Por Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI
Reproducimos la charla, desgravada y corregida, realizada por Miguel Sorans, el jueves 30 de enero, organizada por la Juventud de Izquierda Socialista (JIS), juventud de la sección argentina de la UIT-CI. Pocos días después Trump anunciaría el inicio de su nueva “guerra comercial, fijando un 25 por ciento de aranceles de los productos que EE.UU. importa desde México y Canadá y el 10 por ciento a los de China. Le duró poco ya que a las 24 horas suspendió la aplicación de los aranceles a México y Canadá. Mientras anunciaba la repudiable propuesta de expulsión de los palestinos de Gaza, y su relocalización en otros países de la región, mencionando que: «Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza...Seremos dueños de ella”. Y agregó que podrían enviar tropas a Gaza de ser necesario y que la convertirían en la “Riviera del Medio Oriente”, Millones en el mundo, empezando por el pueblo palestino, salieron a repudiarlo. En la charla de Sorans hubo referencia a todos estos temas, incluido cuales son las causas del avance de la ultraderecha en el mundo y la necesidad de movilizar para derrotarla.
La cuestión del nuevo gobierno, recientemente asumido, de Donald Trump es un tema de preocupación para el movimiento de masas de los EE.UU. y de todo el mundo. Ante la pregunta de la convocatoria “¿Qué podemos esperar del nuevo gobierno de Donald Trump?”, la respuesta podría ser sencilla: no podemos esperar nada bueno para el pueblo trabajador, las mujeres, la juventud y los pueblos del mundo.
Pero tenemos la necesidad de profundizar para ver a qué y cómo enfrentamos a este ultraderechista imperialista. También es real lo que decía el flyer “que esta película ya la vimos” por este facho ya gobernó los EE.UU. entre 2016 y 2020. Entonces podríamos decir que la película va a ser parecida pero va ser un “remake”, que va a tener capítulos mucho más reaccionarios, más represivos, más intervencionistas y peligrosos para los pueblos del mundo.
Pero ¿por qué? ¿Por qué cambió Trump? No. Nosotros creemos que lo que sigue cambiando o avanzando, es la decadencia del sistema capitalista imperialista mundial, que conlleva una mayor crisis de la económica capitalista, más choques y roces inter burgueses y, fundamentalmente, provoca una mayor desigualdad social y mayores niveles de pobreza. Trump va a querer fortalecer el rol de los EE.UU. de policía del mundo, amenazando con nuevas invasiones militares, apoyando los planes de ajuste y saqueo del FMI, buscando cobrarse las deudas externas con mayores cuotas de explotación de las masas.
Ante su crisis económica el imperialismo, en EE.UU. y en todo el mundo, con Biden o ahora con Trump y sus aliados no tienen otra receta que profundizar los ajustes y recortes sociales.
Pero no pueden superar su crisis económica porque la clase trabajadora y las masas siguen resistiendo los embates de los gobiernos, de las multinacionales y el FMI.
El propio Trump reconoció esta decadencia porque en su discurso de asunción, entre todas sus bravuconadas, decretó: “terminó el declive de los EE.UU.”. Y anunció a su vez que empezaba la “era de oro”. Cosa que está por verse.
La “motosierra” de Trump va a provocar más crisis social en EE.UU.
Entonces, entró con una tremenda batería de decretos que lo que va a provocar, a corto o mediano plazo, es una mayor crisis social en los EE.UU. Mayor retroceso en los niveles de pobreza que ya hay en los EE.UU., y ni hablemos en el mundo.
Esa motosierra de sus famosos decretos firmados con su lapicera… que en realidad son marcadores. Ustedes saben que en EE.UU. hay una tradición que cuando los presidentes firman leyes importantes regalan la lapicera a personalidades relevantes. Se recuerda, muchas veces, el caso del presidente Lyndon B. Johnson que, en 1965, le regaló a Martin Luther King la lapicera con la que firmó la ley de los derechos civiles, en especial, el derecho al voto de las y los negros. Ahora Trump usa marcadores, para que sobresalga su firma, y los lanza a los presentes como si fueran pelotitas en un estadio de futbol.
Además, en este caso los primeros decretos de Trump quitan derechos. Quitaron el seguro médico de millones de pobres de los EE.UU. que viven en la calle o no tienen trabajo, cosa que los puede llevar a la muerte. Anularon el presupuesto de los programas sociales de la diversidad sexual, de la transición energética. Anularon, lo que decimos acá en Argentina cupo trans dentro de las fuerzas armadas. Decretó que solo hay dos géneros en la sociedad estadounidense. Retiró a los EEUU de la OMS y del acuerdo climático de París. Amenazó con quedarse con el canal de Panamá y la isla de Groenlandia y con intervenciones militares si no logra sus objetivos por las “buenas”.
Va a dar su apoyo incondicional a los criminales del sionismo del estado de Israel en la reunión que va a tener en la Casa Blanca con Netanyahu, para respaldar su genocidio al pueblo palestino y haciendo nuevas amenazas de agresiones militares futuras en Medio Oriente. Habla de terminar la guerra de Ucrania pero pretendiendo que el pueblo ucraniano se rinda ante Putin, el criminal invasor.
A su vez indultó a 1500 fachos que eran los locos que habían asaltado en 2021 el Capitolio y estaban desde entonces presos.
Pero no todo le está saliendo como quiere. Decretó, por ejemplo, la barbaridad de quitar la ciudadanía de los nacidos en EE.UU., hijos de inmigrantes. A las 24 horas ese decretó no se puede aplicar porque un juez, de la justicia burguesa, lo bloqueó. Y ya hay fiscales generales de 22 estados del país. que están haciendo la misma demanda. Es que este decretazo no respeta la constitución burguesa de los EE.UU., porque la enmienda 14 garantiza el derecho de ciudadanía independiente del estatus migratorio de los padres.
