El vergonzoso hecho de la estafa de Javier Milei se viene llevando todos los títulos desde el viernes a la noche. Y es correcto porque se trató de un escándalo absoluto tanto a nivel nacional como internacional, del que se siguen conociendo detalles cada vez peores que sin duda continuarán en los próximos días, como los mensajes donde aparentemente la “recaudadora” sería Karina Milei. Se ha producido un quiebre que no sólo profundiza la bronca popular, sino que genera una crisis política que sectores que hasta ahora mantuvieron su confianza o expectativas en el Gobierno nacional, empiecen a cuestionarlo.
Pero no debemos olvidar que no era que “veníamos bien hasta que apareció esto” como se afirma desde diversos sectores patronales o el periodismo hasta ahora amigo del gobierno. Tomemos un solo dato: el consumo de productos de la canasta básica cayó en enero 10,6% en comparación con igual mes del año pasado, acumulando trece meses de baja consecutiva, de acuerdo a lo reportado por la consultora Scentia. Un número que ilustra las consecuencias de la pulverización de salarios y jubilaciones, de la ola de despidos tanto en el sector público como privado, del cierre de organismos públicos y también de empresas privadas, como se graficó con otro dato de estos días: la desaparición a lo largo de 2024 de 10.000 pequeñas y medianas empresas. Todo mientras Milei, Luis Caputo y Federico Sturzenegger seguían esgrimiendo la motosierra y prometiendo un ajuste mayor y más profundo, al mismo tiempo que se sigue negociando un nuevo acuerdo con el FMI.
Veníamos también de un Milei repudiado masivamente por sus declaraciones reaccionarias y discriminatorias en Davos y de la multitudinaria marcha de repudio del 1F, que dejó como saldo la perspectiva de cómo seguirla, organizando un masivo y unitario 8M.
Este es el marco previo en el que apareció el escándalo de la estafa de $Libra, que sin duda acrecentó la bronca y el repudio popular, sumándole nuevos sectores que hasta ahora venían manteniendo su confianza. Por eso por todos lados surge la pregunta a debatir y responder en los lugares de trabajo, estudio, en los barrios populares, en la juventud o en el movimiento de mujeres y disidencias es: ¿qué hacemos?
Han surgido más de cien denuncias contra Milei presentadas en distintos tribunales. Y está bien que existan. Distintos bloques de la oposición patronal han ingresado en el Congreso diferentes pedidos de interpelaciones, pedidos de informes y juicio político. De hecho, desde el Frente de Izquierda hemos presentado un pedido de interpelación al presidente, y desde Izquierda Socialista, con nuestra diputada Mónica Schlotthauer, presentamos también junto al Partido Obrero un proyecto de juicio político al presidente.
Pero sin duda con eso sólo no alcanza. No queremos simplemente un escenario con encendidos discursos en el Parlamento. Eso es lo que ha hecho el peronismo de Unión por la Patria el año pasado, con el objetivo de desgastar al gobierno y canalizar el descontento rumbo al proceso electoral. Ahora, frente a la estafa de Milei, si todo se limita exclusivamente al debate parlamentario, se terminará transformando en un teatro exclusivo de la campaña electoral. Lo que hace falta, en cambio, es sumar al repudio por la estafa escandalosa de Milei a toda la bronca acumulada por las consecuencias del plan de ajuste, antiderechos y ultrarreaccionario de Milei y el FMI.
Por eso lo fundamental se definirá en las calles, no en el Congreso. Nuestra propuesta es que se realice una gran movilización, gigantesca, masiva, unitaria, que pueda canalizar la bronca de todos los sectores afectados por la política ultraderechista de Milei. Por eso insistimos en que la CGT, ahora más que nunca, debe romper su ya escandaloso pacto con el Gobierno y, junto a las CTA, convocar a una gran marcha nacional de repudio a Milei.Que una los distintos reclamos de las y los trabajadores afectados por los salarios de hambre y los despidos, las y los jubilados que hace un año se viene movilizando, la juventud que defiende la educación pública, las y los artistas que repudian la censura y los ataques del gobierno, el movimiento de mujeres y disidencias que se enfrentan a la agenda anti derechos, el movimiento de derechos humanos que repudia y pelea contra el negacionismo a los crímenes de la dictadura. Necesitamos una nueva movilización catalizadora, como fueron el año pasado las dos marchas educativas o este año la Marcha del Orgullo y Antifascista del 1F. Que sea a la vez, el puntapié inicial de un paro nacional y un plan de lucha contra la política de Milei, su ajuste y el FMI.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo por Izquierda Socialista/FIT Unidad
El presidente ultraderechista Javier Milei acaba de protagonizar una colosal estafa. Lo hizo desde la máxima investidura presidencial, ligado a gente turbia que frecuentaba la Casa Rosada. A medida que pasan las horas la responsabilidad va quedando más en evidencia. ¿Qué hay que hacer ante semejante escándalo nacional e internacional?
