Jul 08, 2024 Last Updated 3:34 PM, Jul 8, 2024

Izquierda Socialista

Escribe Nicolás Núñez

El 21 de enero se cumplen cien años de la muerte de Lenin. Con este artículo, desde Izquierda Socialista y la Unidad Internacional de las y los Trabajadores - Cuarta Internacional (UIT-CI) iniciamos una campaña de homenaje y reivindicación del histórico dirigente bolchevique, quién encabezó la Revolución Rusa junto a León Trotsky.

Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, (1870-1924) fue el principal dirigente y responsable en las décadas previas a los procesos revolucionarios de 1917 de la construcción del Partido Bolchevique, de la herramienta política que hizo posible el triunfo de la Revolución Socialista por sobre el régimen zarista, la burguesía, el imperialismo y los sectores reformistas. Por sí solo eso debería bastar para que desde la izquierda reivindiquemos su lucha y su obra en el centenario de su muerte. Sin embargo, a la hora de preguntarnos por la relevancia y actualidad del pensamiento de Lenin la respuesta resulta mucho más profunda. ¿Por qué Lenin en 2024?

Porque definió nuestra época histórica

A la hora de encontrar una respuesta a los motivos que empujaron a la primer guerra mundial, Lenin precisó que el capitalismo había entrado en una nueva fase, caracterizada por el fin del mundo de la “libre competencia” y la emergencia del imperialismo, con el nuevo poderío del capital financiero y la culminación del reparto del mapa global que empujaba a que la búsqueda de nuevos mercados para la industria capitalista debiera realizarse por la vía de la disputa armada entre las potencias. Además, explicó cómo al capital le empezaba a quedar “un vuelto” en sus superganancias para constituir una casta privilegiada dentro de la clase trabajadora que responda a sus intereses: la burocracia política y sindical que seguimos padeciendo hasta el día de hoy en todo el planeta.

Se abría una época de decadencia, donde quedaba atrás el potente desarrollo de las fuerzas productivas del Siglo XIX que habían descripto Marx y Engels en el “Manifiesto Comunista”, y donde lo que se consolidaba era un escenario global de crisis, guerras y revoluciones. La Revolución Rusa vino a confirmarlo: la época de la burguesía en ascenso en lucha contra los resabios feudales había quedado atrás, y en cambio, la humanidad se sumergía en la época de la lucha de la clase trabajadora por el socialismo. Época que terminará o bien con el triunfo de la clase oprimida, o bien en la degradación total de las clases en pugna: la barbarie, u hoy podríamos sumar también, en la catástrofe ambiental-climática.

Porque nos legó un programa político

Tomando las lecciones tanto de los fundadores del marxismo como de los procesos revolucionarios precedentes, Lenin desarrolló en “El Estado y la Revolución” (1917) un programa político en estricto sentido de la palabra. Más allá de las demandas económicas y sociales ¿qué hacer con el poder político? El andamiaje de la democracia burguesa y el estado capitalista no pueden ser simplemente tomados por la clase trabajadora para implementar su programa, sino que necesita pelear por otro tipo de Estado, obrero, y formas de gobierno nuevas, verdaderamente democráticas por su carácter de clase (por primera vez un gobierno de la mayoría y no de una minoría) y por su método: la democracia directa, la planificación democrática de la economía, los cargos revocables y sin remuneraciones de privilegio.  

Porque nos enseñó a construir partidos

En el “¿Qué hacer?”, parafraseando a Arquímides, Lenin afirmaba: “dadnos una organización de revolucionarios y moveremos a Rusia desde sus cimientos”. ¡Y vaya si lo hizo! A partir de los debates en torno a aquel texto le debemos también la profesionalización de la militancia revolucionaria, que de la mano del sector mayoritario (Bolchevique) del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso que lo acompañó, aprendió a diferenciar la especificidad de la militancia sindical (“tradeunionista” del obrero contra su patrón), de la militancia y las luchas políticas por la transformación de la sociedad en su conjunto.

Lenin explicó la necesidad de una organización específica para la lucha política, con su funcionamiento centralizado y a la vez democrático (en el que más de una vez le tocó estar en minoría); que pueda guardar aspectos clandestinos ante la persecusión política de los gobiernos patronales; que se construya en base a un agrupamiento voluntario de militantes que quieran dedicar su vida a la pelea por el socialismo. Ese partido debía construir la figura de “tribunos populares” que puedan trazar ante las masas la relación de los reclamos de la clase trabajadora con los del conjunto de los sectores en lucha y viceversa. Lo que hoy diríamos en torno a unir el triunfo de los reclamos democráticos, del movimiento de mujeres y disidencias, del movimiento estudiantil, del ambiental, de los pueblos originarios, de cada uno de los sectores oprimidos por el capitalismo y sus gobiernos con el triunfo de la clase trabajadora en su pelea por el poder político. Y a su vez, ese partido se consolidaría en torno al trabajo con su “organizador colectivo”: el períodico impreso para difundir y debatir con el conjunto de los sectores en lucha.

