Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT U
Se acaba de votar el Presupuesto 2023. Se logró con 141 votos de las y los diputados del Frente de Todos (incluido Máximo Kirchner) y gran parte de Juntos por el Cambio (51), entre otros bloques. Si bien la gran mayoría del PRO se abstuvo -en una especulación puramente electoralista-, días previos festejó el recorte de gastos del peronismo. Milei y Espert votaron en contra, porque exigen más ajuste. El superministro ajustado Massa festejó efusivamente “el logro” en el recinto.
Solo las bancas del Frente de Izquierda Unidad votaron en contra bajo el fundamento de que es un presupuesto con más ajuste para pagar una deuda externa usurera y fraudulenta (aumentan 102% las partidas para pagar intereses), más beneficios a los grandes capitalistas, más robo salarial y jubilatorio y más sometimiento al FMI.
El presupuesto estuvo planificado al mejor estilo Macri. De manera perversa, achica el déficit fiscal (del 2,5% al 1,9% del PBI) con recortes directos a partidas esenciales, como las de niñez y adolescencia (10%); en Educación; Vivienda y Urbanismo (-56%) y Asistencia Social (-21,8%). Se recortan 500.000 millones de pesos solo a jubilaciones (Seguridad Social). La mínima perdió un 10% desde 2019 con el cambio de movilidad votado por el peronismo.
Todo se achica, menos los pagos de intereses de la deuda externa. Ya venimos denunciando desde Izquierda Socialista que con los pagos por deuda externa desde que el gobierno asumió, hubiera permitido construir 500.000 viviendas populares y dar trabajo genuino a 2 millones de desocupados.
A su vez, el presupuesto ratificó la continuidad de enormes subsidios y exenciones impositivas a grandes patronales y sectores concentrados de la economía; le regaló un perdón a Edenor y Edesur por 8 años para que pague una deuda de $500.000 millones a la administradora mayorista Cammesa, dinero que logrará con un tarifazo especial en los próximos meses; y directamente el gobierno eliminó el artículo para subir retenciones a las grandes patronales agrarias.
Mención aparte merece el intento de pago de Ganancias por los jueces. El gobierno vino haciendo campaña de que los jueces no tienen que gozar del privilegio de no pagar ese impuesto. Pero con el objetivo de recaudar indiscriminadamente para el FMI, dispuso que también los empleados judiciales paguen, cuando el salario no es ganancia. Las y los diputados del Frente de Izquierda adoptaron la postura correcta de que se discrimine, que se le cobre Ganancias a los jueces pero no a las y los trabajadores. El gobierno se negó y por eso no se aprobó, con votos en contra incluso de su propia bancada. Si se hubiera hecho lo propuesto por el FITU, se hubiera logrado. Conclusión: con el objetivo de que paguen Ganancias los trabajadores, el gobierno impidió que los jueces vitalicios y privilegiados lo hagan.
Se acaba de votar un presupuesto con más ajuste, más beneficios a las patronales y más pagos de la deuda. Todo al servicio de cumplir las metas con el FMI. El Parlamento nuevamente de la mano del Frente de Todos y de Juntos lo logró. Lo mismo habían hecho antes cuando se votó el pacto con el FMI entre peronistas, radicales y macristas. Solo el Frente de Izquierda lucha por lo opuesto, desde siempre.
Desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad consideramos que para que haya salario, trabajo, salud, educación y vivienda hay que desconocer el acuerdo con el FMI, liberarnos de ese organismo financiero imperialista y junto a otras medidas de fondo, como nacionalizar la banca y el comercio exterior y reestatizar las privatizadas bajo control de los trabajadores, hay que implementar otro plan económico opuesto, obrero y popular, que termine con el hambre, la pobreza y desigualdad social. Por eso decimos que la salida es la izquierda.