Sep 02, 2024 Last Updated 12:01 AM, Sep 1, 2024

Nos movilizamos el Jueves 27 del Obelisco al Ministerio de Economía a las 10hs

En los próximos días están previstos vencimientos con el FMI que rondan los 1.100 millones de dólares. Es parte del pago del préstamo tomado por Macri por 44.000 millones de dólares, usado en gran medida para financiar fuga de capitales, y que incrementó la deuda tomada por los gobiernos previos.

El gobierno, que desde su asunción ha pagado puntualmente al Fondo y otros acreedores internacionales unos 6.000 millones de dólares mientras aplicó un fuerte ajuste en medio de la pandemia, está negociando contra reloj para llegar a un nuevo acuerdo que le permita sobrellevar esos vencimientos. Dicho acuerdo, según confesó el propio presidente y su ministro de Economía, implicaría un ajuste aún más fuerte que el que se aplicó hasta el momento y el tutelaje colonial del FMI sobre la economía nacional.

Ante esta situación el Frente de Izquierda Unidad plantea con claridad: rechazamos tanto el pago de los vencimientos próximos como todo acuerdo con el FMI que, más allá de cualquier disfraz o disimulo, traerá aparejado más ajuste y un alineamiento político y económico con el imperialismo y el gran capital internacional.

El sometimiento al FMI y el ajuste aplicado ha agravado la crisis en todos los planos. Ahora incluso un sector del gobierno hace correr la versión de que Argentina podría no pagar el próximo vencimiento. Pero esto a lo sumo implicaría una forma de presionar para acelerar el acuerdo con el Fondo, no un planteo para terminar con las ataduras a las que el país está sometido.

Si el gobierno decidiera postergar los pagos lo haría bajo el objetivo de arribar a un pacto con el Fondo lo más rápido posible. Fue lo que hicieron Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el 2020 con la deuda privada, cuando la postergación unilateral de los pagos fue el preludio de un acuerdo que le entregó a los bonistas un monto adicional de casi 20.000 millones de dólares.

El Frente de Izquierda Unidad denuncia que ninguna fracción del gobierno es partidaria de una ruptura con el FMI y el repudio a la deuda. Sus peleas fraccionales se limitan a formas de ese acuerdo, mientras todos avalan el ajuste en marcha.

Los 1.100 millones de dólares que vencen en los próximos días son solo una parte del saqueo económico y financiero del país. Ya que, como si eso fuera poco y en un contexto de exiguas reservas en el Banco Central, a este dineral hay que sumarle los 692 millones de dólares que el gobierno ya pagó en los primeros días de mes. Además de los 130 millones de dólares que piensan pagar con U$S 68 millones al BID (Banco Interamericano de Desarrollo), más U$S 17 millones al BIRF (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento), más U$S 45 millones por otras deudas. Así, solo en enero, se evaporan 1.553 millones de dólares que son cruciales para las necesidades sociales, para la salud, el trabajo, los salarios y jubilaciones.

En febrero además, a lo que va para el FMI, hay que sumarle otros US$ 50 millones más para el BID, U$S 4 millones más al BIRF, U$S 195 millones para el Club de París y otros U$S 107 millones para “otros pagos”. Eso totaliza, entre enero y febrero, pagos en dólares por 2.281 millones, los que en pesos equivalen a más de $ 250.000 millones.

Para tener idea de la plata que eso implica, sobraría para multiplicar por cinco las viviendas que el gobierno anuncia construir en la provincia de Buenos Aires, la mayor del país. Con eso se podrían construir 50.000 viviendas populares y generar 250.000 puestos genuinos de trabajo. Así de sencillo: es la deuda o el trabajo, los ingresos y la vida del pueblo trabajador. Desde el Frente de Izquierda Unidad seguimos optando por lo segundo.

Con un Banco Central quebrado y sin reservas para hacer frente a los vencimientos próximos, el pago de la deuda está en la base del saqueo financiero y económico que destruye la moneda y acelera la inflación que opera como un recurso de ajuste para los trabajadores, los jubilados y el gasto social del Estado.