Y algunos de los otros decretos ya no están en vigencia, porque el mismo Trump tuvo que retirarlo ante una ola de reclamos y protestas que incluyen a senadores y diputados republicanos. Tuvo que anular la quita de subsidios a los programas sociales. Uno de esos, por ejemplo, les quitaba el servicio de salud a los centenares de miles de gente que viven en la calle y a los que no tienen trabajo.
El ataque a los inmigrantes y sus contradicciones
Hay que ver bien que va a pasar con uno de los ejes más explosivos, con el cual hace una especie de show permanente Donald Trump, que es el tema de la expulsión de millones de inmigrantes de los EE.UU. A quienes califica abiertamente de que “roban nuestro salario”, “son narcotraficantes” y “criminales”. Incluso los pocos que ha ido mandando, los manda esposados a países de origen. Por supuesto que esta acusación no tiene nada que ver con la realidad, incluso social de los inmigrantes, porque los EE.UU. fue un país abierto a los inmigrantes, como todos los países de América. Por supuesto era otra época, la de los inmigrantes irlandeses o italianos. En el siglo XX y XXI, son los millones de mexicanos y de latinoamericanos, que por la miseria que el imperialismo les impone a sus países, millones buscan una salida yendo al país del norte. Pero a su vez, esos inmigrantes son explotados, porque no es ninguna novedad que hay inmigrantes, millones de mexicanos, hondureños, centroamericanos, venezolanos, argentinos, chilenos o uruguayos, que trabajan con salarios miserables.
El discurso de Trump, racista y antiinmigrante, es una cosa discursiva y, como lo vamos a ver, tiene poca base de realidad o de aplicación. Como en los EE.UU. como parte de la decadencia capitalista, “el sueño americano” fracasó, el discurso de este ultraderechista no es novedoso, también lo hacen los derechistas de Europa, la culpa “la tienen los inmigrantes”.
Trump anunció que hará “la mayor deportación de la historia”. Veremos también como termina. Dijo que en los primeros días echaba un millón. Todavía no hay un informe que haya echado un millón. Por ahora se habla de miles.
Son las patronales las que están alertando a Trump, ya desde antes que asumiera, que tuviera cuidado de lo que va hacer. Porque gran parte de las patronales, pequeñas o grandes, empezando por los McDonalds, que tienen superganancias por salarios que le pagan a los inmigrantes, y más a los indocumentados.
Las grandes patronales del campo, del trabajo agrario en California, en el oeste de los EEUU, han alertado sobre este problema a Trump. Porque en California, por ejemplo, se produce el 100% de las almendras y nueces. Estados Unidos es el país que más produce almendras. La agricultura en este Estado es una industria enorme que abarca 400 variedades de cultivos, desde los campos de hortalizas del sur hasta los viñedos del norte, y que mueve miles de millones de dólares anuales.
¿Pero quienes trabajan allí? La patronal dijo: “nosotros tenemos 2 millones 400 mil trabajadores que se ocupan de las nueces y almendras, pero la mitad son indocumentados que tiene salarios más bajos.” O sea, un millón 200 mil son trabajadoras y trabajadores indocumentados. Las patronales han dicho “si dejamos de tener a ese millón y medio de personas se hunde la producción y se hunde nuestras ganancias y nuestras empresas”.
Se suman otras voces también criticas: “Cualquier plan para llevar a cabo deportaciones masivas sería devastador tanto para la industria agrícola como para los consumidores, porque cualquier interrupción en la industria dispararía los precios en un momento en que los trabajadores ya están preocupados por la inflación”, señala en una llamada Edward Orozco Flores, director de facultad del Centro de Comunidad y Trabajo de la Universidad de California en Merced” (El País, 16/11/2024).
Entonces, ¿va a echar millones? Dijo que echaría un millón por año y, por ahora, son números muy pequeños. Llegaron 200 a personas a Colombia, otra tanto a Honduras, a Brasil, no se sabe todavía si llegaron a diez mil. Trump anunció que van a habilitar 30 mil camas para mandar a Guantánamo, todo show, aunque eso no quiere decir que no lleve algunos migrantes presos a Guantánamo. Por otro lado, ya han empezado las protestas callejeras de los inmigrantes contra las detenciones y los intentos de deportaciones.
La política de capitalismo y de los gobiernos burgueses estadounidenses, sean demócratas o republicanos, siempre ha tenido la política del doble discurso de dejar entrar a inmigrantes para tener a millones, estamos hablando de hace 30 o 40 años. para explotarlos y cada tanto hacer una expulsión para tratar de justificarse.
El récord de expulsión no lo tiene ni el partido republicano ni Trump. Este está último en la tabla de posiciones. Según las informaciones que han salido, el récord lo tienen Obama y Biden. Obama expulsó a tres millones de inmigrantes en sus 8 años, a un promedio de 375 mil por año. El que batió el récord anual fue Biden en el 2024 cuando echó a 700 mil. Ahora, ¿qué números tenemos de los años que gobernó Trump? Que solo expulsó a 250 mil personas en cuatro años!
Entonces, la realidad del imperialismo y sus gobiernos es muy dudosa y confusa, y son expresiones de su crisis. Porque un presidente de los EEUU, que esté diciendo cualquier cosa, está expresando la crisis económica y política del primer país capitalista. Que tiene que estar haciendo este discurso para la tribuna y su base social ultra reaccionaria y racista.
