Este 29 de mayo se cumple otro aniversario de uno de los crímenes políticos más importantes bajo el gobierno de Juan Domingo Perón. Un ataque fascista, parte de la reacción de la burocracia sindical peronista y la Triple A contra el ascenso del movimiento obrero. Tuvo una repercusión nacional y, hoy día, sigue siendo un punto importante de la lucha por Memoria, Verdad y Justicia contra todos los genocidas.
Frente del local que sufrió el atentado
El atentado
Desde el 1º de mayo de 1974, los atentados y crímenes de las bandas fascistas se fueron incrementando. Aquel miércoles 29 de mayo, cuando varios compañeros finalizaban una reunión, una ráfaga de ametralladora acribilló la persiana del local en Pacheco (zona norte del AMBA). Una nutrida patota de asesinos provistos de armas largas asaltó el local.
Entre golpes, gritos e insultos, tres compañeras y tres compañeros fueron echados al suelo y pateados. Luego de robar, romper e incendiar lo que encontraron dentro del local, los obligaron a salir y subir a los autos que tenían afuera. Las tres compañeras, después de seguir recibiendo golpes y amenazas, fueron dejadas en la vereda a varias cuadras. Los compañeros fueron metidos en los baúles de los coches, y en la mañana del 30 de mayo sus cuerpos acribillados aparecieron en Pilar.
Ellos eran: Oscar Dalmacio Meza, “Hijitus” (correntino, de 26 años), venía encabezando la lucha en su lugar de trabajo, la metalúrgica Astarsa, y en otras fábricas de la zona Norte. A comienzo de año había impulsado la lista de oposición en la UOM Vicente López, que fue proscrita, junto al Indio Fernández [1], asesinado veinte días antes. Mario Zida, el “Tano” (de 22 años, nacido en Italia) fue uno de los dirigentes de la lucha de los colegios industriales, mientras estudiaba en la Escuela Nacional de Educación Técnica Nº 1 de Tigre, en 1972, militando en la Juventud Socialista del PST. Y Antonio Moses (“Tony”), quien había entrado al PST a través de la agrupación FELNA, cuando cursaba el ingreso a Ciencias Exactas en la UBA en 1971. Rápidamente fue adquiriendo experiencia en tareas de organización y seguridad del partido. Dos meses antes de su asesinato se había “proletarizado”, ingresando a la metalúrgica Wobron.
Tapa del diario Noticias al día siguiente
La repercusión nacional
El PST era ampliamente conocido, tenía una importante inserción estudiantil y sindical, su fórmula Coral- Páez había sido la única alternativa de independencia de clase y socialista a la candidatura peronista Perón-Perón en las elecciones de septiembre de 1973. Y fue a fondo contra el ataque con una campaña amplia anti-fascista.
En Astarsa se paralizó la fábrica el día del entierro de Hijitus. Se lo veló en el cuerpo de Bomberos de Tigre. La patronal hizo llegar su adhesión, y hasta Minguito, el burócrata de Vicente López, rodeado de guardaespaldas, pasó por allí. En Wobron se paralizó la fábrica, a medida que las secciones fueron recibiendo la noticia del asesinato de Tony, contra la indicación de los delegados de la burocracia. En colegios y facultades hubo todo tipo de actividades de repudio y solidaridad. El ENET de Tigre paró el jueves y el viernes por el “Tano”.
El jueves 30 a la noche, cuando se realizaba un acto en la facultad de Derecho, se sumaron los obreros gráficos que realizaban otro por la libertad de prensa con Agustín Tosco. Con estudiantes de otras facultades se reunieron más de 3.000 personas. Entre otros, hablaron Miguel Sorans, Alicia Eguren de Cook y cerró el acto Agustín Tosco.
En el velatorio realizado en el local central del PST en la calle 24 de Noviembre, en el barrio de Once, se recibieron repudios solidarios de más de cien sindicatos, listas y comisiones internas de fábricas.
Entre ellos, la Lista Marrón de los metalúrgicos de Villa Constitución, Raimundo Ongaro de la Federación Gráfica, el diputado nacional de la Democracia Cristiana Héctor Sandler. En medio de un desfile permanente de gente, se presentó Juan Carlos Dante Gullo, junto a otros dirigentes de la JP regionales (quienes aclararon que no concurrirían al acto del día siguiente por las diferencias políticas que manteníamos). Se pronunciaron la Unión Cívica Radical, el Partido Comunista, PSP, PI, FIP, PRT, PCR, Política Obrera, entre otros.