De esta manera y más allá de los discursos, de la supuesta “firmeza” y “valentía” de Fernández y su ministro Guzmán ante el Fondo Monetario, lo cierto es que en este primer trimestre los vencimientos a pagar alcanzan un total de U$S 4.838 millones. Los que se suman a los más de 6.000 millones de dólares de deuda que el gobierno pagó entre 2020 y 2021. Lo reconoció Cristina en su carta, diciendo que este gobierno pagó más de la deuda de Macri que lo que pusieron para combatir la pandemia. Y se paga con ajuste, antes, ahora y hacia adelante. Desde que asumieron vienen haciendo un fuerte ajuste en las jubilaciones con el cambio de movilidad llevándolas a la indigencia,  en los salarios, con sueldos y jubilaciones que “cayeron un 6 por ciento en términos reales en 2021” por la inflación. Y se anuncian nuevos tarifazos con una inflación de más del 50% que es un robo a todos los ingresos populares.

Por otra parte, como ya denunciáramos, la profundización de la histórica caída de los salarios en su conjunto y de los empleados públicos en particular no fue obra de la pandemia, sino una decisión política de este gobierno, avalado por la burocracia de UPCN y ATE al igual que de la CGT y la CTA. Lo mismo que un salario mínimo de indigencia, aprobado por el conjunto de las alas de la burocracia sindical.

Se paga además recortando fuertemente las partidas sociales, al pasar del 6,8% al 4,8% en Salud del total del presupuesto entre el 2021 y el 2022. Con Educación al bajar del 6,7% en 2021 al 6,1% este año, Promoción y Asistencia Social del 5% al 4,7% o Trabajo que pasó del 1,2% en 2021 al 0,8% proyectado para este año, mientras que para Mujer, Género y Diversidad apenas destinan un mísero 0,08% del Presupuesto total (Fuente: Min. Economía, Presupuesto 2022, pág. 138).

A pesar de esto, mientras más pagamos, más debemos. Y así lo reconoció la Secretaría de Finanzas al difundir que la deuda pública bruta total del Estado nacional ascendió, a diciembre del año pasado a U$S 363.362 millones. Por eso lo que la Argentina debería pagar solo al FMI es inadmisible desde todo punto de vista: entre capital e intereses 19.020 millones de dólares este año, 19.270 millones en 2023 y 4.856 millones en 2024. El acuerdo contemplaría nuevos fondos del FMI para cubrir estos vencimientos a partir de revisiones trimestrales de sus enviados, los que tienen que dar el acuerdo para que se liberen los desembolsos.

Además, entran en vigencia nuevos pagos de la deuda con los bonistas privados renegociada por este gobierno. El crecimiento de la deuda a niveles que superan ya el PBI anual del país es el resultado de la política seguida por todos los gobiernos, desde 1983 a la fecha, que comenzó con el reconocimiento de la deuda tomada por la dictadura y que siguió con un aumento exponencial que abarcó a todos los gobiernos, sin excepción.

Desde el Frente de Todos a Juntos por el Cambio, hasta Milei y Espert, con el aval de los grandes empresarios, las multinacionales y la burocracia sindical, bregan por un acuerdo con el Fondo Monetario, lo que implicará más ajuste, miseria, dependencia y atraso para el país durante las próximas décadas. Lo mismo pasa con las leyes que se apresta a votar el Congreso en beneficio de las petroleras, el agronegocio y las automotrices.

Como sostuvimos en la crisis abierta en setiembre y en el programa constitutivo del FIT Unidad, decimos claramente que no hay que pagar la deuda externa y desconocer el acuerdo Macri-FMI, volcando esos enormes fondos a salarios, jubilaciones, trabajo, salud y educación. Ni un dólar más al FMI, los bonistas y fondos buitres. Desde el FIT Unidad llamamos al pueblo trabajador y sus organizaciones a rechazar estos pagos previste en enero, febrero, marzo y todo el año. La única deuda a pagar es con la clase trabajadora y los sectores populares.

Junto a este planteo señalamos que es necesaria la nacionalización del sistema bancario para evitar la fuga de capitales y poner el ahorro nacional al servicio de los sectores obreros y populares. Acabar con el oligopolio privado y establecer el monopolio estatal del comercio exterior, como parte de un plan político y económico social dirigido por los trabajadores.