Los aranceles, las guerras comerciales son más leña al fuego de la crisis económica capitalista
El otro tema que hay que ver es hasta donde va a llegar Trump. Hay peronistas, como Guillermo Moreno, que lo elogió (sic) porque es “proteccionista”. Trump hace un discurso: “vamos a defender la industria” y ”vamos a poner aranceles a todo el mundo”. Largó la consigna “Si no quieren aranceles, vengan a producir a los EE.UU.”.
Esta consigna tiene poco que ver con la realidad de la crisis capitalista y de como funciona el capitalismo imperialista decadente. Entonces es solo un discurso para justificarse, ante la crisis. Porque EE.UU. lleva años de caída de sus industrias básicas. En especial la del automóvil, ligada a la del acero. Trump le habla a ese público de trabajadores, mayoritariamente blancos, desempleados o con bajos salarios. La famosa zona que los votó mucho, del viejo cordón del acero, de las viejas fábricas automotrices de Detroit u de las acerías, que hace décadas están en un retroceso muy grande.
Esto es consecuencia de que mismo imperialismo en su crisis ha colonizado o semi colonizado otros países para que sus multinacionales logren superganancias. Y por eso desde hace 40 años las multinacionales norteamericanas se han trasladado a China, como las multinacionales de Europa y de otros lados. Hay más de 80 mil multinacionales en la China capitalista, bajo una dictadura de la bandera roja del Partido Comunista, que explotan a sus trabajadores y trabajadoras. Con salarios de 100 o 200 dólares, o ahora lograron subirla porque hubo huelgas en estos años, 300 dólares. Cuando los países imperialistas deben pagar salarios de 3 mil o 4 mil dólares a un obrero industrial, más si es especializado.
Entonces, ¿cuál es la realidad de “vengan acá”, a quién le está diciendo vengan acá y quién va a ir a EE.UU.?. También en México, donde la gran industria automotriz es el gran exportador de automóviles a los EE.UU. ¿Alguien conoce un auto o modelo méxicano? No existe un auto méxicano, existen los modelos de la Ford, la General Motors o la Chrysler.
Empezando por las fábricas de autos eléctricos de Elon Musk, que si no es el primero está en el segundo lugar de los multimillonarios del mundo, de las personas más ricas. En un mundo que tiene aproximadamente 8 mil millones de habitantes. Musk tiene la fábrica más grande de Tesla de auto eléctricos, en China . Tesla el año pasado hicieron una fiesta porque llegaron al auto eléctrico 3 millones, en la fábrica de China.
¿Entonces va a levantar la fábrica Tesla de China donde fabrican centenares de miles de autos? Canadá el año pasado había puesto el 100% de arancel a los autos importado de China. Ahora ¿los autos chinos de qué marca eran? Eta Tesla!!! Esto muestra las contradicciones que tiene el capitalismo. Elon Musk es un apoyador incondicional del gobierno de Trump y se queja cuando le aplican aranceles en Canadá o en Europa.
O sea, estamos hablando de Elon Musk que es funcionario del gobierno, que estuvo en la asunción con los otros ultramillonarios. Con el otro multimillonario Tim Cook, que es el Ceo dueño de Apple. Ahora ¿Apple dónde hace sus iPhone, sus teléfonos celulares? El 95% en China, produce poco en EE.UU. le va a poner aranceles a los celulares de ellos? ¿Van a levantar las fábricas de China o la India, donde hacen millones anuales de esos celulares? Parece difícil.
Otro caso: Nike y sus zapatillas. Es una empresa antigua en China, desde 1981 y está cerca de cumplir 50 años. ¿Cuántas fábricas tiene Nike? 2 o 3? 195 fábricas tiene en China. Esto tiene que ver con la crisis del capitalismo, tiene que ver con que a las multinacionales nos les interesa “la industria nacional” de los EE.UU. solo le interesa las ganancias. Y por eso hay un desorden mundial y una decadencia permanente. Por eso van a China, donde una dictadura capitalista les garantiza un ritmo tremendo. En una de las fábricas, que es taiwanesa (encima se habla de la posible guerra de Taiwán), es FoxCom que está asociada a Apple y hace 300 celulares por minuto.
Ahora Nike, con las zapatillas, ¿va a levantar las 195 fábricas? ¿Para llevarlas a donde Trump les de los terrenos? ¿Van a arancelar las zapatillas en todo el mundo, truchas o reales, Nike? Entonces hay una pequeña contradicción entre el capitalismo y la realidad, o está haciendo un discurso del blablabla. Por otro lado, si pone aranceles a las zapatillas de Nike o los teléfonos de Apple, a los autos importados de México, va a haber una inflación tremenda en los EE.UU. Ya la patronal del calzado norteamericana ya le dijo lo mismo a Trump, el 70% del calzado lo producen en China, no hay condiciones.
La fábrica de juguetes, Basic Fun hace 30 o 40 años que están en China. Ya le dijo a Trump, está en los diarios, que es imposible ponerse a producir Barbies u Ositos cariñosos en EE.UU. “ni en 12 meses ni nunca”. Esta es la realidad. ¿Entonces, de qué está hablando Trump? va a poner aranceles a las zapatillas y a los juguetes?
Las contradicciones en su plan burgués están a la vista. Por un lado, si en realidad se aplicaran a rajatabla los aranceles crearía una posible inflación muy fuerte al interior de ellos EE.UU. lo que haría que siga cayendo el nivel de vida de las masas. O sea, la “era de oro” se seguiría alejando de la realidad. Por otro lado, Trump va a meter leña al fuego a la crisis mundial capitalista, guerras comerciales, aranceles, crisis global que va a perjudicarnos a nosotros, a las y los trabajadores a los pueblos. Pero en el medio está lo que ellos no cuentan que es la lucha de las masas, del pueblo trabajador de los EEUU y del mundo.
