Redacción de Izquierda Socialista y de El Socialista
Saqueos, varios muertos en medio del caos, huelgas policiales, paros de trabajadores en Córdoba y Neuquén y más ajuste. Así está terminando el año. Llegan las fiestas y la inflación no para. Hasta se hace difícil comprar un pan dulce! Saltó lo que el gobierno mantenía oculto mediante las cifras del INDEC: la pobreza, indigencia y miseria salarial. Detrás de las huelgas policiales están los salarios de pobreza.
Los aumentos de precios no paran. El pollo se fue a 18 pesos el kilo. El pan está a 20, cuando se encuentra a ese monto. Alimentos y bebidas fueron los rubros que más aumentaron, además de otros. Antes de irse Moreno autorizó subas de precios a grandes empresas. El “nuevo gabinete” ya dispuso lo mismo para las naftas. Y los salarios, en ese marco, siguen por detrás de los precios. Las jubilaciones ni qué hablar. La asignación por hijo perdió un 13% desde que se implementó. Y los planes sociales siguen siendo de pobreza.
Tras la derrota electoral y fruto de su crisis, al gobierno no le quedó otra que cambiar parte de su gabinete. En ese marco cayó Guillermo Moreno, el patotero que comandó la intervención al INDEC desde hace más de 6 años, cambiando las estadísticas públicas para esconder la inflación, la pobreza, la desocupación y la indigencia.
A simple vista las elecciones del 27 de octubre confirmaron las tendencias de los resultados de las PASO de agosto: a) la debacle electoral del gobierno K; b) el que más la capitaliza, entre la oposición política patronal, es el peronista Sergio Massa y c) la gran elección del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (PO, PTS e Izquierda Socialista).
El fallo de la Corte es un duro revés al corazón de la “reforma judicial K”. El gobierno con la “democratización de la justicia” quería poner y sacar jueces a su antojo para que le escondan los casos de corrupción, salven a sus funcionarios y empresarios amigos y, llegado el caso, utilizar a la justicia para que le avale la re-reelección a Cristina. Pero esta misma Corte ensalzada por el kirchnerismo como “independiente y transparente” le resultó un bumerang. El gobierno bebió de su propio veneno.