Llamamos a continuar la movilización después de la extraordinaria jornada nacional unitaria convocada desde la izquierda junto a alrededor de 200 organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, de derechos humanos, del movimiento de mujeres, de la lucha socio ambiental y políticas, contra el pago de la deuda y el FMI del 11 de diciembre que colmó la Plaza de Mayo y demás plazas del país, levantando un programa para terminar con el sometimiento nacional y de defensa de los intereses de la clase trabajadora como el que señalamos anteriormente.

Esto en el camino de impulsar un plan de lucha nacional para imponer una salida obrera y popular y que esta vez la crisis la paguen los que la provocaron, los capitalistas, grandes empresarios, los banqueros y terratenientes. Sobre la base de estas consideraciones, el Frente de Izquierda y los Trabajadores - Unidad, participará el jueves de la movilización en repudio al pago de la deuda y el acuerdo con el FMI.

 

FRENTE DE IZQUIERDA UNIDAD
Buenos Aires, 26 de enero de 2022

 

La diputada Graciela Calderón, de Izquierda Socialista, junto a la bancada del FIT Unidad presentaron un proyecto de ley en la legislatura bonaerense para la reestatización de la generación, transporte y distribución de la energía eléctrica.

Los cortes de luz que venimos padeciendo demuestran que el sistema eléctrico nacional no puede estar en manos de empresarios vaciadores que reciben millones de dólares en subsidios mientras exigen tarifazos como sucede con Edenor, Edesur y Edelap, entre otras.
El acceso a la energía eléctrica es un derecho humano, un servicio público básico que no puede ser tratado como una mercancía. Sin ese acceso los trabajadores y sectores populares no tendrán vivienda digna, sana alimentación, salud ni educación.

Por todo esto nuestra propuesta es la creación de un sistema eléctrico único, estatal y controlado por sus trabajadores y organizaciones de usuarios. Lejos está nuestra propuesta de lo que fue el modelo Segba, al servicio de los negociados de los políticos patronales y la burocracia sindical peronista.

A continuación los principales aspectos del proyecto de Ley:
• Declarar la emergencia en la generación, transporte y distribución eléctrica.
• Compra inmediata de materiales y generadores eléctricos e ingreso a planta permanente de personal idóneo para la reconexión de usuarios sin servicio.
• Resarcimiento económico para los damnificados de cumplimiento inmediato.
• Declarar de nulidad absoluta los contratos de concesión sin indemnización alguna.
• Crear la “Empresa Eléctrica del Estado”, que operará bajo control, gestión y administración de los trabajadores y organizaciones de usuarios electos democráticamente.
• La incorporación con plenos derechos a planta permanente de los trabajadores y trabajadoras que revistan en empresas tercerizadas.
• Crear una comisión investigadora compuesta por trabajadores elegidos democráticamente y revocables para supervisar el traspaso del sistema eléctrico actual a la Empresa Eléctrica del Estado, y con plenos poderes para investigar y denunciar todos los ilícitos de los responsables y cómplices del saqueo privatizador.
 
Ver texto completo
 
 


Este lunes 27/12 nuestro local de la ciudad de Rosario sufrió un ataque con pintura, dejando la leyenda "Viva Milei". Y obviamente no es un hecho aislado. Se suma a los varios ataques a locales de Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda - Unidad en distintos puntos del país. Llamamos a todas las fuerzas políticas, de derechos humanos, sindicales y sociales a repudiar este accionar.

Izquierda Socialista Rosario/FIT-U

 

Escribe Gabriel Schwerdt

Todavía siguen las repercusiones favorables de la histórica elección que hicimos con el FIT-U el 14 de noviembre. Con los 1.264. 238 votos que sacamos, logramos cargos nacionales, provinciales y municipales. También, por primera vez se lograron concejales en cuatro municipios del gran Buenos Aires, donde gobierna desde hace décadas el peronismo. Todos estos cargos fortalecen y consolidan al FIT-U. Los altos porcentajes que se obtuvieron en los municipios del conurbano, con picos que llegaron al 9 y 10% en algunos, arrojan un componente cada vez más obrero y popular de nuestro voto. Se evidencia que una franja de la base peronista kirchnerista, desencantada, rompió con el gobierno y votó al Frente.

