Escribe Ambiente en Lucha
El día de ayer, la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata rechazó el recurso extraordinario que había sido presentado por abogades y organizaciones ambientalistas con el objetivo de que la Corte Suprema intervenga ante el aval al avance de la exploración (y luego explotación) mar adentro, otorgado por esta misma justicia local. Este pedido de “elevación”, de haber sido aceptado, tenía un efecto inmediato de freno al avance de la actividad petrolera hasta su resolución definitiva.
Por el contrario, este rechazo implica la luz verde para lo que la movilización había logrado evitar hasta ahora: habilita desde hoy a las petroleras como Equinor a realizar bombardeos sísmicos en el Mar Argentino.
Una Justicia extractivista
Juez Jiménez de la Cárara Federal de Apelaciones de Mar del Plata – Foto: Qué Digital
La justicia local ha ido siguiendo como sombra los intereses políticos de los partidos gobernantes. Cuando la movilización estalló con el primer “Atlanticazo”, y el intendente macrista, Guillermo Montenegro, presentó un amparo parcial, se emitió una resolución que pausó temporalmente el avance off shore. Meses después, por un lado, Montenegro se dió vuelta, y por otro, el peronismo se unificó detrás de los intereses petroleros, con el gobernador Axel Kicillof hablando del supuesto “boom” que representaría este saqueo depredatorio.
Los jueces que firman esta nueva resolución son personajes como Eduardo Jiménez, quien acusó de “fascistas ambientales” a quienes encarnaron el rechazo de este avance extractivista extremo. Pero a pesar de eso, acá no vas a ver al oficialismo hablando de “mafía judicial”, porque se trata de una mafía judicial a su servicio.
¡La lucha sigue!
Si bien esta resolución deja hoy desprotegida a la biodiversidad y las comunidades frente al avance petrolero, es importante no perder de vista que la pelea contra la instalación de las off shore sigue abierta y está muy lejos de haber sido dicha la última palabra.
Si somos conscientes de que en ponerle un freno a estas políticas que nos empujan a la catástrofe ambiental y climática nos va el futuro de las presentes y futuras generaciones, más que nunca tenemos que redoblar esfuerzos en la pelea por un MAR LIBRE DE PETROLERAS.