Además, podemos agregar, que la última batalla que dio Lenin en el fin de su vida fue la pelea contra la burocratización del Partido y de la revolución que había comenzado Josef Stalin. Pelea que quedó graficada en su Testamento, oculto por el estalinismo durante décadas, en el que el líder de la revolución entendía que era necesario y urgente remover a Stalin del lugar de Secretario General del partido. Algo que muy lamentablemente no fue llevado adelante, y terminó con el exterminio de toda oposición y particularmente la “Oposición de Izquierda” trotskista, y la imposición del programa reaccionario del “socialismo en un solo país”.

Porque nos legó también un método

Nahuel Moreno, el fundador de nuestra corriente, solía hablar del “sano empirismo de Lenin” para dar cuenta de su permanente huída del dogmatismo y su predilección porque sea la realidad la que le dé cuerpo a la teoría y no pretender que la realidad se adapte a nuestros esquemas. Lenin solía citar una frase de Napoleón, “On s’engaje et puis on voit”, algo así como “vamos a la lucha y después vemos”, lo que como explicó luego Trotsky era sinónimo de: “una vez embarcado en la lucha, no ocuparse demasiado de los modelos y de los precedentes, profundizar en la realidad tal cual es y buscar en ella las fuerzas necesarias para la victoria y las vías que conducen a ella”.  

Cien años después, con ese método, con ese programa para la época de decadencia del capitalismo en que seguimos inmersos, desde Izquierda Socialista y la UIT-CI seguimos tratando de construir el Partido por el que dio batalla Lenin, para enfrentar a los Milei y el conjunto de los partidos patronales, pero sobre todo, para pelear por el gobierno de la clase trabajadora y el socialismo.



León Trotsky sobre la importancia de Lenin en la Revolución Rusa*
Nuestros sabios podrían decir, que si Lenin hubiese muerto en el extranjero a principios de 1917, la revolución de Octubre hubiese ocurrido “de la misma forma”. Pero no es cierto. Lenin constituía uno de los elementos vivos del proceso histórico. Encarnaba la experiencia y la perspicacia de la parte más activa del proletariado. Su aparición en el momento preciso en el terreno de la revolución era necesario a fin de movilizar a la vanguardia y de ofrecerle la posibilidad de conquistar a la clase obrera y a las masas campesinas. En los momentos cruciales de los giros históricos, la dirección política puede convertirse en un factor tan decisivo como el de un comandante en jefe en los momentos críticos de la guerra. La historia no es un proceso automático. Si no ¿para qué los dirigentes? ¿para qué los partidos? ¿para qué los programas? ¿para qué las luchas teóricas?


*Clase, partido y dirección. México, 1940.
 

Escribe Adolfo Santos

El genocidio perpetrado por el estado sionista de Israel sobre el pueblo palestino en la Franja de Gaza no para. Con la complicidad de las principales potencias imperialistas del mundo, Benjamín Netanyahu continúa masacrando a un pueblo cuyo único crimen es resistir y luchar para no ser despojado de su territorio.

Pero el brutal ataque no se limita a las fronteras de Gaza y Cisjordania. En medio de los permanentes bombardeos aéreos y terrestres que han dejado un rastro de destrucción total en lo que resta de Palestina, el vicepresidente segundo de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Sergio Pikholtz, posteó el 4 de enero en su cuenta de X (ex Twitter): “ […] repetimos incansablemente, no hay civiles inocentes en Gaza, tal vez sólo los niños menores de 4 años. Sin piedad con los asesinos de los judíos […]”.

Aunque luego lo tuvo que borrar, porque al viralizarse en las redes sociales provocó un fuerte repudio por parte de usuarios, dirigentes políticos y agrupaciones de la propia comunidad judía, el inhumano posteo del dirigente sionista argentino, es una clara demostración de que el objetivo del estado de Israel es el exterminio de un pueblo para robarle su territorio. Lejos de expulsarlo por el insano comentario, el Consejo Directivo de la entidad que nuclea a diversas organizaciones de la comunidad judía en Argentina le pidió a Pikholtz que se tomara licencia de su cargo. No sorprende la tolerancia de la DAIA para con su dirigente, ya que es una organización que defiende los crímenes del sionismo y se dedica a perseguir y amedrentar a quienes denuncian las masacres contra el pueblo palestino.