Javier Milei fue parte fundamental de la estafa. En estas páginas explicamos cómo es el mecanismo de semejante maniobra financiera especulativa. Con solo decir que a los tres minutos de lanzada la misma, Milei la promocionó generando una burbuja que luego se esfumó a las pocas horas, lo prueba de manera contundente. Como siempre, ganan los financistas delincuentes, quedando el tendal de apostadores. Milei lo justificó en el papelón que protagonizó con la entrevista guionada en TN con el periodista Jonatan Viale, diciendo que era “lo mismo que un Casino”.
Las coartadas del gobierno se empiezan a caer como castillo de naipes ante la evidencia de entramados ligados a la Casa Rosada. Milei ha hecho lo mismo antes de ser presidente, era su profesión cuando trabajaba para la empresa del tal Mauricio Novelli. Lo mismo hacía cuando era diputado, con empresarios que ahora están presos. El tal Hayden Davis, creador de $Libra, dijo que “pactó con Milei” y era su asesor, algo que fue reconocido por el presidente en la mencionada entrevista. Esto se liga a otras evidencias. También se dio a conocer que quien habría recaudado dinero con esta estafa, habría sido Karina “el Jefe” Milei. También Agustín Laje, quien preside la Fundación Faro que promocionó la cena en Puerto Madero recaudando diez millones de dólares para formar cuadros libertarios y financiar a La Libertad Avanza, aparece en las fotos con estos personajes.
Se dice que Milei no sabía de qué se trataba, que no lo asesoraron, que le hicieron una cama o que la culpa es solo de su entorno. Puras argucias para querer despegarse de semejante enchastre político y de posibles condenas penales o de un juicio político.
La extrema gravedad de todo esto es que Milei lo hizo invocando su investidura presidencial. Desde lo más alto del poder fue el responsable de fomentar esta colosal estafa privada. El verso de Milei de que esta cripto trucha era para financiar a algunas pymes, muestra hasta dónde puede llegar el discurso mentiroso de este ultraderechista. Precisamente cuando la recesión está haciendo estragos y crecen los despidos fruto de su política nefasta.
La CGT junto a las CTA deben llamar a una gran marcha unitaria de repudio
Desde Izquierda Socialista repudiamos inmediatamente esta estafa y a Milei, y señalamos que es una prueba de que gobierna para la especulación y la bicicleta financiera, los grandes grupos económicos, las multinacionales, bancos y el FMI. Un Milei felpudo de Donald Trump, quien acaba de autorizar que sus multinacionales paguen coimas por el mundo para facilitar sus negocios de rapiña.
Alguien se preguntó: si ahora nos enteramos de esto, imaginemos los negociados que estarán haciendo con el RIGI. O la nueva estafa que se prepara con el FMI por parte de Caputo. Un ministro que, sabiendo de qué se trata, cerró filas y dijo que en lo de Milei no hubo delito, dolo, ni corrupción. El mismo que le endosó al pueblo trabajador los 45.000 millones de dólares que pactó con el FMI cuando era ministro de finanzas de Mauricio Macri.
Los encuestadores ya están midiendo el impacto sobre el gobierno y la imagen de Milei. Dicen que los independientes que venían apoyando a Milei pero dudando o perdiendo la paciencia, han acrecentado sus críticas. “Empezó a ponerse en duda la palabra del presidente”, señalan. Hace aguas esto de que es un “experto en economía” o un “líder global” como se presenta.
Este grave hecho no tiene que quedar en la impunidad. El Frente de Izquierda ha pedido en el Congreso una urgente interpelación al gobierno y desde Izquierda Socialista y el Partido Obrero en el FIT Unidad el juicio político. Ya hay denuncias penales en Argentina y en Estados Unidos. El bloque de Unión por la Patria en Diputados también pide el juicio político. Pero el centro no debe pasar por el Congreso (donde la oposición le viene avalando las leyes al gobierno) sino en seguir enfrentando a Milei en las calles y a su brutal motosierra.
