Hace tres meses un grupo de Mujeres de Izquierda Socialista tomamos contacto con Karina y su familia. Ella se encontraba deprimida en una cama abandonada por la desidia de la justicia y los gobiernos nacional, provincial y municipal luego de sufrir un intento de femicidio por parte de su ex pareja, Javier Albornoz.
Mientras el femicida goza de plena libertad, sigue trabajado y se va de vacaciones, para Karina las cosas son muy distintas. Desde el momento de su internación la empresa Intermedic Sudamericana srl o Staufer SA, para la que Karina trabajaba hacia veinte años, dejó de pagarle el sueldo y seis meses después fue despedida sin ningún motivo. Por estar en negro no se pudo solicitar el seguro de desempleo. Sin obra social y sin sustento económico, comenzó la odisea de su familia para que Karina reciba el tratamiento médico adecuado en lo que es una gran odisea.
Hace tres meses nos pusimos a trabajar con la familia. Entendiendo que Karina tenía una importante necesidad económica, de salud y de justicia, emprendimos la tarea de solicitar la atención a las instituciones del estado que deben asistir y sostener a Karina en su recuperación. Presentamos cartas a los intendentes de Merlo y Malvinas Argentinas. En la Municipalidad de Merlo, tuvimos que pagar para que nos reciban la nota y todavía no tenemos respuesta. Sí nos recibió la Dra. Susana Bagnato, Secretaria de Salud Pública, quien solo nos brindó algunas muestras gratis y con faltante de pastillas de la medicación que Karina necesita. Otra nota se entregó en la Secretaria de Minoridad y Familia de Merlo y no hubo ninguna respuesta.
En el Municipio de Malvinas Argentinas, dos veces ingresamos una nota al intendente y al área de salud. Solo llamó a Karina un asistente administrativo del área de salud quien solicitó las recetas de la medicación para ver si podían conseguirla (!?). Prometieron mandar una asistente social para sondear otras necesidades de Karina, pero nunca llegó.
En el marco de la importante movilización "Ni una menos", tanto los partidos patronales como gobierno nacional salieron a tratar de capitalizar y adjudicarse la lucha de las mujeres que estaban en el Congreso. Primero vino una reunión con el Consejo Nacional de la Mujer que le ofreció a Karina una máquina de coser para "solucionar el problema laboral". Claro que Karina no puede mover adecuadamente los brazos producto de las quemaduras. Luego llegó la citación de Karina y su familia en la Casa Rosada: una gran decepción lamentablemente anunciada. No solo no fue atendida por ninguna personalidad política, sino que tampoco le dieron ninguna ayuda. Solo recibió una cátedra de cómo realizar el trámite del subsidio por incapacidad -trámite ya iniciado por la familia y demorado por la burocracia administrativa- y materiales para que se construya una casa en el terreno de su hermana.
El recorrido de Karina, al que hay que sumarle las denuncias previas al femicida Javier Albornoz por los actos de violencia reiterada, demuestran con claridad la responsabilidad política del gobierno nacional, el gobierno provincial y los gobiernos municipales en la situación actual que está viviendo. No solo hicieron caso omiso a las denuncias previas, sino que ahora revictimizan a Karina negándole la atención en salud adecuada y los medios básicos para sobrevivir dignamente. Otra muestra clara del doble discurso que legitima la impunidad de Albornoz. Pues mientras Karina sigue golpeando puertas, el femicida espera el juicio en libertad y sigue amenazándola de muerte.
Pelear por justicia para Karina es pelear por justicia para otras miles de mujeres. Por eso te invitamos a sumarte a esta campaña de solidaridad a la que ya se sumaron miles de personas colaborando en las alcancías, firmando el petitorio que exige cárcel para Albornoz y atención integral para Karina, y movilizándose próximamente para ponerle fin a la impunidad.