuste. Por su parte, el sector kirchnerista del Frente de Todos votó en contra y critica este acuerdo, pero no solo no planteó romper con el FMI, ni mucho menos dejar de pagar la deuda, que es ilegítima y fraudulenta, sino que habilitó su tratamiento en las comisiones y en el Senado. Máximo Kirchner y La Cámpora hablaron de un “acuerdo más beneficioso” (como si hubiera un FMI bueno) mientras vienen apoyando el ajuste y votaron la movilidad jubilatoria, un verdadero robo a las y los jubilados al mejor estilo Macri para cumplir con el FMI. Ahora Cristina Fernández directamente envió un proyecto de ley para recaudar y pagarle al FMI con el discurso de que “la deuda la paguen los que la fugaron”, una posición que rechazamos. Porque en el caso de que se recuperaran realmente capitales fugados, deberían ir a los bolsillos del pueblo trabajador, en favor de una política obrera y popular de desarrollo productivo nacional, y no de los usureros. Las grandes patronales tienen un programa claro de intensificar este ataque contra el pueblo trabajador con medidas como leyes de flexibilización laboral. El FMI en su revisión del acuerdo ya cuestionó la extensión de la moratoria previsional que obtuvo media sanción en el Senado, planteó la imposibilidad de dar aumentos adicionales a jubilades y pensionades y exigió que se inicie un análisis de reforma previsional que ya sabemos a qué apunta: suba de la edad jubilatoria, eliminación de los regímenes especiales de jubilación, jubilaciones cada vez más lejos del 82% móvil, profundizando las reformas de Macri y el propios Fernandez. Estas medidas nos afectan especialmente a mujeres y disidencias que hemos trabajado en tareas no remuneradas, precarizadas y de subsistencia durante la mayor parte de nuestra vida. Además, las consecuencias del ajuste del gasto y devaluaciones recaerán sobre nosotras y nosotres, en especial en los sectores populares, que llevamos la carga de las tareas domésticas y de cuidado. Las restricciones al gasto limitarán aún más las necesarias políticas de cuidado, feministas, contra la violencia machista y por una Educación Sexual Integral. La juventud se ve condenada a trabajos cada vez más precarios y con menores salarios. El gobierno y el FMI son cómplices del aumento de la tercerización laboral, los contratos basura, el trabajo informal y la falta de reconocimiento laboral que sufren miles de jóvenes en todo el país. ¡Basta de tercerización y precarización! ¡Reconocimiento laboral de todos los precarizados! ¡Reconocimiento de sus organizaciones de lucha! La juventud estudiantil viene sufriendo las consecuencias del abandono educativo que los gobiernos llevaron a cabo durante la pandemia, y el recorte de presupuesto ordenado por el gobierno y el FMI. Así se agravan todos los problemas en colegios y universidades públicas: falta de calefacción en invierno, problemas edilicios, falta de vacantes, restricción de bandas horarias, falta de insumos fundamentales para el proceso educativo. Frente a esto planteamos un programa de lucha, alternativo, de las y los trabajadores para que la crisis la paguen los que la provocaron y no el pueblo trabajador. Seguimos llamando al pueblo trabajador y a todas sus organizaciones a rechazar este pacto que reproduce la pobreza y la dependencia y a movilizarnos unitariamente. El mensaje de Alberto Fernández en la Cumbre de las Américas llamando a “trabajar juntos y unidos” con el imperialismo norteamericano simboliza de cuerpo entero el sometimiento de nuestro país como semicolonia tributaria a los intereses de las multinacionales y bancos imperialistas. Por esto planteamos: La única deuda a pagar es con el pueblo trabajador. ¡Hay otro camino! Que nadie gane menos de lo que cuesta una canasta familiar básica ($164.000 según ATE Indec) y que todos los salarios, haberes jubilatorios y planes sociales se actualicen mensualmente según el índice de inflación. Desconocer el acuerdo Macri-FMI como todos los acuerdos previos, usureros y fraudulentos de los distintos gobiernos que vienen sometiendo a la clase trabajadora, y utilizar esos y demás recursos nacionales para las prioridades del pueblo trabajador. A los salarios, jubilaciones, trabajo, salud, educación, cuidados, la ciencia, y restauración y protección del ambiente. Por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, jornada laboral de 6 horas. Apertura irrestricta y universalización de los programas sociales en el camino de un seguro al desocupado igual al salario mínimo vital y móvil y plan de obras públicas para generar trabajo genuino. Triplicación del presupuesto educativo y de salud. Estas medidas deben ser parte de un programa alternativo e integral de reorganización social, económico y político por parte de la clase trabajadora, como la nacionalización de todo el sistema bancario para evitar la fuga de capitales y poner el ahorro nacional al servicio de los sectores obreros y populares; acabar con el oligopolio privado y establecer el monopolio estatal del comercio exterior bajo control obrero; nacionalizar todas las empresas privatizadas, el petróleo y el gas, bajo control de trabajadores y usuaries, contra el saqueo y la contaminación y con una perspectiva ambiental y sostenible, entre otras medidas de fondo, como parte de un plan político, económico y social obrero y popular dirigido por las y los trabajadores. En lucha por un gobierno de las y los trabajadores que rompa con el imperialismo y enfrente al capitalismo. En ese sentido llamamos a continuar en las calles. El 11 de diciembre pasado con más de 200 organizaciones colmamos la Plaza de Mayo y en todo el país contra el FMI y los pagos de la deuda. Lo mismo hicimos el 8 de febrero a días de que se firmara el pacto con el FMI, y luego con las marchas de repudio frente al Congreso cuando se aprobó la ley de espaldas al conjunto de los trabajadores. Hoy volvemos a las calles, a repudiar el pacto con el FMI, a rechazar la subordinación a sus funcionarios y los dictados de los países centrales, a combatir en el día a día sus terribles consecuencias contra el pueblo trabajador y los ecosistemas, y para seguir marcando que hay una salida alternativa, obrera y popular. Este 9 de julio nos movilizamos nuevamente a Plaza de Mayo y en numerosas ciudades del país. Porque no hay independencia ni salida con el FMI; las estafas no se pagan; la deuda es con el pueblo trabajador y la naturaleza. Convocamos a todas las organizaciones que quieran enfrentar este pacto y sus consecuencias a ganar las calles para derrotar esta política de ajuste y entrega. |