Escribe Diego Martínez, dirigente de Izquierda Socialista/FIT unidad

Tras el feroz decretazo anunciado por el nuevo gobierno, tanto Milei como Sturzenegger ensayaron increíbles explicaciones. Dijeron que su objetivo era darle más “libertad a los individuos”. Luego atacaron a los cacerolazos espontáneos tildando de “nostálgicos del comunismo” a quienes salieron a protestar. Una farsa total para justificar el brutal ajuste y saqueo al servicio de las multinacionales.

Minutos después de anunciado el DNU el economista Federico Sturzenegger, ideólogo del mismo, salió en vivo por TN tratando de mostrar cínicamente las supuestas “bondades” del decretazo en contra del pueblo trabajador y de sectores populares.

Allí dijo barbaridades tales como que: “el decretazo de ajuste es un ´baño de libertad´ para el pueblo”. ¿De qué libertad nos hablan si los decretos anunciados implican un aumento brutal de la inflación, los despidos y la pobreza? No existe ninguna libertad con más desocupación, miseria y con salarios de hambre. Aunque insólitamente Milei dice que el decretazo va “contra la casta” y las medidas son para “incrementar el bienestar de las personas” (sic) (Página 12, 21/7/2023), si estas se aplican, la única libertad va a existir para los grandes empresarios como Macri (Grupo Macri), Galperín (Mercado Libre), Coto (Supermercados), Blaquier (Ledesma), Rocca (Techint) o Eurnekián (Corporación América, Aeropuertos), además de las multinacionales saqueadoras.

El verso de la “libertad” se complementa con el de la libre competencia. Según estos ultraliberales, el decretazo va a favorecer la competencia entre las empresas, lo que en definitiva “va a favorecer a la gente” con la existencia de precios más bajos. Pusieron como ejemplo la desregulación del sistema de salud privado y las obras sociales. Pero, días después, Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical y titular de la cámara del sector, anunció un aumento general del 40%. Fin de la mentira.

A Milei le cabe la frase del intelectual de izquierda yanqui Noam Chomsky: “se llaman libertarios, lo que es una broma de mal gusto. Son totalitarios. Te están diciendo qué si eres lo suficientemente rico para sobrevivir, genial; si no lo eres, mala suerte”.

Milei y el “comunismo”

Ante los cacerolazos y movilizaciones espontáneos en repudio al decretazo, Milei respondió en forma provocadora: “Hay gente que mira con nostalgia y amor al comunismo”, dijo, en referencia al gobierno anterior. Nada tiene que ver el comunismo o el socialismo con un gobierno como el de Alberto y Cristina, que terminó su mandato con un 140% de inflación, 43% de pobreza y que en palabras de la ex vicepresidenta considera al capitalismo como “el sistema más eficiente” (La Nación, 13/4/2022).

Milei ve socialismo por todos lados. Para él, socialismo es Venezuela y Cuba. Brutal coincidencia con los dictadores de esos países, que en la realidad son plenamente capitalistas, sometidos al saqueo por las mismas transnacionales que son favorecidas por gobiernos capitalistas de todo tipo. Recordemos que, tiempo atrás, Milei fue incluso más allá, y llegó a tratar de “zurdo” al mismísimo Horacio Rodríguez Larreta. Este tipo de definiciones no la inventó Milei, sino Friedrich Hayek, un economista austríaco ultra reaccionario, a quien Milei idolatra, quien decía que cualquier intervención del Estado en la economía era un camino directo a lo que él llamaba “el socialismo”. Este planteo tiene para la burguesía una doble utilidad política. Por un lado, se ensucia la palabra socialismo, asimilando este término a gobiernos capitalistas de “doble discurso” y conciliación de clases que también empobrecen al pueblo trabajador, y por otro lado se crean argumentos para justificar que los empresarios se salvan lo más posible de tributar una parte de sus fabulosas ganancias bajo la afirmación de que “la intervención del Estado es negativa para el desarrollo económico de los países”. Es por eso que grandes empresarios como Elon Musk (el mayor magnate del mundo a quien Milei planea entregarle el litio) o Marcos Galperín, quienes paradójicamente hicieron sus fortunas en base a millones de dólares aportados desde el Estado, aplauden a rabiar el discurso “anti estatista” de Milei.

