Escribe Miguel "patillas" Lamas
En 1970 conocí a Antonio Moses, de 20 años, ingresando a Ciencias Exactas. Yo lo invité a la primera reunión de la agrupación estudiantil del partido. Se convirtió muy rápido en un abnegado militante. Y como muchos compañeros estudiantes del partido se "proletarizó". Yo recibí la noticia de la masacre de Pacheco haciendo el "servicio militar" en Corrientes. Otros jóvenes soldados conscriptos se acercaron a abrazarme a darme el pésame. Yo lloré pensando en todos los compañeros asesinados, y especialmente en mi amigo Antonio al que yo había invitado al partido. En ese momento me dije a mi mismo que jamás dejaría la militancia revolucionaria.