El 1F marcó el camino, donde se protagonizó un masivo repudio nacional al facho de Milei con cientos de miles en las calles. Ahora el gobierno sufrió otro cachetazo político. La CGT debe abandonar el pacto con el gobierno y llamar de inmediato junto a las CTA a una marcha de repudio unitaria, convocando a todos los sectores que repudiamos a Milei (ver nota CGT y peronismo en estas páginas), como parte de un plan de lucha que incluya un paro general. En rechazo al Milei estafador y por un inmediato aumento de salarios y de jubilaciones, contra los despidos y demás reclamos del pueblo trabajador. Es la tarea más inmediata y urgente por estas horas.
Escribe José Castillo
Julian Peh, el responsable de Kip Protocol
Mauricio Novelli, organizador de Tech Forum, junto a Milei en el hotel Libertador (2024)
Hayden Davis en Casa de Gobierno en enero 2025
Un escándalo con todas las letras. Un presidente que, oficialmente, desde su cuenta de X recomienda una supuesta “inversión” financiera (con nombre y apellido) invitando a “dar link” a algo que directamente está en el mismo mensaje. ¿A dónde llamaba a poner plata? En una supuesta criptomoneda nueva (en realidad trucha) denominada $Libra, cuya única existencia era una página web llamada “Viva La Libertad Project” que se había creado tres minutos antes (la página se creó a las 18.57 del viernes y el tweet de Milei fue a las 19 horas). Diciendo, falsamente, que ese dinero iría para “financiar proyectos productivos argentinos”.
Lo que sigue es típico de cualquier estafa berreta, como de las muchas que se ven en el ciberdelito. En el minuto siguiente, un inversor “anónimo” puso un millón de dólares en la cuenta. En los siguientes, varios “bots” (cuentas automáticas que se sospechan truchas) replicaron invirtiendo otros tantos millones. En las dos horas siguientes, mientras el mensaje en X de Milei quedaba fijado en su cuenta e incluso era confirmado como verdadero por sus allegados, entre ellos la mismísima Lilia Lemoine, la supuesta moneda crypto ($Libra, ese su nombre) subía astronómicamente de cotización gracias a la promoción fogoneada nada menos que por un presidente de la Nación. Se calcula que cerca de 40.000 pequeños inversores pusieron miles de dólares para “ganar” con la inversión. Pero los verdaderos dueños y creadores de la crypto, ubicados en algún lugar del ciberespacio, procedieron a “vender” todas las crypto, de golpe, hundieron la cotización en minutos…y se quedaron con la plata de todo el mundo. En el sube y baja, se calcula que la estafa le dio a sus perpetradores entre 80 y 120 millones de dólares, a costa de más de 40.000 pequeños ahorristas, que pusieron un promedio de 2.500 dólares cada uno, probablemente todos sus ahorros.
Cuatro horas después, y ya con el tendal de estafados, Milei retiró su tweet y lo reemplazó por otro en el que decía que él no tenía “nada que ver” con Viva La Libertad Project y que “no estaba interiorizado de los pormenores del proyecto”. Paso previo a que, el lunes por la noche justificara todo, tildando a los incautos que cayeron en su trampa de “jugadores a la ruleta rusa a los que le detonó la bala”. Vergonzoso. Sin palabras. Superando todo lo imaginable.
Escribe José Castillo
Javier Milei, increíblemente, salió a decir que “no estaba informado” de todo esto. Dudoso, por ser suave. La realidad es que fue él mismo quien había recibido y promocionado en octubre pasado al “creador” de esta “crypto”, Julián Peh, de Kip Protocol (foto incluida). Para agrandar más el escándalo, también apareció el involucrado más directo, Hayden Davis, presidente de Kelsier Ventures, creadora y responsable del lanzamiento del token $Libra, “aclarando” lo sucedido, y presentándose como asesor de Milei y develando todo un procedimiento previamente acordado, que incluía el primer tweet de Milei, un segundo (que sumaba un video) donde reforzaba el consejo de comprar $Libra y luego otros negocios. Hayden Davis denunció a Milei por “no haber cumplido la segunda parte”, amplificando el escándalo y agrandando las sospechas de que Milei sabía y estaba mucho más involucrado de lo que dice.
Caben dos hipótesis. Si de verdad, “no sabía nada”, y aún así, él, que se proclama “economista” y, más aún, “el mejor del mundo”, “merecedor del Nobel de Economía”, hizo semejante recomendación, violó una lista enorme de leyes y además, mostró una falta de responsabilidad, en aras de promocionar a sus amigos (personales o “ideológicos”) que supera cualquier caso de corrupción del planeta.
Peor, la verdad es que lo más probable es la otra hipótesis: sí sabía, era “socio” de la operación, lo que lo convierte en cómplice y un vulgar estafador de baja estofa, al mejor estilo de las operaciones Ponzi. ¿Es esto último posible?