Las causas del porqué un ultraderechista como Trump llega al poder son las mismas por las cuales salió del gobierno en el 2020
Las causas de porque Trump llega al poder serían las mismas causas de por qué Trump perdió en 2020 las elecciones. No hay que olvidar de que perdió Trump, porque ojo, batió un récord de una tradición que tiene la democracia burguesa yanqui que es que en general los presidentes se reelegían. Obama se reeligió, Trump no se reeligió, y por supuesto Biden/Harris tampoco. cumple esa medida. La derrota de los demócratas y Harris, es parte de esta misma causa por el cual Trump perdió. Es el desgaste de los partidos burgueses, en este caso los dos grandes partidos burgueses imperialistas. El “sueño americano” se hundió, la clase media norteamericana y la clase obrera norteamericana se hundieron.
Es bueno también recordar que hay un ingrediente más, de porque perdió Trump. Cayó por la gran movilización de millones contra el crimen policial del afrodescendiente George Floyd. Hubo una rebelión antirracista como hacía décadas no se veía en los EE.UU. Eso golpeó y debilitó a Trump. Eso también demuestra la debilidad de estos gobiernos de ultraderecha y el poderío de las masas si salen. Cuando salen, como salió en mayo de 2020, reventó a este facho, electoralmente. Pero Biden cae, porque ya desde Obama, ese declive de los EEUU es el declive de su pueblo. Por ejemplo, en los EE.UU. 37 millones de personas, el 11% de la población, viven en la pobreza. Y cualquiera que vea cine, o serie, o vea el noticiero, va a ver la gente que vive bajo los puentes en EEUU, que vive en carpas en las plazas en Washington, la gente que vive en el subte (metro), y que eso es creciente.
Es interesante en esto una reflexión que hizo Paul Krugman, fue premio Nobel de economía de los EE.UU. y uno de los más destacados columnistas de The NY Times. Que después de 25 años se retiró y escribió una última columna. Y es interesante lo que él dijo, el comparó a cuando empezó a escribir su columna en el año 2000 a como está 25 años después los EE.UU. El optimismo que el veía de la gente, de los estadounidenses, del 2000, fue reemplazado “por la ira y el resentimiento”. Y otra definición que hace es que “hay un colapso en la confianza de las elites” (Clarin, Argentina, 11/12/2024). Un periodista pro capitalista como él refleja bien la crisis de los EE.UU. y del mundo, porque esto del colapso de la confianza de las elites es mundial. En Argentina también llegó Milei porque hubo “un colapso” político, si tomamos la definición de Paul Krugman, “de las elites”. Porque las y los trabajadores, los sectores populares ya no creen en los gobiernos patronales y es un fenómeno que se extiende a nivel mundial. Y que tiene que ver con el crecimiento de la pobreza y de la miseria, de la desigualdad. El último dato que hay de la desigualdad social mundial, que va en crecimiento, es que el 1% de la población mundial, o sea 56 millones de personas, se apropia del 46% de la riqueza del mundo, que tiene 8 mil millones de habitantes. En los 10 más ricos del mundo, los vemos a estos que gobiernan junto a Trump.
La tendencia al crecimiento de la ultraderecha en el mundo tiene como trasfondo las frustraciones de las masas con sus gobiernos y políticos capitalistas
El crecimiento de la ultraderecha que es un tema de lógica preocupación, hacia donde va EE.UU., Argentina y el mundo. Trump, Milei o Meloni son fascistas, individualmente son fascistas. Otra cosa es si ya hay fascismo, esto es muy importante. El surgimiento creciente, el ascenso y la llegada a los gobiernos de personajes como Bolsonaro, Milei, Trump, Meloni, el crecimiento de Vox en España y Orban en Hungría, tiene que ver con este tema de las frustraciones que dice Paul Krugman. Nosotros los socialistas revolucionarios, los definimos como la ruptura de millones en el mundo y distintas expresiones en cada país, con sus partidos y sus direcciones políticas. Por eso muchos ya escriben preocupados, está entrando en “crisis la democracia”, que la gente se está inclinando a favor de regímenes autoritarios. No lo vemos así. Depende lo que querramos decir. Lo que está en crisis es lo que dice Paul Krugman, las elites burguesas. Es la crisis de la democracia burguesa, es la crisis de la aplicación de un capitalismo salvaje y explotador. Porque no pueden solucionar la crisis, sus herramientas son el ajuste permanente a los pueblos, son los planes de las multinacionales, del FMI, el Banco Mundial, etc.
La realidad es que existe, en la clase trabajadora y los sectores populares, una confusión tremenda en la conciencia porque todavía no hay una alternativa socialista clara en el mundo, ni para las elecciones ni para la lucha. Todavía estamos en un proceso de reconstrucción, por la liquidación de lo que se decía socialismo en el siglo XX, que no era socialismo sino un falso socialismo, era el estalinismo. O los Maduro, la reencarnación de estalinistas en forma de burgueses. Entonces, lógicamente la clase obrera ve que un supuesto izquierdista Daniel Ortega que encarcela y mata a la gente, o Maduro. O muchos en Argentina creen que la izquierda es Cristina o el peronismo. Por eso nuestra lucha por construir una alternativa, llegar a la clase obrera, a los sectores populares, a la juventud, para explicar cuál es la realidad de fondo.
Entonces, lo que está en crisis es la democracia burguesa, los parlamentos, los gobiernos, la justicia patronal. Estos sectores de ultraderecha usan esas crisis para hablar de la “casta” y presentarse falsamente como algo políticamente diferente. Cuando son parte de los políticos y gobiernos explotadores. Pero sus gobierno aún todavía no es el fascismo, todavía son fenómenos políticos electorales. Esto es muy importante, porque hay mucha discusión en la izquierda, incluso en el trotskismo. Hay mucho temor en la gente, en compañeras y compañeros nuestros, familiares amigos, en Argentina es concreto, Milei a dónde va. ¿Se viene el fascismo?.