Lo de Pikholtz es inconcebible cuando en apenas 94 días, Gaza contabiliza más de 23 mil asesinados y 8 mil desaparecidos, gran parte de ellos niñas y niños y entre los que se cuentan 112 periodistas muertos. A eso hay que sumarle dos millones de desplazados, la falta total de agua, alimentos y servicios de salud y ataques a ambulancias, colegios, hospitales, iglesias y mezquitas. El 70% de la infraestructura de la Franja ha sido destruida. Un escenario desolador impuesto por el sionismo para realizar una limpieza étnica al mejor estilo del régimen nazista. Los propios funcionarios del gobierno israelí confirman esto. La semana pasada, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, llamaron a la erradicación de los palestinos de Gaza para reasentar los colonos judíos.

Frenar este moderno holocausto

Las denuncias contra estos crímenes se multiplican por el mundo y debemos redoblar la solidaridad para frenar este moderno holocausto. Según afirma Euro-Med Monitor (Euro-Mediterranean Human Rights Monitor), una organización independiente para la protección de los derechos humanos que actúa en la región, cientos de cadáveres que no pueden recuperarse permanecen en las carreteras, sobre todo en las zonas donde el ejército israelí ha realizado incursiones terrestres. Esa misma ONG denuncia que más de 250 mil viviendas han quedado total o parcialmente destruidas por la acción del ejército israelí. Además de los ataques indiscriminados el sionismo está utilizando el hambre como arma. Prohíbe la entrada de suministros humanitarios en la Franja para someter a la población de Gaza y obligarla a evacuar sus tierras, asegura Euro-Med.

Además de la destrucción de Gaza, los asentamientos judíos y la muerte de palestinos se han multiplicado en Cisjordania desde el 7 de octubre. “Al cabo de tres meses de guerra en Gaza, somos testigos de un aumento sin precedentes de las actividades de asentamiento, incluida la instalación de nuevos campamentos colonos, carreteras, vallas y barricadas”, indicó la ONG Peace Now. Según esa organización no gubernamental, los colonos ilegales se están aprovechando de la guerra en Gaza para hacerse con el control de la llamada área C de Cisjordania, sobre la que Israel tiene el control administrativo y de seguridad, y que supone más de la mitad de ese territorio palestino.



Se extiende la solidaridad mundial

A pesar de esta brutal agresión, existe una importante fuerza para impedir los objetivos del sionismo. En primer lugar, la heroica resistencia palestina que, como lo ha hecho históricamente, defiende con uñas y dientes su territorio contra la colonización. Por otro lado, cada vez son más las voces que se suman en todo el mundo contra las acciones criminales del estado de Israel, al punto que el propio Joe Biden advirtió a Netanyahu que su país estaría perdiendo apoyo internacional. Millones se vienen movilizando en Estados Unidos y Canadá, también en las capitales y principales ciudades europeas, y especialmente en los países árabes y del medio oriente, colocando en jaque la complicidad del imperialismo y diversos gobiernos con el sionismo, que comienza a estar cada vez más aislado internacionalmente, en la medida que sus crímenes quedan en evidencia.

Desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad y la UIT-CI decimos que es necesario seguir profundizando la movilización masiva de los pueblos del mundo, y rodear al heroico pueblo palestino de la más amplia solidaridad internacional hasta aislar y derrotar la violenta agresión sionista.



Tres meses de ataques a la Franja de Gaza

• (1.903) masacres cometidas por el ejército de ocupación.
• (31.000) muertos y desaparecidos.
• (10.000) niños muertos.
• (7.000) mujeres muertas.
• (326) muertos de los equipos médicos.
• (45) muertos de la Defensa Civil.
• (107) periodistas muertos.
• (7.000) desaparecidos, el 70% de los cuales son niños y mujeres.
• (99) casos de detención de personal de salud.
• (10) periodistas detenidos.
• (2.000.000) desplazados en la Franja de Gaza.
• (400.000) infectados con enfermedades infecciosas como consecuencia del desplazamiento.
• (134) sedes del gobierno destruida por la ocupación.
• (65.000) toneladas de explosivos arrojados por la ocupación en Gaza.
• (30) Hospitales fuera de servicio por la ocupación.
• (53) centros de salud que la ocupación dejó fuera de servicio.
• (150) instituciones de salud fueron parcialmente atacadas por la ocupación.
• (200) sitios arqueológicos y patrimoniales destruidos por la ocupación.

