Desde el 3 de Junio con el #NiUnaMenos en Argentina en 2015 crecen en el mundo las luchas de las mujeres, lesbianas, travestis y no binaeries contra toda forma de violencia de género. Lucha que rápidamente se expandió por América Latina, Europa y todo el mundo. En los lugares de estudio y trabajo, pero fundamental en las calles, las mujeres nos organizamos y salimos a decir basta de violencia machista, los gobiernos son responsables.
En esta cuarta ola mundial del movimiento feminista la pelea contra la violencia de género a permitido visibilizar la violencia machista que se manifiesta de diversas maneras y toma su forma más bestial con los femicidios y crímenes de odio contra las personas trans, travestis, lesbianas y no binaries. Según un informe de la ONU se estima que en 2017 más de 87.000 mujeres fueron asesinadas en todo el mundo y más del 70% ha sufrido algún tipo de violencia física y o sexual, la mayoría por sus parejas o personas de circulo cercano.
Desde el #NiUnaMenos cada vez son más las mujeres que se animan a denunciar la violencia que sufren a diario. Asimismo, se ha avanzado en identificar las distintas formas en que se manifiesta la violencia de género y hoy estamos frente a grandes cambios producto de las luchas. Desde el cuestionamiento a los estereotipos de mujer sumisa hasta la rebelión mundial contra la violencia sexual y el #MiraComoNosPonemos las mujeres estamos cuestionando todo. Con los tres paros internacionales de mujeres, hemos puesto al descubierto la brecha salarial y cómo el capitalismo se aprovecha de la opresión de las mujeres para superexplotarnos y extraernos más ganancias para los grandes empresarios y multinacionales.
Lamentablemente, si bien la violencia de género se ha vuelto una problemática social fuertemente discutida gracias a la movilización del movimiento de mujeres, todos los días nos enfrentamos ante la triste noticia de otra mujer asesinada, en general, en manos de su pareja, ex pareja o del círculo cercano. La mayoría de los casos de femicidios son la culminación fatal de una larga lista de denuncias realizadas por esas mujeres que fueran completamente desoídas. En la Argentina sólo en los primeros tres meses del 2019, ocurrieron 72 femicidios.
El hecho de que estos números se mantengan en cifras similares a lo largo de los años muestra la responsabilidad de los gobiernos que no destinan el presupuesto necesario para la ley 26.485 de violencia de género. Más aún, el gobierno nacional de Macri en complicidad con los partidos patronales han votado un presupuesto 2019 dónde se destina sólo 11,36 pesos por mujer para políticas contra la violencia de género, mientras destinan millones a pagar la deuda fraudulenta deuda externa. El gobierno nacional y los provinciales, que desmantelan los programas de atención de las violencias de género y despiden a sus trabajadoras, son los responsables de estas muertes.
Desde Isadora e Izquierda Socialista llamamos al movimiento feminista a seguir en las calles este 3J para que se declare inmediatamente la emergencia nacional en violencia de género y que se destine plata para combatirla, en base al no pago la deuda externa. Aún así sabemos que erradicar la violencia de género implica un desafío aún mayor porque vivimos en un sistema capitalista y patriarcal que nos mata, nos viola, nos niega el derecho al aborto, nos somete a los salarios más bajos y a los trabajos más precarizados. Por eso decimos que la tarea del movimiento de mujeres, lesbianas, trans y travestis es movilizarnos junto a la clase trabajadora para terminar con este sistema y construir una sociedad socialista que termine con toda forma de opresión y explotación. Porque el patriarcado no se va a caer, lo vamos a tirar junto al capitalismo y caerán juntos. ¡Sumate a dar esta pelea con nosotras!