Esto refleja un reconocimiento a la unidad que se viene forjando desde hace diez años, con un programa claro, socialista y revolucionario. Y con una práctica cotidiana de apoyo a las luchas de las y los trabajadores, jóvenes, mujeres, de las diversidades y del movimiento ambientalista contra el saqueo capitalista. En la clase trabajadora, muchas de las agrupaciones sindicales que se referencian en los partidos que componemos el FIT-U junto a activistas independientes están dando grandes peleas para ganar la conducción de los sindicatos. En nuestro caso es para destacar al sector docente combativo, que sigue avanzando en todo el país, resaltando el triunfo de la lista Multicolor en ATEN Capital de Neuquén. Y los ferroviarios del Sarmiento con la lista Bordó, que en estos días van nuevamente a disputar la seccional y el cuerpo de delegados contra la burocracia de Sasia. Esto también potencia la coordinación que llevamos adelante con el Plenario Sindical Combativo.

El FIT-U no es sectario ni tiene techo

Este gran resultado electoral no nos puede hacer olvidar que en las elecciones PASO de septiembre fuimos a internas. El MST organizó listas propias en todos lados, aunque perdió nacionalmente y en las principales provincias. Las pretensiones desmedidas de ubicaciones en las listas fueron enmarcadas por el MST con un discurso de “renovar” a la izquierda, de no ser “sectarios” y lograr “más amplitud”, lindas palabras para engañar a desprevenidos que en realidad esconden que el MST añora viejas alianzas “más amplias” con sectores o personalidades de la centroizquierda. Cuestión que rechazamos desde la fundación del FIT en el 2011. Los propios resultados en estas elecciones desarman el discurso y el divisionismo del MST, y demuestran que el Frente de Izquierda Unidad y su programa no son sectarios, ni estamos ante “un techo” en nuestro crecimiento, ni nos contentamos sólo con “lograr un par de bancas”.

Mientras el ajuste que aplica el gobierno peronista kirchnerista sigue decepcionando a millones de trabajadores y jóvenes, el Frente de Izquierda puede seguir creciendo y  fortaleciéndose como la verdadera alternativa para el pueblo trabajador de nuestro país.
 
En el 2022 postulemos al FIT-U en la lucha contra el ajuste y el FMI

Venimos de una jornada de lucha memorable contra el acuerdo con el FMI, que impulsamos desde el FIT Unidad, a la que correctamente se sumaron decenas de organizaciones políticas, sindicales, sociales y ambientalistas. Algunos de estos sectores incluso no son de izquierda, aunque seguramente muchos de los que estuvieron en Plaza de Mayo nos votaron, otros no. Pero nos unimos en esta gran acción bajo un programa contra el FMI, por el no pago de la deuda, contra el ajuste y la reforma laboral, contra el saqueo ambiental extractivista. La lucha por estos puntos centrales contra el gobierno y la oposición patronal en nuestro país tiene que seguir, con el FIT Unidad a la cabeza.

Este es el gran desafío que desde Izquierda Socialista creemos que tenemos desde el Frente para el año que viene. Ser protagonistas fundamentales, en unidad con todos los sectores con los que podamos acordar, para apoyar y potenciar las luchas contra el ajuste y el FMI que impone el gobierno peronista kirchnerista, con el acuerdo de la oposición patronal de Juntos por el Cambio. En este sentido es que nos entusiasman enormemente los resultados electorales que obtuvimos y las bancas que se lograron, que están al servicio de esta lucha.

Logradas en las elecciones de 2017, el 10 de diciembre terminó el mandato de las bancas del Frente de Izquierda Unidad en el Congreso Nacional. En el último año la ocuparon, en nombre de Izquierda Socialista, Juan Carlos Giordano desde diciembre de 2020 (reemplazando a Romina Del Plá), y luego Mónica Schlotthauer (rotando con Del Caño). Un período en que, aunque breve y en medio de pocas sesiones en la campaña electoral, se hicieron sentir. No solo en el recinto con sus posiciones y discursos, sino en las calles dando apoyo a los reclamos obreros y populares.