Escribe Laura Marrone

Continúan denegando la excarcelación a Cristian Díaz, detenido en Marcos Paz, acusado de “odio racial”  por la Embajada de Israel, por un posteo en Facebook que realizó repudiando el bombardeo de Israel sobre la Franja de Gaza en junio de 2023.  La justicia fundamenta su denegatoria al pedido de la defensa, ejercida por la Gremial de abogados, en el hecho que deben peritar su celular para comprobar si existen conexiones con grupos terroristas. La excusa es una burla ya que, de ser real, hubieran acelerado esa investigación y no demorarla hasta el 1 de marzo, cuando han fijado fecha para la misma. En febrero se cumpliría el plazo para una libertad condicional en caso de haber tenido condena, cuestión que no existe. Un caso similar se dio en Mendoza donde el joven, Ricardo Escudero, fue encarcelado por otro posteo en Facebook. Omar Assad, de la mezquita de Floresta en CABA, fue imputado por colocar un cartel en la puerta de su casa contra los bombardeos en Gaza. Vanina Biassi, diputada electa del PO por el FIT Unidad fue imputada por sus declaraciones en favor del pueblo palestino y hay jóvenes a los que se les impidió llevar banderas palestinas al recital de Roger Waters en diciembre en CABA. La verdadera razón de esta sujeción de los poderes judiciales y ejecutivos, tanto del Frente de Todos en el 2023 como ahora del gobierno pro israelí de Milei, es intimidar la solidaridad con Palestina en nuestro país. Seguiremos reclamando la libertad de Cristian y denunciando la complicidad de los partidos patronales con el estado genocida de Israel.

La Federación de Entidades Argentino Palestinas, repudia categóricamente al vicepresidente 2° de la DAIA, Sergio Pikholtz, que avala y celebra el genocidio sistemático que viene ejecutando hace casi más de tres meses el Estado de Israel contra la población palestina de Gaza y en especial a sus niñeces; ratificando así la postura arabofóbica que implementa el sionismo para justificar la limpieza étnica que viene aplicando hace más de setenta y cinco años al pueblo palestino.

Es preocupante, que líderes que ostentan ser referentes de la comunidad judía, se atrevan a tener expresiones muy parecidas al relato fascista que creíamos hoy expulsados de nuestro pensamiento.

Esperamos que estas acciones sean sancionadas no solo moralmente, sino que además, nos sirva como alerta para no recrear nuevamente una de las épocas más oscuras de la humanidad que fue el horror del nazismo.

El gobierno ultraderechista de Milei ya está demostrando, a solo un mes de asumir, que viene a aplicar un salvaje ajuste contra el pueblo trabajador, las mujeres y disidencias y la juventud, para profundizar aún más la dependencia y el saqueo del país. Esto ocurre después de que el gobierno peronista de Alberto, Cristina y Massa nos llevaron a un desastre, con más pobreza, inflación y sometimiento al Fondo Monetario Internacional.

Todos los gobiernos desde 1983 a esta parte, más allá de sus diferencias, coinciden en algo central: defienden a un capitalismo que nos está llevando a más miseria, desigualdad social y destrucción ambiental. Siempre ganan los mismos, los grandes empresarios, los bancos, las multinacionales y el imperialismo. Y pierden las y los trabajadores y jubilados, la juventud y el pueblo trabajador.

Para cambiar esto de raíz hay que implementar un plan económico completamente opuesto al del gobierno actual y los anteriores, que rompa con el FMI y deje de pagar la deuda externa, nacionalice la banca, el comercio exterior, el petróleo y el gas y reestatice las privatizadas. Lo cual se va a lograr con un gobierno de las y de los trabajadores y de la izquierda, que imponga una Argentina socialista con plena democracia para el pueblo trabajador. Que planifique la economía para que con la riqueza nacional se combata el hambre, la pobreza y la dependencia. Que nos libere del FMI y de la dictadura del capital. Una Argentina socialista que no tiene nada que ver con la Venezuela capitalista de Maduro, el Partido Comunista cubano que está aplicando un brutal ajuste, o lo que ocurrió en la ex URSS con el estalinismo después del gobierno de Lenin y Trotsky.

Para dar esta pelea de fondo hay que fortalecer a la única alternativa política que se propone hacerlo, el Frente de Izquierda Unidad. Izquierda Socialista brega por una nueva dirección sindical y política para ese cambio de fondo, siendo parte del sindicalismo combativo contra la burocracia sindical y fortaleciendo al Frente de Izquierda Unidad. ¡Sumate!

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Artículos de Iván Ponce

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