¿Quiénes son los “empobrecedores”?

Emulando a Videla, Milei se refiere a toda persona que él considere de izquierda como “zurdo empobrecedor”. Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad nos reconocemos orgullosamente como una organización de izquierda. Somos socialistas y revolucionarios. Decimos que nada tienen que ver con el socialismo los gobiernos actuales de Cuba, Venezuela o el peronismo. Con respecto a este último, recordemos que el propio Perón proponía la conciliación de clases entre empresarios y trabajadores para apartar a estos últimos “de la influencia del comunismo” (discurso en la Bolsa de Comercio de 1944). Tampoco tenemos nada que ver con el llamado “socialismo real" de la ex Unión Soviética, China, Cuba, países en los que las y los trabajadores hicieron grandes revoluciones que permitieron gigantescas conquistas (en salud, educación, alimentación, infraestructura) que luego se fueron perdiendo por responsabilidad de dictaduras contrarrevolucionarias estalinistas a las que los trotskistas combatimos a brazo partido.

Desde Izquierda Socialista/FIT unidad luchamos por imponer el verdadero socialismo con plena democracia para el pueblo trabajador. Planteamos que hay que expropiar a las grandes multinacionales y empresas capitalistas e imponer una economía democráticamente planificada en el marco de gobiernos de los trabadores en camino hacia el socialismo a escala mundial.

El capitalismo nos ofrece cada vez más miseria, hambre y destrucción del ambiente. Aunque avanza la técnica y se produce cada vez más y mejor, las enormes riquezas sociales que se generan, producto del esfuerzo de miles de millones de trabajadores, son apropiadas por un puñado de mega millonarios que se enriquecen cada vez mientras la miseria crece. Ellos son los verdaderos “empobrecedores”.

El socialismo es lo contrario al empobrecimiento de la mayoría. Si nos libramos del lastre de la propiedad privada de los medios de producción (maquinarias, materias primas, medios informáticos, etcétera), de los parásitos capitalistas que se quedan con millonarias ganancias a partir de lo que nosotros producimos, y ponemos en manos de los trabajadores el conjunto de las riquezas que crea la sociedad distribuyéndolas equitativamente, quienes vivimos de nuestro trabajo vamos a poder estar mucho mejor. Mucho más si por efecto contagio el triunfo socialista se empieza a multiplicar entre los trabajadores del mundo y podemos enfrentar juntos al capitalismo mundial.

Por un programa de medidas de fondo y el verdadero socialismo con democracia obrera

Milei nos dice que ante la crisis no queda otra que aceptar el feroz ajuste. Que tenemos que trabajar más tiempo por menos plata y con menos derechos laborales, que algunos pierdan su trabajo, todo esto para que los ricos se hagan aún más ricos y entonces si vamos a estar “mejor”. Este es lo que nos ofrece estos ultraderechistas hoy en el gobierno. Pero también sabemos que venimos de sufrir un duro ajuste bajo el gobierno de Alberto, Cristina y Massa. Se demostró que el peronismo no ofrece una verdadera salida para los trabajadores.

Con ellos también se decía, como ahora con Milei, que el problema es que “no hay plata”. Una completa mentira. Plata hay, pero ahora como antes, se usa para pagar la fraudulenta deuda externa. También hay dinero y mucho en las arcas de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, los únicos que viven “de fiesta”.

A diferencia de estos partidos patronales que de una u otra forma gobiernan para los grandes empresarios desde Izquierda Socialista/FIT Unidad proponemos medidas de fondo. Que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores. Peleamos por derrotar el DNU y el brutal ajuste actual. Dejar de pagar la deuda externa, crear un impuesto a las grandes fortunas y terminar con la exención impositiva a los grandes empresarios.

Luchamos por un gobierno de las y los trabajadores que imponga estas medidas en transición al socialismo, el único sistema social que, como decía nuestro maestro León Trotsky puede hacernos saltar del “reino de la necesidad al reino de la libertad”.