El “Gringo” Giordano juró el mismo día en que también votó por la ley del aborto legal seguro y gratuito. Ese día, la marea verde copó el Congreso logrando imponer la ley. Tanto el peronismo como el macrismo habían pactado “no herir susceptibilidades” mediante discursos que “no irriten a la sociedad”. El Frente de Izquierda, en cambio, sobresalió. Giordano fue noticia al decir lo que nadie se animaba: que esto se logró por la lucha (no por ningún presidente) y que uno de los derrotados había sido la Iglesia Católica, sinónimo de oscurantismo patriarcal. Su intervención fue vista y aplaudida a rabiar en pantalla gigante por miles de jóvenes. Giordano también fue noticia por ser víctima de una campaña sucia por defender al pueblo palestino y condenar los bombardeos criminales de Israel. “Al pueblo palestino no lo van a doblegar y a nosotros no nos van a hacer callar”, dice siempre nuestro diputado. La pregunta de muchos luchadores fue: ¿cómo puede ser que haya 257 bancas y solo las del Frente de Izquierda levanten la voz por una causa tan justa como la de Palestina?

Al asumir Mónica se reforzó el bloque de Izquierda Socialista con la voz y la fuerza de una luchadora ferroviaria, obrera, socialista y feminista. Schlotthauer había sido noticia en 2019, cuando al dejar su banca como parte de las rotaciones del FIT volvió a su puesto de trabajo en el ferrocarril Sarmiento. CNN le hizo una nota porque era una “novedad” para la política mundial.

Mónica, en su juramento, recordó que “los pueblos originarios no vinieron en barco, estaban acá”, ante el negacionismo de Fernández. Viajó a Jujuy a acompañar la campaña del Frente de Izquierda, dando el apoyo a los trabajadores bancarios en lucha y confraternizando con el ahora diputado Alejandro Vilca. “Nos intercambiamos la ropa de trabajo, él me dio las de recolector municipal y yo le di la de ferroviaria”, dijo.

Izquierda Socialista presentó el único proyecto por el no pago de la deuda externa y por la ruptura de relaciones con el FMI. El único que postula un sistema de salud nacional, estatal, gratuito y de calidad. Además, entre otros, conjuntamente con dirigentes de Vialidad presentamos un proyecto para terminar con los peajes y volver a una Vialidad Nacional controlada por sus trabajadores.

Nuestras bancas fueron también noticia al ser las únicas en plantear que se liberen las patentes de vacunas, que se expropien los millones de dosis que se producían en Garín para AstraZeneca y que se declare de utilidad pública al laboratorio mAbxience. Giordano interpeló a Pfizer cuando fue a declarar al Congreso, multinacional que fue salvada por el Sergio Massa cuando al terminar el interrogatorio de Giordano le dijo al CEO del laboratorio “el diputado le hizo muchas preguntas, usted puede contestar si quiere”.

Mientras las y los diputados peronistas votaron la ley de movilidad jubilatoria a la baja, el Frente de Izquierda lo rechazó. Y fuimos los únicos que repudiamos el ingreso de tropas imperialistas y de ejércitos de países latinoamericanos para hacer “ejercicios amigables” en nuestro país, como así también la instalación de la base yanqui en Neuquén.

Schlotthauer y Giordano junto al resto de los candidatos de Izquierda Socialista fueron impulsores de radios abiertas, actos, charlas debate y recorridas de candidatos en distintos puntos de la provincia y el país postulando las medidas de fondo del Frente de Izquierda Unidad.

Nuestras bancas se destacaron por el apoyo a las luchas obreras y populares. Mónica viajó a solidarizarse con la rebelión en Salud en Neuquén, que conquistó un triunfo salarial del 53%; a San Juan por la campaña electoral; a Ushuaia a apoyar a trabajadoras y trabajadores en lucha.

Giordano y Schlotthauer junto al resto del FIT fueron los únicos que se hicieron presentes en la lucha en defensa del ambiente, repudiando la megaminería y exigiendo que se trate la ley de humedales cajoneada por el peronismo. Y recientemente fueron quienes apoyaron el acampe de los pueblos originarios (a quienes todos los bloques tradicionales les dieron la espalda) exigiendo la prórroga de la ley 26.160, hablando en varios actos y concentraciones junto a distintas organizaciones.

Schlotthauer y Giordano no hicieron más que cumplir con el mandato de la izquierda revolucionaria en apoyar las luchas, enfrentar al gobierno y a los bloques patronales, presentar proyectos de fondo e impulsar la construcción de una herramienta política revolucionaria como lo es Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad. El juramento de nuestras bancas se cumplió acabadamente. Tarea cumplida.

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