No sería la primera vez que lo hace. Poco después de asumir como diputado, en 2021, reconoció haber recomendado una operación en crypto que también terminó en una estafa, habiendo cobrado por ello. Lo hizo en un reportaje con Ernesto Tenembaum y la empresa estafadora se llamaba CoinX World. Los dueños hoy están presos.
La relación más directa de Milei con este mundo de estafadores y cazadores de incautos es con Mauricio Novelli, que junto con Manuel Terrones Godoy son los dueños de N&W Professionals Partners, empresa para la que trabajó Milei haciendo videos donde recomendaba invertir con ellos. Novelli, que tiene casi una decena de entradas comprobadas a la Casa Rosada para reunirse con Karina Milei, fue el organizador del Tech Forum, la reunión en la que Milei se juntó y fotografíó con Peh y Hayden Davis. Había otro Tech Forum programado para Abril, que por supuesto hoy es de dudosa realización.
Si a todo esto le sumamos la “sincronización” entre la aparición de $Libra en la web y el mensaje original de Milei llamando a invertir (apenas tres minutos de diferencia), al presidente le resultará muy difícil demostrar que “no sabía nada”.
Escribe José Castillo
En medio del escándalo de la estafa de $Libra, el presidente Javier Milei vuelve a volar a los Estados Unidos. Es su noveno viaje desde que asumió. Increíblemente, todavía no logró una reunión privada con su par yanqui. Apenas si se pudo llevar como souvenir algunas fotos “de parados” en algún pasillo, y una frase de compromiso de Donald Trump.
Todo esto mientras, al mismo tiempo, Milei sigue proclamando que es “aliado estratégico” de Estados Unidos e Israel. Y copia burdamente, hasta el ridículo, cada una de las medidas del norteamericano, desde sus ataques a las disidencias y su agenda antiderechos, hasta la salida de la Organización Mundial de la Salud. Llega al ridículo de construir “su propio muro” en la frontera, con 200 metros de alambrado en un pueblo lindante a Bolivia.
Pero la política de nuestro presidente ultraderechista de arrastrarse ante el amo imperial del norte le sirve de poco. Trump anunció la imposición de aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio. Argentina es uno de los perjudicados, ya que exporta alrededor de 600 millones de dólares anuales de esos productos. Días después, el presidente yanqui fue más a fondo, planteando directamente aranceles recíprocos a todos los países con los que Estados Unidos tuviera déficit comercial. Nuevamente, Argentina será uno de los perjudicados; el propio Trump, ante una pregunta específica sobre nuestro país, señaló que no seremos exceptuados. Mientras otros países amenazados por medidas similares protestaron o salieron a negociar para no ser afectados, Milei dijo que “no le planteará el tema a Trump”, prácticamente dándole la razón al presidente yanqui.
A todo esto podemos agregarle que hace pocas semanas, la jueza yanqui Loretta Preska aprobó el embargó 210 millones de dólares a nuestro país (y congeló otros 100 millones) en beneficio de fondos buitres que reclaman cobrar bonos de deuda externa pendientes desde 2001. El FMI, por supuesto, sigue reclamando los vencimientos de deuda y aplaudiendo el ajuste de Milei, pero sin soltar un sólo dólar fresco hacia nuestro país. El imperialismo sigue exprimiéndonos hasta la última gota.
Alinearse con Trump (y con el resto de la ultraderecha mundial), es hacerlo con quiénes proponen limpieza étnica en la Franja de Gaza hasta el extremo del traslado forzoso del 100% de la población palestina, amenazan a Panamá con quitarle el Canal, expulsan inmigrantes de la forma más salvaje, e imponen la agenda antiderechos global, negacionista de los derechos de las mujeres, disidencias y del cambio climático. Es hacerlo con Elon Musk y su saludo nazi, sus expresiones racistas y sus negocios de y para multimillonarios, estafas y especulaciones incluidas a un nivel que dejan como un juego de niños lo que acaba de hacer Milei con $Libra.
¿Qué hay detrás de todo esto? Un capitalismo imperialista decadente, que sume a miles de millones en la pobreza extrema, que niega incluso los derechos que el pueblo trabajador del planeta conquistó con dos siglos de luchas, que, como contrapartida a la existencia de un mínimo puñado de multimillonarios, pone en riesgo la mismísima existencia del planeta, de nuestra casa común. Un capitalismo en crisis, que profundiza sus rasgos patriarcales, misóginos, superexplotadores, racistas y xenófobos. Eso es lo que representa y se propone encabezar Trump. Y a lo que Milei propone sumarse como su perrito faldero.