Entonces, este es el problema: ¿Ya estamos llegando al fascismo? Nosotros decimos que no, porque el régimen fascista es otra cosa. Es importante aclarar, el fascismo es un cambio de régimen, el fascismo es Mussolini, Hitler, Videla. Es un golpe, se aplasta a la clase obrera, se prohiben las libertades políticas sindicales, van preso todos los que se oponen, desaparecidos… eso es el fascismo. Que fue derrotado cuando colgaron a Mussolini en abril de 1945 en Italia, hace 80 años. Pero el fascismo se recrea, nosotros lo vivimos en Latinoamérica, bajo otra forma, bajo dictaduras, como Videla o Pinochet.
Aunque por ahora no hay fascismo no podemos minimizar esa posibilidad. No, Milei es un peligro, Trump es un peligro. Hay que luchar para derrotarlos.
Hay sectores del peronismo y también de la izquierda que minimizan a Milei, argumentando que “no es fascismo” y, a veces, se oponen a levantar consignas “antifascistas”.
Los Trump, Milei, Meloni o Le Pen, aspiran a eso y por eso son un peligro, pero, por ahora, no lo pueden ejecutar. Elon Musk es la mano derecha de Trump, hizo el saludo nazi y abiertamente llama a votar en Alemania, en las elecciones de febrero, por el partido neonazi. Esto provocó que centenares de miles salgan a las calles en Alemania repudiando a Musk y a los neonazis. Todo estro se lo tenemos q explicar a las y los compañeros. Trump perdió las elecciones en el 2020 y no pudo imponer una dictadura fascista. Bolsonaro también, incluso ahora está juzgado y prohibido para ser candidato, e intentaron también un golpe fallido en Brasil. Entonces no es fascismo, pero es un peligro, por eso tenemos que repudiarlos y luchar. Porque como siempre lo dijeron los revolucionarios marxistas, Trotsky y también Nahuel Moreno, al fascismo no se lo discute, se lo destruye con la movilización.
Entonces, estamos a tiempo, porque por el momento son fenómenos políticos electorales. Que hasta incluso pierden elecciones, porque no tienen condiciones para imponer dictaduras. Miremos el ejemplo de Corea del Sur esa supuesta democracia burguesa pro yanqui. El presidente, un Milei de Corea del Sur, perdió las elecciones legislativas en abril del año pasado y quedó en minoría en el parlamento y no podía lograr aprobar una ley de acuerdo a sus pretensiones y empezó con los decretos tipo Milei, a hablar contra la igualdad de género y a recordar los militares que gobernaban en los años 80. Entonces un día de noviembre decretó la ley marcial que suspendió el parlamento, todas las libertades, el derecho a la protesta, etc. Duró pocas horas y a las 4 de la mañana tuvo que levantar la ley marcial porque la gente empezó a salir a la calle en Seúl, la capital. Tuvo que renunciar, hubo huelgas y movilizaciones. En Corea del Sur que es un país que desde hace más de 60 años tiene bases con entre 60 y 70 mil soldados yanquis permanentes y que no pudieron impedir esas movilizaciones. Este hombre está siendo juzgado, y los fiscales se están debatiendo entre dos condenas, cadena perpetua o muerte, con la pena capital. Y ahora hay un gobierno provisorio de centro izquierda surgido del parlamento. Entonces por ahora el fascismo no está pasando y no pasaran si logramos movilizar.
Sigue vigente la consigna de que “al fascismo no se lo discute, se lo aplasta con la movilización”
A la ultraderecha hay que derrotarla con la movilización de masas. Todavía no han triunfado regímenes fascistas ni en EE.UU. con Trump, ni en Argentina con Milei. Pero no podemos confiarnos. Por eso fueron importantes las huelgas generales que hubo al principio del 2024, después la CGT pactó, como fue muy importante la marcha universitaria. Entonces ese es el camino para derrotar un Milei. No las elecciones, iremos a las elecciones y veremos los votos para fortalecer a Izquierda Socialista y el FIT-U como alternativa política, pero para frustrar cualquier intento realmente fascista y contrarrevolucionario, hay que impulsar las luchas y la más amplia unidad de acción para lograrlo. Como lo evitó la movilización de George Floyd que hizo que finalmente Trump perdiera hasta las elecciones en 2020. Ese es el camino que tienen que retomar el pueblo y la juventud estadounidense y del mundo.
El otro ejemplo es la respuesta del pueblo palestino contra Trump y sus bravuconadas de querer expulsarlos de Gaza. Recibió una respuesta contundente. Trump dijo, la gente no puede vivir en esos escombros, “nosotros ofrecemos un plan de reconstrucción”, “se tienen que ir todos a Jordania y a Egipto”. Al mismo momento que decía eso, centenares de miles de palestinas y palestinos se dirigieron hacia donde vivían, en un espectáculo increíble. Emociona lo que hace el pueblo palestino, con carros con mulas, autos viejos, caminando, en bicicleta, con sus familias, llevando mantas y los colchones. Es una movilización de masas, es parte de su histórica resistencia. Todos dijeron “nosotros no nos vamos de acá”, “es nuestro hogar”, “es nuestra tierra”. Esa es la respuesta a Trump y a los fachos sionistas de Netanyahu y su gobierno. Que podrán seguir asesinando, ahora en Cisjordania, pero no van a vencer porque no lo han podido derrotar al pueblo palestino. El pueblo palestino es el extremo más claro de que a los fascistas se los puede derrotar, más tarde o más temprano. Como Izquierda Socialista y la UIT-CI esa es nuestra conclusión, nuestro rol y nuestra tarea. Siempre tratando de construir una alternativa de dirección política socialista revolucionaria, porque la salida de fondo a toda esta decadencia social y humanitaria, que existe en los EEUU, en Argentina y el mundo, es el socialismo en cada país y en el mundo, con democracia para el pueblo trabajador y los sectores populares. Y para eso es necesario seguir construyendo una alternativa socialista revolucionaria.
Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop y dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
Pocos días después que Donald Trump volviera a la carga con su vieja idea de abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ultraderechista Javier Milei anunció el 4 de febrero su intención de que la Argentina se aleje de la OMS. Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad, sin perder de vista que la OMS es una de las instituciones sostenidas por el imperialismo, acompañamos el repudio generalizado que esta decisión ha causado en los medios científicos y académicos ligados a la salud, así como en profesionales, técnicos y demás trabajadoras y trabajadores del sector. Los numerosos pronunciamientos dados a conocer estos días ponen el énfasis en que nuestro país pierde una instancia global de coordinación, de intercambio de datos y experiencias cuya utilidad ha sido demostrada en el combate a las nuevas epidemias que están surgiendo en el mundo, incluyendo a la más destructiva de todas, el Covid-19 y denuncian las mentiras escandalosas con que el presidente y sus epígonos justifican este proceder.
Las mentiras de Javier Milei
La primera con el que el presidente ultraderechista pretende engañar al pueblo trabajador y sectores populares es que está haciendo uso pleno de la soberanía nacional al retirarse de la OMS, pero no dice que lo hace para correr a refugiarse en la Oficina Panamericana de Salud (OPS), que es una creación pura del imperialismo norteamericano como veremos más adelante.
La segunda es que la mortandad causada por el coronavirus se debe a la recomendación del aislamiento prolongado con el consiguiente cese de la actividad económica y que eso fue causa de un verdadero genocidio. Nada más falso. La lucha contra la pandemia fracasó porque las instituciones internacionales que resguardan el orden imperialista, de las cuales forma parte la OMS, pero especialmente la Organización Mundial de Comercio (OMC), se negaron a liberar las patentes y acelerar la producción de vacunas para que pudieran llegar a todo el mundo y no a los países imperialistas antes que al resto. Las potencias imperialistas rechazaron la petición hecha por más de cien países encabezados por la India y Sudáfrica y las vacunas se siguieron produciendo al ritmo que fijaban los pocos monopolios dueños de las patentes. Así lo hemos denunciado desde Izquierda Socialista/ FIT Unidad y desde la Unión Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) en varios países.
La otra gran patraña sostenida por las patronales de todo el mundo sobre el efecto letal del cese de actividades (y que repite el ultraderechista presidente argentino) está desmentida por las estadísticas del Centro Johns Hopkins que muestran que en los países donde no se detuvo o se disminuyó tardíamente la actividad económica como los Estados Unidos de Trump, el Reino Unido de Boris Johnson, el Brasil de Bolsonaro e Italia (en su corazón industrial del norte) la tasa de muertos por Covid-19 fue superior a la de aquellos países que aplicaron la cuarentena tempranamente.
¿Por qué Trump y Milei quieren irse de la OMS?
Estados Unidos es el principal aportante de este organismo creado en 1948 en paralelo con las Naciones Unidas como parte del orden de post guerra. Si bien la OMS pertenece al conjunto de instituciones que sostienen el orden imperialista mundial, los Estados Unidos no la controlan totalmente y deben contemporizar con otros países imperialistas que tienen sus propios intereses monopólicos y otros regímenes de atención de salud con enfoques universales parcial o totalmente gratuitos con fuerte intervención estatal. Por ejemplo, la Declaración de Alma Ata de la OMS, que instituyó ese gran avance sanitario que es la Atención Primaria en Salud, no fue suscripta por tres países: Estados Unidos, Israel y Honduras que lo consideraban un ideario socialista.
Estados Unidos creó en 1902 una Oficina Internacional de Salud para atender la salud de las y los empleados de sus empresas que se radicaban en Latinoamérica y el Caribe. Décadas después se convirtió en la Oficina Panamericana de Salud (OPS) subsidiaria de la OEA y controlada totalmente por el gobierno norteamericano. La OPS empezó a ser importante en la Argentina recién después del golpe gorila del ’55. Como había ya un sistema público muy desarrollado su acción estratégica (pero no única) consistió en impulsar distintas formas de privatización del sistema público. Por ejemplo, el modelo del llamado “hospital de la comunidad”, más modernamente Samic, destinado a ser gobernado y financiado por empresas privadas y ONGs.
Las declaraciones del ministro de Salud Mario Lugones y sus adláteres en el sentido que la Argentina tiene ahora referenciamiento internacional en la OPS significa que nos adentramos en la esfera de dependencia estadounidense, de mayor sometimiento a los planes imperialistas de privatización y control por parte de los monopolios norteamericanos de salud.
Hay una unidad profunda entre los intentos de cierre como el Hospital Bonaparte, los despidos de equipos técnicos en el ministerio de Salud, los bajos salarios de las y los trabajadores de salud, el ahogo presupuestario de los hospitales, la suba vertiginosa de las cuotas de prepagas y el precio de los medicamentos, la falta de vacunas, todas medidas tendientes a bajar la calidad de la atención de la salud, a que el pueblo trabajador pague de su bolsillo para aumentar la ganancia de los empresarios. El gobierno ultraderechista de Javier Milei se postula como el entregador del sistema a los monopolios.
Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad no nos dejamos engañar por las mentiras de Milei y Trump sobre la OMS y la pandemia y creemos que la salida es la más amplia unidad de acción para defender el derecho a la salud de las y los trabajadores y a derrotar los planes entreguistas del gobierno ultraderechista y sus aliados. Convocamos a luchar por resolver el desastre sanitario actual generado tanto por los distintos gobiernos peronistas como los de otros signos políticos. Proponemos pelear por un sistema de salud único, estatal, gratuito y de excelencia para todos, controlado por sus trabajadoras y trabajadores y usuarios.
Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional
Donald Trump, en una rueda de prensa en el marco de la visita de Benjamín Netanyahu a Estados Unidos, hizo una declaración aberrante que ha causado un gran revuelo mundial. El ultraderechista Trump anunció la propuesta de expulsión de los palestinos de Gaza, y su relocalización en otros países de la región, mencionando específicamente a Egipto y Jordania. El jefe del imperialismo dijo que: «Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza...Seremos dueños de ella”. Y agregó que podrían enviar tropas a Gaza de ser necesario.
Tan repudiables y reaccionarias han sido sus declaraciones intervencionistas, que hasta la ONU se ha visto obligada a rechazarlas. De igual manera lo tuvieron que hacer los reaccionarios gobiernos de Egipto, Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes y demás miembros de la Liga Árabe.
Cínicamente dijo que convertirían a Gaza en la “Riviera del Medio Oriente”, en alusión a la Riviera francesa, balneario y sitio de veraneo de los millonarios del mundo. Ya comienzan a pensar en grandes negocios inmobiliarios en la zona, cuestión que previamente empresas israelíes venían planificando mientras las tropas sionistas destruían con tanques, bombas y bulldozer las casas y edificios de los palestinos.
Las afirmaciones de Trump fueron avaladas por el criminal de Netanyahu, quien con una sonrisa en su rostro dijo que: “el trabajo no está concluido”. E insistió en que Israel tiene 3 objetivos, reconociendo que después de año y medio no han podido lograrlos: destruir a Hamas, lograr el regreso de los rehenes y asegurar que Gaza no sea una amenaza para Israel. En este punto avaló el plan de Trump de expulsar a los palestinos y agregó que “vale la pena prestar atención a esa idea”.
Pero más allá de los proyectos urbanísticos para los millonarios europeos, norteamericanos y del Medio Oriente, lo destacable es que por primera vez, y de forma expresa, un presidente norteamericano se muestra dispuesto a impulsar la limpieza étnica en el territorio de Gaza, expulsando a los dos millones de palestinos de sus tierras históricas. Haciendo de esta forma realidad conformar el Gran Israel, objetivo estratégico del sionismo, del Likud y del gobierno ultraderechista de Netanyahu.
Con esto prácticamente quedaría cancelada la tercera fase del acuerdo del cese al fuego, que suponía la reconstrucción de Gaza y el retorno de la población a sus casas. Amenazando nuevamente las vidas de los palestinos de Gaza.
Trump se dejó de eufemismos y del palabrerío sobre el proyecto de los dos estados, que había sido la hoja de ruta de los distintos gobiernos estadounidenses y europeos, y brutalmente, en su estilo típico de “matón” imperialista, propuso la expulsión permanente de los palestinos de Gaza.
Justificó lo anterior diciendo que la franja ha sido “un símbolo de destrucción y de muerte por tantas décadas”; que hoy es un “sitio de demolición”, “todos los edificios están desmoronados”.
Dijo que las personas que viven en Gaza “han tenido muy mala suerte”, y que “han vivido allí una existencia terrible”, todo esto lo dice como si esa destrucción y muerte hubiera sido ocasionada por causas naturales, como si Estados Unidos no tuviera nada que ver con eso, cuando la muerte y las calamidades de los gazatíes han sido consecuencia de años de bombardeos e invasiones del ejército sionista financiado y armado hasta los dientes por el mismo imperialismo norteamericano y sus aliados europeos. No ha sido el azar lo que ha condenado a los palestinos de Gaza a la muerte y la destrucción.
Con total desfachatez dijo que había que propiciar que los gazatíes vivieran en otro sitio donde no le disparen, ni los maten. Pero no dijo que quienes les han disparado y asesinado han sido precisamente sus aliados israelíes, cuyo primer ministro Netanyahu se encontraba a su lado en la conferencia de prensa.
Sin embargo, ha sido el pueblo palestino de Gaza quien con hechos ya le respondió a Trump que no piensan irse de la Franja. Desde hace una semana centenares de miles de gazatíes, que tuvieron que trasladarse al sur ante los bombardeos y la agresión sionista, están regresando al norte de Gaza con sus familias en carros tirados por burros, con autos viejos o caminado con los pocos enseres que aún conservan. “Gaza es nuestro hogar”, dicen abiertamente. Su vuelta es la derrota del sionismo y de Trump. Esto es expresión de la heroica resistencia palestina.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), decimos que hay que retomar la movilización mundial contra el plan imperialista y de Netanyahu y su gabinete ultraderechista de expulsar a la población palestina de Gaza, con el objetivo de completar la limpieza étnica iniciada por el sionismo en 1948 con la Nakba.
En especial es importante que la juventud norteamericana retome las calles, como hizo durante los acampes en las universidades, ahora para rechazar lo dicho por Trump, y avalado por el genocida Netanyahu. Es necesario que salgan a las calles los pueblos y la juventud de los países árabes y del medio oriente para reclamar de sus gobiernos el apoyo incondicional, político, económico y militar al pueblo palestino, y para exigir que los países que tengan relaciones con Israel, como Egipto o Marruecos, las rompan inmediatamente.
El movimiento internacional de solidaridad con Palestina debe ponerse nuevamente en pie, tal como se hizo para enfrentar y repudiar los bombardeos genocidas. Desde la UIT-CI llamamos a la más amplia unidad de acción internacional para repudiar los dichos del facho de Trump y derrotar todo intento de intervención militar en Gaza y en cualquier parte del mundo.