Acto convocado por el PST en repudio al atentado
Al día siguiente se realizó un acto en la calle, estuvieron presentes representantes de muchas de las organizaciones nombradas. Hubo 22 oradores, entre los centrales estuvieron Juan Carlos Coral (quien cerró el acto), Nahuel Moreno, por la dirección del PST, y Ortega Peña, por el Bloque de Base. También hablaron Marcelo Stubrin, por la Juventud Radical, Julio Magri, por Política Obrera, Jorge Di Pasquale, del Sindicato de Farmacia y el Peronismo de Base; así como Miguel Sorans, de la Juventud Socialista de Avanzada (JSA), Arturo Apaza, trabajador de Del Carlo (desaparecido en 1976), y Jorge Avila, de Propulsora, los tres del PST.
¿Qué dijo Perón?
El presidente Perón y el Consejo Superior Peronista fueron de los escasos sectores políticos (junto con la derecha de Manrique y Nueva Fuerza) que no denunciaron la masacre de Pacheco. Sin embargo, el 4 de junio, cuando recibió a una delegación de la Federación Juvenil Comunista, Perón se refirió a esos hechos, diciendo: “[…] hemos dado la más amplia libertad para que estos problemas se discutan; no podemos evitar que entre facciones, algunas veces, se produzcan hechos lamentables. Sé que ustedes han llegado en un momento en que acaba de producirse un hecho muy desagradable, que tres muchachos han sido asesinados por otro grupo. Son grupos antagónicos, que pelean entre ellos en vez de discutir y acordar, pero eso pasa en todas partes del mundo. […] si nosotros inyectamos violencia a ese hecho violento, no haríamos sino agitar más las aguas; hay que dejar que se serene y se sedimente. […]” [2].
Cínicamente, Perón puso en un mismo plano a los asesinados, que actuaban a cara descubierta en su militancia política, estudiantil y sindical, con la banda de hampones que desde las sombras los secuestró y acribilló. Decía AS: “sus expresiones, que pretenden ocultar esas diferencias entre un partido político y una banda de asesinos, apuntan indirectamente a neutralizar a la clase trabajadora y al pueblo para que nadie tome posición, como cuando se pelean dos patotas en una calle oscura.” Así Perón apañaba a las bandas engendradas y protegidas por la burocracia sindical y su propio gobierno, ante lo cual el PST denunciaba que “el peronismo es el tren político del fascismo” [3].
Las bandas fascistas se nutrían de las patotas de la burocracia sindical y del aparato represivo (sectores de la policía y las fuerzas armadas, en actividad o dados de baja por delincuentes o corruptos). La investigación por la masacre de Pacheco forma parte de la causa contra Rodolfo Almirón, ex policía y uno de los jefes de la Triple A, fallecido en 2009.
Tapa de Avanzada Socialista n° 106 (4/6/74) - disponible en nahuelmoreno.org
Unidad para enfrentar al fascismo
Este fue el centro del llamado del PST, expresado por Juan Carlos Coral, Nahuel Moreno y otros compañeros en el acto central, y por toda la militancia en los distintos ámbitos sindicales, estudiantiles y políticos. La propuesta de hacer una reunión, desgraciadamente, solo fue tomada por el Bloque de Base. Su dirigente, Rodolfo Ortega Peña, había hablado en el acto, y fue el único sector que dio una respuesta positiva concreta a la iniciativa del PST. Ni la JP, ni los Montoneros, ni el PC aceptaron impulsar una acción unificada contra los fascistas. Esto envalentonó a la Triple A. El accionar irresponsable de las organizaciones guerrilleras, impulsando una “guerra de bolsillo” aislada de las movilizaciones de masas, exacerbó la respuesta represiva, facilitando el camino hacia el golpe genocida de 1976.
Seguimos la pelea
A 49 años de la Masacre de Pacheco, como militantes revolucionarios recordamos con dolor a quienes nos precedieron en el camino de la lucha y nos declaramos orgullosos continuadores levantando las mismas banderas del PST durante los años de plomo de la Triple A y luego con la dictadura. ¡Tony, Tano e Hijitus! ¡Hasta el Socialismo, siempre!
[1] El Socialista Nº 267, 2014.
[2] El Cronista Comercial, 5/6/1974, citado en Avanzada Socialista -AS- Nº 109.
[3] Avanzada Socialista Nº 106.