Escribe José Castillo, candidato a legislador porteño por Izquierda Socialista/FIT Unidad
En la desesperación por entrar al ballotage y ante el hecho de que se dio a conocer el 12,4% de inflación de agosto (consecuencia de la devaluación exigida por el FMI), el gobierno peronista salió con dos medidas: el reintegro del IVA a productos de la canasta familiar por hasta 18.800 pesos, la suba del mínimo no imponible por decreto (a 1.770.000 pesos) y su virtual eliminación con el proyecto de ley presentado. Son medidas electoralistas e insuficientes (¿por qué no lo hicieron en estos cuatro años?). En el caso del IVA se parecen a las que tomó Mauricio Macri luego que perdió las PASO en 2019, cuando directamente eliminó el IVA a ciertos alimentos (recordemos que quien lo volvió a implantar fue justamente Alberto Fernández apenas asumió). Con el impuesto a las ganancias sobre el salario, el peronismo gobernante ahora asume la consigna que durante décadas venimos sosteniendo desde el sindicalismo combativo y la izquierda: el salario no es ganancia. La burocracia sindical de la CGT y las CTA, que dejó pasar sin realizar acción alguna el brutal ajuste de todos estos años, ahora movilizó al Congreso, para hacer del debate de este proyecto de ley una bandera electoral. Pero tenemos que ser claros: no llegan ni de lejos a resolver la brutal caída que vienen sufriendo todos los salarios (bajo convenio, tercerizados o informales), producto del brutal ajuste. Mientras hay grandes empresas, como Arcor, que ahora mismo están distribuyendo suculentas ganancias a sus accionistas, tenemos la realidad que la inflación llevó el costo de la canasta familiar, calculado por las y los trabajadores de ATE-Indec a 436.000 pesos. Con millones de trabajadores por debajo de este monto.
Tenemos que profundizar sobre el carácter meramente electoralista de estas medidas. No se trata, en absoluto, de un “giro” del gobierno peronista con respecto a su política de ajuste y sometimiento al FMI de todos estos años. Por si queda alguna duda, Sergio Massa también envió al Congreso el proyecto de presupuesto 2024 que contiene absolutamente todas las medidas de ajuste reclamadas en el acuerdo con el Fondo. Por si todo eso fuera poco, además acordó con Milei que el debate se congele hasta después de las elecciones (un guiño al ultraderechista que propone un ajuste “muy mayor al que propone el propio FMI”).
¿Por qué, entonces, estos proyectos? Son, evidentemente, medidas desesperadas de un peronismo que, tras casi cuatro años de gobierno y tras una frustración creciente, ve cómo se sigue incrementando la bronca popular. Ya no se trata sólo del resultado de las PASO (que lo colocó tercero) o del hecho de que las nuevas encuestas dan a Milei creciendo en el primer lugar. También están los resultados contundentes de las derrotas peronistas en Santa Fe y, este fin de semana, por paliza en el Chaco (aunque sabemos que estas elecciones no son trasladables mecánicamente a la nacional).
Por supuesto que hay muchas compañeras y compañeros preocupados ante un posible triunfo del ultraderechista Milei. Lo entendemos perfectamente. Repudiamos todas y cada uno de los planteos de La Libertad Avanza. Desde el plan “motosierra”, que no es más que despedir centenas de miles, eliminar las conquistas que llevaron décadas conseguirlas, para hacer las delicias de las patronales: tener trabajadoras y trabajadores absolutamente desprotegidos, a merced de la más absoluta superexplotación. La “dolarización” que es pulverizar al extremo los salarios y las jubilaciones. Eliminar la educación y la salud pública, transformándose en simples mercancías sólo para el que pueda pagarlas. O sacar la ESI en las escuelas, el aborto legal y todas las reivindicaciones conquistadas por el movimiento de mujeres y disidencias. Cerrar el Conicet. Entregar las Malvinas a los piratas usurpadores. Negar el genocidio de la dictadura. Sin duda hay que desenmascarar que este es el programa de Milei. Luchando desde ahora para que no se pueda imponer.
Del mismo modo, Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich y su ministro Melconián, tampoco ofrecen otra cosa que ajuste y mano dura contra el pueblo trabajador. Sus verdaderos objetivos quedaron claros esta semana: hablaban de quitar impuestos, pero ahora se oponen a derogar el impuesto al salario. Es que los impuestos que proponen reducir o sacar son los que afectan a las patronales y los ricos, no al pueblo trabajador y sectores populares.
Queremos responder a tantas compañeras y compañeros que nos preguntan si, ante la ultraderecha, no habría que votar a Massa “con la nariz tapada”. Les respondemos tajantemente que no. Por un lado, porque tanto Massa, como el ultraderechista Milei o Bullrich tienen una profunda coincidencia: los tres dicen claramente que van a seguir con el ajuste del FMI y los pagos de deuda, a costa de más miseria para el pueblo trabajador. Pero además porque Massa y el peronismo no serán ninguna garantía de que van a enfrentar las eventuales políticas de un Milei presidente. Ya lo vimos a Perotti diciendo que en segunda vuelta votaría a La Libertad Avanza, o a un Barrionuevo que saltó a ser “el sindicalista de Milei”. ¿Acaso hay garantías de cómo votarían los bloques peronistas ante un proyecto de eliminar el derecho al aborto?
Por todo esto, la única alternativa que propone un programa distinto, obrero y popular, es el Frente de Izquierda Unidad, con la candidatura presidencial de Myriam Bregman y Nicolás del Caño, con el “Pollo” Sobrero a gobernador en la provincia de Buenos Aires y con todas las candidaturas de luchadores a lo largo y ancho del país, entre ellos muchos de los principales referentes del sindicalismo combativo. Somos los únicos que decimos que tenemos que romper con el FMI y dejar de pagar la deuda, que ahí está el dinero para empezar a resolver las más urgentes necesidades populares. Pero además, somos los únicos que efectivamente te garantizamos salir a luchar contra cualquier medida de ajuste o quita de derechos, venga del lado de Milei o de dónde sea. Fortalecer esa opción, que haya más diputadas y diputados de izquierda en el Congreso que se opongan a estos planteos reaccionarios, eso es lo que está en juego de acá al 22 de octubre.
Por eso te invitamos a sumarte a nuestras actividades. Es un gran desafío. Estamos relanzando la campaña. Con nuevos spots que ya están circulando. Haciendo peñas y distintas iniciativas en todo el país. Participando de las luchas que se den, movilizaciones y desafíos de los próximos días. Así como lo hicimos la semana pasada, como Frente de Izquierda Unidad de la marcha a Plaza de Mayo junto con las organizaciones sociales y el sindicalismo combativo. Ahora tenemos nuevos desafíos: como la marcha del 28 en el día latinoamericano por el derecho al aborto, o el Encuentro plurinacional de mujeres y disidencias, en Bariloche el 14 y 15 de octubre, del que participaremos con nuestra agrupación Isadora Mujeres en Lucha. También tendremos la responsabilidad de defender la conquista de la combativa y democrática conducción Bordó del cuerpo de delegados del Sarmiento, pelear contra la proscripción de listas opositoras y por nuevas direcciones contra la burocracia de Sasia, en las elecciones de delegados ferroviarios fijadas para el 18 de octubre.
Vení y participá. Acercate a discutir a nuestras charlas y reuniones. Anotate como fiscal. Necesitamos muchas manos de acá a las elecciones.