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI),
5 de febrero de 2025
El legislador de CABA Ramiro Marra fue echado de La Libertad Avanza. Eran otros tiempos cuando oficiaba de perrito faldero de Milei gritando: “viva la libertad, carajo”. Dicen que fue “por no seguir los lineamientos del partido y haber votado un aumento de impuestos en la Ciudad”. Pero lo que trascendió es que le estaba haciendo guiños a Jorge Macri. Ya son varias decenas de funcionarios y políticos echados de las entrañas del gobierno. La motosierra de la familia Milei, al mando en esta oportunidad de Karina, no perdona ni a los propios.
El multitudinario 1F quedará grabado como uno de los hitos más importantes en el calendario de luchas contra el facho de Javier Milei. Envalentonado por el triunfo electoral de Donald Trump, y creyendo que imitando sus barbaridades discursivas podía lograr envión en un año electoral, provocó todo lo contrario. Su discurso en Davos generó marchas multitudinarias en todo el país. Ya había sido repudiado masivamente cuando defendió el saludo nazi de su amigo ultraderechista Elon Musk.
Milei generó una sana y gratificante reacción en las calles de todo el país, en unidad entre colectivos afectados, personalidades, organizaciones sociales, estudiantiles y políticas. Con un claro protagonismo de las nuevas generaciones y gente suelta que marchó por su cuenta. “Nunca había ido a una marcha, pero después de escuchar a Milei dije basta”, graficó una joven de 14 años. Como dijo nuestra diputada Mónica Schlotthauer en una de sus declaraciones: “la única minoría que defiende Milei es la de los grandes empresarios y el FMI, para la que gobierna”.
Fueron nueve días fatídicos entre su discurso en Davos del 23 de enero y la urgente autoconvocatoria del 25 en Parque Lezama, que definió marchar el 1º de febrero. El gobierno quedó desconcertado. Ese día no habló y Patricia Bullrich avisó que no iba a desplegar las fuerzas federales, archivando su protocolo represivo. Esto muestra que este facho no tiene impunidad para hacer lo que quiere. Ante sus brutales ataques los sectores afectados respondieron de manera contundente, con un claro apoyo popular.
El 1F canalizó también el malestar social que se vive. Por eso fueron parte de la convocatoria los actuales sectores en lucha. La marcha generó un gran aliciente para seguir la pelea, mostrando que si hay una decisión firme en enfrentar a este gobierno se lo puede frenar y hasta derrotar. Esta es una de las grandes conclusiones de esta jornada, desnudando la nefasta postura de la CGT, que viene pactando con Milei, dejando pasar el ajuste. Y la política cómplice de los políticos patronales que le votan las leyes en el Congreso. Ante esto se cantó: “que nos vengan a ver, que nos vengan a ver, disidencias le enseña, cómo se lucha a la CGT”. Así expresaban el reclamo a la dirigencia sindical. “Si esta marcha fue tan contundente y se convocó solo en una semana ¿cómo puede ser que la CGT no pueda hacer lo mismo?”, se preguntaba un trabajador.
Milei sufrió un duro revés, pero va a seguir redoblando sus políticas ultraderechistas. Dijo que lo tergiversaron, que no dijo lo que dijo, y a renglón seguido ratificó sus dichos en un reportaje que brindó a LN+ (ver “Al closet no volvemos nunca más” / Masivo repudio al facho de Milei ). También señaló que mantiene su agenda parlamentaria para eliminar el femicidio del Código Penal. Capaz es una bravuconada para mostrar que no fue tocado. Veremos.
Además volvió a hablar de sus “logros”, como la baja de la inflación. Pero vuelve a aumentar la luz y el gas, mientras el consumo de leche fue el peor en los últimos 34 años. Un gobierno que se jacta de anunciar nuevos despidos en el Estado, podando más salarios y puestos de trabajo, para seguirnos desangrando con los pagos de otros 640 millones de dólares al FMI. Es una gran mentira que estamos mejor.
La recesión no da tregua. Cerraron 1.200 empresas en lo que va de este gobierno. Sancor despidió a 300 trabajadores. Hay despidos en la Química Praxair provocando paros (ver "Despidos en Praxair ¡Reincorporación ya!"), cesantías y retiros voluntarios en muchos lugares. Por otro lado, la inseguridad sigue creciendo fruto de la descomposición, marginalidad y desigualdad social, al ritmo del brutal ajuste y la complicidad de comisarios y jueces con las bandas delictivas. Hubo movilizaciones frente a la comisaría en Moreno, provincia de Buenos Aires, ante el asesinato del joven repartidor.
Si Milei sigue avanzando con su motosierra es por el pacto de la CGT por un lado y el rol cómplice de la oposición patronal, ante un peronismo que deja correr el ajuste y solo piensa en su agenda electoralista. Política que comprende tanto a Cristina Fernández, como Axel Kicillof, Juan Grabois (ver "Grabois con Lousteau, Carrió y Stolbizer / El “frente anti Milei” es una nueva trampa") y compañía.
Hay que mantener bien alta la guardia. La pelea tiene que seguir. La multitudinaria marcha del 1° de febrero marca el camino.
Desde Izquierda Socialista llamamos a la más amplia unidad para seguir enfrentando a este gobierno en lo cotidiano y preparando un gran 8M y el 24 de marzo. Exigiendo que la CGT rompa el pacto y convoque a un nuevo paro general y plan de lucha nacional. Postulando nuestra salida de fondo, como sólo el Frente de Izquierda Unidad lo hace: en las calles y en las elecciones.